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Cultura MÚSICA

VOLVER A CRECER

Antes de la problemática de salud que hoy preocupa a todos, Pearl Jam sabía que se jugaba una carta muy fuerte con el lanzamiento de Gigaton, debido a que hacía ya siete años que no editaba un trabajo de estudio.

Escribe SEBASTIÁN BERTOLOSSO

@diversyvinyl

En momentos tan particulares por los que atravesamos y en que la Pandemia del Corona Virus tiene en vilo al planeta entero, donde la mayoría de las industrias se encuentran paralizadas, incluidas la del entretenimiento, en la cual se suspendieron todas las producciones, eventos y shows masivos, la música cobra una misión fundamental y primordial para acompañar a la población en esta etapa de cuarentena y aislamiento preventivo. Por tal motivo, si bien no hay recitales, los artistas realizan shows en streaming en distintas plataformas y otros lanzan sus nuevas producciones discográficas que cobran una nueva relevancia. Este último caso es el de Pearl Jam, que tenía anunciado desde hace meses el lanzamiento de Gigaton, su nueva placa, para este 27 de marzo.

Antes de la problemática de salud que hoy preocupa a todos, Pearl Jam sabía que se jugaba una carta muy fuerte con este lanzamiento, debido a que hacía ya siete años que no editaba un trabajo de estudio, (el último fue Lightning Bolt de 2013), lo cual tenía preocupados a sus fans más acérrimos, (entre los cuales me incluyo ya que es mi banda favorita desde siempre) como a la industria de la música en general, ya que si bien los de Seattle estaban más relevantes que nunca porque sus legendarias giras que realizan año tras año, son uno de los shows en vivo más contundentes del planeta. El problema no era su vigencia, sino si la crisis de creatividad que atravesaba la banda iba a ser superada alguna vez.

A medida que el lanzamiento se demoraba y cuando nadie lo esperaba, Pearl Jam anunciaba que iba a editar su undécimo trabajo de estudio en marzo y que tendría un primer single de difusión para el 22 de enero titulado Dance Of The Clairvoyants, el cual sorprendió de sobremanera pero para bien, ya que es un gran tema, pero distinto a todo lo que alguna vez editaron, pero sin dudas con el sello de la banda, aunque en esta oportunidad se veía una fuerte impronta funk y new wave en su sonido bailable incluso, pero dotadas de una oscuridad y texturas asombrosas que anticipaban la exploración hacia nuevas fronteras, lo que empezaba mostrar que algo realmente grande estaba por suceder en esta oportunidad. Incluso contó con tres video clips mostrados en distintas capas de imagen como para demostrar que lo conceptual iba a ser un pilar fundamental. El segundo corte de Gigaton, Superblood Wolfmoon, vería la luz el 18 de febrero y traería un sonido mas familar y cercano a la trayectoria del grupo. Un grunge aguerrido, que cuenta con un Eddie Vedder feroz y desafiante y un solo épico de Mike Mc Cready con una fuerte impronta de Eddie Van Halen que es para enmarcar. 

Este viernes 27 de marzo, Gigaton, se lanzo física y digitalmente en todas las plataformas, y no hace más que confirmar lo que se vislumbraba en los adelantos, y es que estamos ante un álbum realmente grandioso. La banda está literalmente en llamas, suena ajustadísima, potente y hay momentos para que todos sus integrantes brillen a lo largo de las 12 canciones que integran la placa, donde está presentes el grunge, rock, punk y folk ya clásicos en Pearl Jam pero ahora con una vuelta de tuerca más y buscando un nuevo sonido también hacia la experimentación, hacia otros estilos como el new wave, el funk y más. Es a su vez un álbum complejo, dinámico, fuerte, político y personal pero sobre todas las cosas es sólido y coherente de principio a fin siendo uno de los mejores trabajos de su carrera, como diría la edición americana de la revista Rolling Stone: un ejemplo admirable e inspirador de grunge adulto. Gigaton tiene el equilibrio absolutamente correcto. Al respecto, Mike Mc Cready confesó: "Hacer este disco fue un largo viaje. Era emocionalmente oscuro y confuso a veces, pero también un mapa de ruta emocionante y experimental para la redención musical. La colaboración con mis compañeros de banda en Gigaton finalmente me dió un mayor amor, consciencia y conocimiento de la necesidad de una conexión humana en estos tiempos". Frase que cobra una nueve dimensión en estos tiempos de confinamiento y aislamiento social debido a la pandemia.

El álbum abre con Who Ever Said que comienza con un sonido ambiente suave (evocando al inicio de Ten) para luego acelerar y explotar en una furiosa muestra de rock demoledor convirtiéndose así uno de los mejores temas de apertura de un disco de la banda desde la era Vitalogy. Luego le siguen los adelantos ya comentados al inicio, es decir Superblood Wolfmoon y Dance of The Clairvoyants, para luego continuar con Quick Escape que es sin dudas uno de los puntos más altos del nuevo material donde se notan las influencias de Led Zeppelin e incluso de Aerosmith donde el tándem Jeff Ament y Matt Cameron en bajo y batería respectivamente literalmente brilla y donde un Eddie Vedder enardecido dispara toda su furia contra Donald Trump. Luego de la tormenta llega la calma y la experimentación sonora en Alright, donde navegan en atmósferas suaves electrónicas y voladoras que recuerdan mucho a la obra de Peter Gabriel, para fundirse a continuación con Seven O´clock que posee un sonido típico de la banda pero que va evolucionando a medida que transcurre hasta llegar al climax en un cierre épico de estadios que pone la piel de gallina. Luego, la banda retoma el pulso rockero con dos grandes canciones, la primera Never Destination que recuerda un poco a Lightning Bolt, aunque con un nuevo giro que la hace mucho más atractiva, sobre todo para cuando la puedan tocar en vivo en donde hay lugar para una gran jam incendiaria a las que Vedder y los suyos nos tienen acostumbrados, y la segunda Take The Long Way donde la banda retoma su fibra grunge y Mike Mc Cready vuelve a brillar (otra vez) y Matt Cameron avanza a un paso arrollador y contundente.

Llegando hacia el final de la placa, Pearl Jam empieza a disminuir la velocidad pero no por eso es menos interesante y vuelven a experimentar en la melódica Buckle Up cuya cadencia te atrapa y no te suelta hasta el final. Comes Then Goes, recuerda mucho a la etapa solista de Vedder siendo un emotivo tema country folk. Retrograde es una balada compleja y llena de sutilezas que le aportan un clima etéreo y volador logrado con una solidez realmente sorprendente donde Eddie nos dice "Hará falta mucho más que el amor ordinario para levantar todo esto". Y para cerrar llega la triste y conmovedora River Cross que ya había sido lanzada para el clip de una de las tantas causas que la banda abraza y acompaña.

De este modo y cuando nadie lo esperaba ni imaginaba, en Gigaton Pearl Jam recupera el hambre de gloria, nos entrega su mejor álbum desde Yield en 1998 y nos hace ilusionar con que no todo está perdido, y que a base de esfuerzo y trabajo cohesionado en equipo todo es posible. Conceptos que hoy como sociedad toda, más que nunca, necesitamos poner en práctica.

LANZAMIENTOS: GIGATON - PEARL JAM

CAIFICACIÓN: 9/10

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