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Cultura HASHTAG POESÍA

La lírica crece en Instagram

Desde los millennials en adelante, el lenguaje es digital y la poesía se replica tambiénen las redes sociales. Ahora, abandonó los originales blogs y conquista Instagram.

La poesía quizás haya disminuido su popularidad a lo largo de la historia, pero aún conserva su poder como vehículo de expresión de artistas y jóvenes. Hoy, esas plumas son teclas en un celular. Ya es hasta más fácil tomar una nota que sacar papel y lápiz. Vale también para los poetas: unos cuantos versos entran perfectamente en una nota de Keep, en una captura de pantalla o en un posteo en las redes.

A pesar de su legitimidad histórica como vehículo de expresión y aunque no parezca, los versos en las redes levantan cierto revuelo. En Twitter, ese lado oscuro de la internet, numerosos tuits que circulan advierten que no por escribir unas pocas palabras por renglón, imitando versos, se hace poesía.

La afirmación es indiscutible, pero a pesar de los puristas de Shakespeare y de los que sólo consumen Instagram por feeds prolijos y llamativos, los poetas avanzan en esta red social, la preferida de los jóvenes.

"STORIES" EN VERSO

Hay casos paradigmáticos, como el de la española Elvira Sastre. Su Instagram es un ida y vuelta con sus libros. Con 27 años, empezó publicando en un blog en su adolescencia y, luego de ganar concursos de poesía, al entrar en sus veinte, logró publicar su primer libro.

Hoy, en su Instagram pueden verse videos de ella recitando, como también imágenes que solo contienen algunos versos, o fotos de algunas páginas de sus libros. Todo esto salpicado entre el contenido más usual de esta red: retazos de vida familiar, fotografías de ella en diferentes eventos e imágenes de sus mascotas. Hoy tiene casi 400 mil seguidores y realiza giras mundiales leyendo su poesía.

Elvira estudió traducción y también trabaja de eso, no sólo de escribir sus propias obras. Entre los libros que ha traducido se encuentran algunos de Rupi Kaur, otro caso famoso de poesía instagramera, que llega a más de un millón de seguidores.

El feed de esta chica canadiense nacida en India es un ejemplo de estética: con una disposición que se conoce como tablero de ajedrez, se intercalan de a una las fotos y las imágenes que contienen sobre un fondo blanco su poesía en líneas negras, incluso acompañadas de alguna ilustración simple. Es usual cruzarse con algunos de sus versos traducidos en la red.

#POESÍALOCAL

En Argentina, un caso clave es el de Carolina Peralta, conocida por sus cuentas Caro con Insomnio. El poderío de la imagen en Instagram no le impidió llenar sus posteos de simples letras negras sobre fondos blancos, aunque al comienzo dudó un poco de hacerlo, comenta.

Incluso casi abandonó su Facebook porque "se había dejado de usar un poco", a pesar de que es una red en la que los posteos "pueden ser de sólo texto" y donde tiene más seguidores. De hecho, Carolina considera que en Facebook funcionan mejor sus poesías si van solas, sin estar acompañadas de imagen.

Caro (23) empezó publicando en Instagram en 2016. Cuenta que empezó subiendo sus dibujos y, para transmitir su poesía, planeó una estrategia especial para difundirlas. Al principio, la poesía estaba en la descripción de la foto. Luego, motivada por la "inmediatez" de las redes, empezó simplemente a escribirlas en una app de notas y subir las capturas. Sin ninguna tipografía especial ni efectos que imiten lo analógico, hoy esos posteos la llevaron a tener más de cien mil seguidores y a publicar sus primeros libros.

La simpleza de sus posteos deja en claro que no es sólo la forma lo que cuenta, sino también el contenido. Caro escribe sobre el aborto, la violencia de género y también sobre los que han sido tema de la poesía por siglos: las relaciones, la inseguridad, y en tiempos más modernos, el "clavar el visto".

"No hay que subestimar a las redes sociales, muchas veces se critica que los jóvenes están todo el tiempo con el cel, pero si siguen a uno o dos escritores, están desde el celular leyendo poesía, hay que valorar eso", reflexiona Carolina. Y agrega: "Yo veo a Instagram un poco como una biblioteca". Además, recalca el hecho de poder mostrar el trabajo propio sin depender de una editorial.

Francesca Bottaro Castilla (27) es cordobesa, escribe poesía y organiza eventos de arte, entre otros, espacios donde los jóvenes poetas pueden mostrar sus escritos.

"El único lugar donde muestro mis poesías es en Instagram ?comenta Francesca?, creo que es un muy buen medio para mostrar lo que uno hace porque es la red más usada en este momento".

"Es difícil competir contra las imágenes y de hecho a veces me pregunto si la gente lee la descripción de la foto que es la poesía, o solo lee el fragmento que está en la imagen, pero yo apunto a aquellas personas que realmente se interesan por tomarse un poquito más de tiempo y leer", reflexiona.

IMÁGENES Y TIPOGRAFÍAS

Francesca intenta que sus imágenes, aunque la poesía sea el principal interés, tengan también belleza estética, tipografía llamativa, colores o mezclar con el arte del collage.

"Quizás las poesías son un poco la contracara de Instagram, es proponer que dejemos de deslizar rápido sin siquiera ver las imágenes, y nos tomemos un segundo para esa pausa necesaria que es la poesía en un mundo tan acelerado. Es ver qué te está diciendo la otra persona", finaliza.

Al final, como señaló el crítico literario Mijail Bajtín, el género discursivo es lo que permite que un dicho penetre en el "campo de lo decible".

Hoy, podemos pensar a las redes sociales, su lenguaje y su formato como un género discursivo, uno de preferencia. Y esto cuenta para la poesía millennial también, que se hace presente y recolecta likes e incluso es la forma de que sus autores penetren en el campo de las editoriales y el papel.

Por MICAELA FE LUCEROFuente: Número 0 La Voz del Interior.

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