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Cultura Mañana. En su cuarta temporada

Cierra el ciclo de cine que organiza la AMP

"El tren de la vida" se sitúa en 1941, cuando un grupo de judíos descubre que van a ser trasladados por las avanzadillas nazis.

La Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja, cierra su 4° Temporada de Cine, con la presentación de la película "El tren de la vida" (Train de vie)" (1998), de Radu Mihaileanu (Una coproducción de Francia-Bélgica-Holanda-Israel-Rumania). Será el jueves 12 de Diciembre, a partir de las 20:30 horas, en el SUM del gremio, en Dalmacio Velez 337, con entrada libre y gratuita.

La supuesta historia de la aldea rusa que escapa del Holocausto cruzando las líneas alemanas a bordo de un tren de deportados, en el que la mitad de los habitantes interpretaban el papel de nazis, inspira esta película del exiliado rumano Radu Mihaileanu. La historia jamás sucedió en realidad, pero resulta perfecta para construir una fábula en la que los personajes juegan con las apariencias. Desde la música, de inspiración klezmer del músico Goran Bregovic, compositor habitual de Emir Kusturica, hasta el humor y los personajes que viajan en busca de la supervivencia y la identidad, hacen de "El tren de la vida" una película profundamente judía. 

"El tren de la vida" se sitúa en 1941, cuando un grupo de judíos de un pequeño pueblo de Europa Central descubre que van a ser trasladados por las avanzadillas nazis a un lugar desconocido y decide organizar un falso tren de deportación en el que varios de ellos ejercerán de oficiales alemanes para hacer creer a los nazis que en su pueblo ya se ha realizado la limpieza étnica.

Lo que transmite la película es precisamente el esfuerzo comunitario frente al peligro que les amenaza. Esto unifica el esfuerzo y poco a poco consiguen su tren. Los pasos que da la comunidad, y cada uno de sus miembros, da verosimilitud a todo el proceso. El sueño imposible se obtiene si todos cooperan.

La paradoja como recurso narrativo, y la fábula moral como contenido, hacen que "El tren de la vida" se convierta en un símbolo de la búsqueda humana de la utopía.

Pero el director no se conforma con mostrar sus argumentos sino que los repite variándolos en nuevas situaciones que suben y suben de tono. Así, el encuentro de la comunidad judía con la gitana, el encuentro de los perseguidos, refuerza la fábula y la utopía. 

En su viaje a los orígenes, Mihaileanu inscribe su relato dentro de la tradición de cuento popular que se remonta a los tiempos de Scholem Aleijem, e Isaac Bashevis Singer y que supo reflejar, con mucho humor e ironía, la vida cotidiana de aquellos pueblecitos. El tren se convertirá en un microcosmos donde acabarán por confluir todas las ideologías políticas más relevantes de finales del siglo XX.

Con una realización simple y de bajo presupuesto, destacan varios aspectos: los maravillosos diálogos, tan complejos y llenos de mordacidad que hacen que la película crezca con cada visionado, y la amena y alegre banda sonora que, salvo puntuales momentos, al igual que los cansados viajeros de este maravilloso tren, permite al espectador descansar de tan enriquecedora crítica social, el tratamiento de la luz a manos del griego Yorgos Arvanitis (director de fotografía de "La mirada de Ulises" y otros films de Theo Angelopoulos) y el sólido trabajo de interpretación de los actores.

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