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Cultura

El Ballet Folklórico Nacional cumple 30 años

Debutó el 9 de julio de 1990 en el Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires. Un sueño de Santiago Ayala, "El Chúcaro", y Norma Viola, hecho realidad. El saludo de la directora nacional de Organismos Estables, Mariela Bolatti, y las palabras de Maria

El Ballet Folklórico Nacional, dirigido en sus inicios por Santiago Ayala y Norma Viola, trabajó siempre con la concepción artística de realizar versiones coreográficas y escenificaciones de mitos, costumbres, historias, leyendas y paisajes, reflejo de la expresión de las culturas regionales y tradicionales argentinas.

El proceso administrativo comenzó en 1986 con la aprobación de la Ley Nacional 23.329  que dio origen al organismo. 

A lo largo de estos treinta años se presentó en Colombia,

Brasil, Paraguay, Chile, México, España, Portugal, Bulgaria, Albania, Francia,

Suiza y Japón.

La directora nacional de

Organismos Estables, Mariela Bolatti, saluda al Ballet

Folklórico Nacional en este especial aniversario: 

"Hace tres décadas, fue el sueño de sus fundadores,

los grandes maestros Norma Viola y Santiago Ayala El Chúcaro. Hoy, al momento de

celebrar su 30° aniversario, el Ballet Folklórico Nacional no solo es una

realidad firme y consolidada, sino que se ha convertido en uno de los grandes

elencos de danza del país, reconocido y festejado a lo ancho y lo largo de todo

nuestro territorio.

Por cierto, llegar a este punto, de crecimiento constante y con el orgullo de

ser el cuerpo de baile de bandera,

incluye el mérito de mucha gente que fue parte de él a través del tiempo.

Siempre ha sido el resultado del esfuerzo, del trabajo, del profesionalismo y

de la elección de los mejores para integrarlo, para diseñar sus coreografías y

para dirigirlo. Lamentablemente, las circunstancias actuales hacen que no

podamos festejarlo como a todos nos gustaría, sobre los escenarios y en contacto

con el público. Deseo que esto no nos haga perder la alegría. Tengamos presente

que es mucho lo que se ha hecho, que los elogios que se han recibido han sido

siempre merecidos y que aún hay muchos escenarios, lugares, en los cuales

muchos públicos podrán disfrutar de este arte apoyado en las profundas raíces

de nuestra patria. Feliz 30° cumpleaños Ballet Folklórico Nacional. Gracias por

lo hecho y por todos los escenarios que vendrán". 

En la actualidad, se encuentra al frente de la

compañía Mariano Luraschi, subdirector

desde el año 2017 e integrante del Ballet durante quince años.

Mariano nació en Casilda, Santa Fe. Desde niño comenzó

sus estudios de danza, logrando una importante trayectoria a lo largo de los

años. Ingresó al Ballet Folklórico Nacional, en el año 2002, y se desempeñó

como bailarín hasta el año 2017 cuando resultó ganador del concurso de

selección para el proyecto de dirección Una propuesta para la acción

creativa, junto a la maestra Silvia Zerbini.

"El Ballet Folklorico Nacional significa una etapa muy importante en mi vida, un lugar de mucho crecimiento profesional y personal. Es una usina de cultura, de arte, un embajador de la danza, una selección nacional. Genera mucha pertenencia y mucho peso a cada una de las personas que pasamos por el, convivimos muchas horas. Se forma un gran grupo, unas dinámicas muy cercanas y muy fuertes", expresa Mariano.

¿Qué particularidad tiene ser bailarín del Ballet Folklórico Nacional?

"Pertenecer al Ballet Folklórico Nacional es tener la danza folclórica como bandera. La formación profesional del bailarín incluye ser responsable de un legado coreográfico, de un futuro coreográfico distinto o más amplio, una responsabilidad muy grande. Significa estar aggiornado y entrenado como artista, tener claro los conceptos filosóficos, antropológicos, con respecto al folklore, dónde y cómo intervienen y se juntan con la danza, la particularidad y el conocimiento de la danza folclórica, el dinamismo del folclore y ser intérprete de aquello que pensaron, en algún momento los maestros fundadores".

¿Qué significa estar a cargo del Ballet que tuvo a Santiago Ayala, El Chúcaro como director?

"Estar a cargo del Ballet es mucha responsabilidad, mucho orgullo y alegría. No puedo pensarlo desde el lugar de Santiago Ayala porque es algo muy grande e intimidante. Es un creador al que admiro inmensamente al que le agradezco haber podido transitar y ser un decodificador de su creación, un intérprete, junto a Norma Viola. Lo tengo presente todo el tiempo pensando en como creó cada coreografía, desde donde se agarró para hacerla, con qué concepción. Junto con Norma, fueron una dupla exquisita donde ella supo traducir sus ideas. Ocupo este lugar desde mi, desde lo que yo puedo dar. El Ballet Folklórico Nacional está fundado desde las cabezas de Ayala y Viola, desde esas creaciones como un lenguaje primario y fundamental pero que tiene una proyección en el presente y en el futuro desde el folklore dinámico, que creo que eso es algo que Santiago Ayala tenía totalmente claro".

¿Qué te genera este aniversario del Ballet en este contexto especial?

"Este 30° aniversario me generan satisfacción, orgullo, emoción, un continuo paralelo entre el ayer y el hoy y un anhelo de que cada vez crezcamos más. Una revisión de cada lugar que transitamos, cada escenario en el que bailamos, la gente que conocimos, los maestros que pasaron por el ballet, cada integrante, cada directivo".

"Esta instancia de aislamiento hace que estos sentimientos se potencien. Parece que todo fue ayer y en ese ayer hay muchas experiencias, personales y grupales. Nos juntamos muchos días a ensayar y a dar lo mejor de cada uno para que se vea lo mejor del Ballet Folklórico Nacional. Hablo desde este lugar que me toca transitar y desde el bailarín que transitó las filas. Sé que también lo sienten cada uno de los integrantes artísticos, técnicos y administrativos del Ballet. Esta pandemia lo que hace es juntar ganas para que la vuelta sea mejor. El bailarín necesita el espacio que necesita un niño para jugar".

Actualmente el Ballet está integrado por las bailarinas Carolina Barbatto, Sabrina Castaño, Bárbara Contreras, Soledad Diz, Romina Fabretti, Graciela Ferreyra, María Belén Italiano, María Celeste Italiano, Nerina López, Cándida Mazacotte, Ángeles Moar, Camila Pina, Gabriela Ponce De León, Celeste Ramírez, Marina Rea, Mariángeles Regiardo, Candelaria Torres, Constanza Torres, Agustina Vigil, Jimena Visetti Herrera.

Así como los bailarines Leandro Bojko, Alexis Bogado, Rodrigo Colomba, Elías Graciani, Jonathan Lazarte, Alexis Ledesma, Ezequiel López, Hernán López, Hernán Nocioni, Sergio Pacheco, Alfredo Ribalta, Gonzalo Rivero, Matías Rodríguez, Federico Santucho, Darío Sosa, Cristian Vattimo, Adrián  Verges, Juan Manuel Visetti.

Sabrina Daniela Castaño- Bailarina del Ballet Folklórico Nacional  

Bailarina coreógrafa y docente, formada en danza clásica, contemporánea, folclórica y tango. Integra el Ballet Folklórico Nacional desde el año 1997, como bailarina, dictando clases de tango y entrenamiento y asistiendo coreografías a la compañía. Integró el Ballet Argentino de la Fundación Julio Bocca.

"Entré al Ballet, en abril de 1997, como oyente, hasta que Norma Viola me dijo que quedaba. En ese momento ella tomaba a gente técnica o folclórica y uno de los paradigmas que fue cambiando, a través de los años, es que quien entraba lo hacía como artista completo. Dentro del Ballet me sentía en el compromiso de formarme en muchas áreas. Por eso hice mi carrera universitaria de folclore, estudié teatro y estudié tango", recuerda Sabrina.

¿Qué significan, para vos, estos 30 años del Ballet Folklórico Nacional?  

"Por la responsabilidad que siento de estar ahí y de representar a mucha gente que le gustaría estar y por los que vendrán, siento que son 30 años de un organismo muy joven y que tiene la energía de crecer, aspirar siempre a más y trabajar mucho. Este momento donde hay un parate nos motiva a seguir buscando nuevas formas, desde lo que nos pueda llegar a decir el director y también en lo personal. Seguimos en contacto, dando clases o facilitando material, para que la gente siga en contacto con nosotros y con el ballet. Seguimos juntando fuerzas para que el reencuentro realmente sea maravilloso".

¿En qué te inspiraron Norma Viola y Santiago Ayala?

"El haber conocido a Norma y todo su temperamento y su energía volcada ciento por ciento al ballet y saber que El Chúcaro, a pesar que no lo conocí, en su formación, en sus inicios del ballet, era conocido como un revolucionario, como una persona con una visión del folclore mucho más amplia de la que en ese momento se manejaba, al romper un poco con eso y  abrir el espectro al folclore hacia los espacios, hacia los ámbitos, me inspira mucho a seguir buscando nuevos aires de arte, en mi formación personal y en lo que respecta al ballet".

¿Qué cambios viviste en el Ballet a lo largo de los años?

"En el año 2007 se firmó el convenio donde fuimos reconocidos como artistas y se generó nuestra carrera como tal. Eso nos dio mucha satisfacción porque muchos bailarines, tremendos, se iban del ballet porque cobrábamos muy poco. Cuando fuimos reconocidos y se nos dio un salario acorde a nuestra actividad mucha gente pudo sostener y seguir fomentando y creciendo en su carrera dentro del Ballet. Antes una bailarina no tenía derecho a quedar embarazada, los contratos eran muy efímeros. Ahora tenemos esa licencia y mucha responsabilidad con todos esos logros".

"En relación al repertorio, antes las obras eran sólo de El Chúcaro y de Norma. Con el correr de los años hemos logrado invitar a muchos coreógrafos y así renovarnos. Suma mucho tener siempre una mirada externa, una persona que está trabajando en el ballet todo el tiempo con nosotros, nos hace mantener una frescura, motivarnos, estar renovados y con las técnicas nuevas en el cuerpo. También cambiar de estilos nos mantiene muy activos y alertas".

Cristian  Víctor  Vattimo- Bailarín del Ballet Folklórico Nacional                                        

Comienza su camino en la danza a temprana edad, integrando distintas agrupaciones folclóricas de su ciudad natal, Mar del Plata. Desde 1996 integra el cuerpo de baile del Ballet  Folklórico Nacional. En 2005 es convocado por Gille Brinas  para realizar la coreografía de Che…Malambo y, junto a Fernando Mattoso, llevaron a cabo la primer versión del espectáculo. Maestro acompañante de la coreógrafa Margarita Fernández, actual directora de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Acompañó, como percusionista, a Leandro Lovato, junto al Cristian Guzmán.

"En agosto de 2020 cumplo 24 años en la compañía. Entré por audición nacional.   Habremos quedado ocho o diez parejas, para seleccionar cuatro varones y dos mujeres. Estuvimos una semana a prueba y ahí quedamos. Ensayamos durante un mes y debutamos con la obra Aquí me pongo a cantar, versión coreográfica del Martín Fierro, en el Teatro Reggio", recuerda Cristian.

¿Cómo vivís este 30° aniversario?

"Pasé muchos aniversarios. Todos fueron distintos, pero muy emotivos. Este es muy distinto. Lo ideal hubiera sido tirar la casa por la ventana y hacer funciones en teatro, una linda gira. Pero nos toca esta realidad".

¿Fuiste testigo de cambios en el Ballet a lo largo de estos años?

"La danza como todo arte es dinámica. A lo largo de todos estos años, han pasado maestros, coreógrafos, compañeros, que han hecho obras para la compañía. Todavía se sigue conservando gran parte del repertorio de los fundadores, de Santiago Ayala "El Chúcaro" y Norma Viola y además hay obras nuevas. Desde que nació la compañía hasta el día de hoy, los recursos son diferentes y los bailarines también".

¿Qué imágenes vienen a tu memoria de estos 24 años vividos con el Ballet?

"Tengo un montón de imágenes. Desde estar en el Festival Cervantino, que termine el espectáculo, prendan la luz de la plaza y haya 10.000 personas, impensado,  hasta que en un didáctico que hacíamos para escuelas y público en general, representábamos el cuadro "Romance entre el espantapájaros y el maizal" y ver a Norma, contándole a los nenes del jardín el argumento de ese cuadro que es un cuento de Disney, entre muchas otras".

¿Qué enseñanza te dejó haber sido dirigido por Norma Viola?

"Afortunadamente pude transitar ocho años con Norma como directora. Era una mujer muy exigente y una súper apasionada. Vivía y respiraba por y para el ballet. Estaba en todo, en la coreografía, en el sonido, en la iluminación, en el vestuario, en si te había pasado algo. Agradezco a Dios y al destino haberme puesto en este lugar y es un honor haber podido trabajar con Norma Viola". 

El Ballet Folklórico Nacional después de la pandemia

Mariano Luraschi cuenta que "en un futuro, los proyectos del Ballet Folklorico Nacional pasan por poder concluir lo que lo que teníamos empezado. El reestreno de Juan Moreira, que se viene trabajando desde fines de 2019. Es una obra que, coreográficamente, es de un movimiento diferente, pero en cuanto a la concepción de obra y a la concepción artistica, hay algo muy semejante a lo que proponían los maestros creadores. Tiene un argumento muy conocido y con la danza de la mano de la coreógrafa Margarita Fernández y la dirección de Cacho Nápoli, con un color folclórico bellísimo".

"El Ballet Folklórico Nacional vive y revive cada vez que sale de gira. Sería hermoso poder ponerse en movimiento y empezar a visitar distintos lugares del país. Ojalá también se de la posibilidad de salir a compartir nuestro arte folclórico con otros países, con otros públicos. Los protocolos dirán cómo va a a ser nuestro regreso y va a haber un tiempo, muy grande, de reentrenamiento para los bailarines. Vamos a tener que tener la herramienta de las redes, donde se pueden hacer cosas muy bellas, donde circula mucha información".

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