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Interior Festividades. Inicio de año

Malligasta despidió a las imágenes tras el Tinkunaco

Las celebraciones cerraron con una jornada emocionante que fue como cada año multitudinaria.

Luego de tres días de distintas celebraciones, incluida el Tinkunaco, se llevaron a cabo las fiestas de San Nicolás y el Niño Alcalde en la localidad de Malligasta.

Se vivió una emocionante escena con la despedida de las imágenes, lo que marca el cierre de las celebraciones, que incluyó el canto de los Aillis y las letanías y gozos a San Nicolás. 

También, se llevó a cabo la ceremonia simbólica donde el Niño Alcalde devuelve la llave a las autoridades, en este caso contando con la presencia del vicepresidente primero Marcos Dallaglio y el concejal Nicolás Brizuela en representación del Gobierno Municipal.

Cabe mencionar que el pueblo de Malligasta celebró una nueva edición de Tinkunaco, aquella maravillosa y ancestral ceremonia en la cual las imágenes veneradas del Santo Patrono San Nicolás de Bari y del Niño Jesús Alcalde se encuentran para enviar un mensaje de paz, amor y fraternidad.

Esta festividad histórica que deviene en hecho religioso y político, concentra su razón de ser en el enfrentamiento ocurrido en 1593 entre los nativos y el renovado poder español que los oprimía.

Según expresa la tradición, habrían sido los jesuitas quienes se propusieron rescatar en una ceremonia aquel acontecimiento de singular importancia para la provincia de La Rioja, dando origen al festivo Tinkunaco que, a partir de entonces, se repetiría cada 31 de diciembre (fecha en que los españoles renovaban autoridades) con alegría, coloridos y las siguientes formalidades: Una procesión con la imagen de San Nicolás, en representación de los Españoles y  otra llevando la imagen del Niño Dios Alcalde, en representación de los Diaguitas. Dos procesiones, saliendo de lugares distintos, pero dirigiéndose hacia un mismo lugar donde se van a encontrar.

Cuando las dos procesiones se encuentran, todos, incluido el Santo, se arrodillan ante el Niño Jesús Alcalde. Se igualan, toman una misma actitud, para que haya fusión y puedan engendrar un hijo.

Diaguitas y Españoles han procreado, les ha nacido un hijo: el Pueblo Riojano. Entonces, el Intendente/a entrega al Niño la llave de la ciudad en reconocimiento de su autoridad superior, para que luego, en la ceremonia que despide a las imágenes dando por concluida las fiestas, el Niño devuelva el gesto al Intendente/a entregándole una Biblia con el acompañamiento del rezo del pueblo "Según esta ley queremos ser gobernados".

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