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Policiales

Dictaron la prisión preventiva al marido de Carolina Píparo y continuará detenido

La medida había sido requerida a principios de esta semana por la fiscal María Eugenia Di Lorenzo y quedó avalada ahora por decisión de la jueza penal platense Marcela Garmendia.

La Justicia Penal de La Plata dictó la prisión preventiva

de Juan Ignacio Buzali, el marido de la diputada provincial Carolina

Píparo, detenido como acusado de

intentar matar a dos motociclistas a los que atropelló el

1 de enero último en la capital bonaerense al confundirlos con delincuentes,

informaron fuentes judiciales.

La medida la dispuso la jueza de Garantías Marcela Garmendia al hacer lugar al

pedido de la fiscal del caso, María Eugenia Di Lorenzo, por lo que le dictó la

prisión preventiva a Buzali (47) por el delito de "homicidio en grado de

tentativa".

En la resolución, a la que tuvo acceso Télam, la magistrada consideró que "sin importar las consecuencias de su accionar y

con claro desprecio por la vida ajena y debiendo

representarse el resultado muerte, embistió con el frente de su vehículo el

sector trasero del motovehículo que transitaba delante suyo y en la misma

dirección".

El hecho por el que está detenido Buzali ocurrió en la madrugada

del 1 de enero cuando su esposa denunció que fue asaltada

por tres parejas de "motochorros" en la calle 47, entre 15 y 16, en

momentos en que su marido estacionó para dejar a su padre en su casa.

Según la legisladora, cuando se dirigía con su esposo a

realizar la denuncia a bordo de su Fiat 500L negro con techo blanco, volvieron

a ser interceptados por los que creyeron que eran los mismos delincuentes que

los habían asaltado.

En la calle 21 y 40, Buzali chocó por detrás a una de las motos en la que

viajaban dos jóvenes a los que dejó tirados en el piso pese a las lesiones que

habían sufrido.

La jueza tuvo en cuenta también que, luego de embestir la moto, fugó del

lugar "arrastrando el rodado menor mientras éste

desprendía chispas por el roce con el asfalto, particularidad

que no podía pasar inadvertida por los ocupantes del automóvil".

"Como ya he dicho al momento de dictar la orden de detención, tanto los

testigos oculares del hecho como también la prueba pericial agregada, son

demostrativos de la indiferencia de Buzali respecto de la vida de terceros, al

asumir una conducta en la que debía representarse el resultado muerte, máxime

tratándose de jóvenes que circulaban en vehículos de menor porte", reiteró.

Consideró también que en la causa está acreditado que Buzali

persiguió "a gran velocidad y por varios metros a las víctimas y

a otros motociclistas que se encontraban desplazándose en moto por delante de

su vehículo".

"Cuando los tuvo a su alcance, pudiendo realizar otra maniobra, los embiste

sorpresivamente con la parte delantera de su automóvil y más precisamente en su

sector medio, en la zona trasera del motovehículo colisionado", detalló.

También tuvo en cuenta la

conducta asumida luego de eso "ya que lejos de detenerse,

llamar a la policía y preocuparse por los jóvenes a los que atropelló, huyó del

lugar a gran velocidad, no mostrando interés respecto a si alguno de los

sujetos pudiera haber quedado atrapado debajo del vehículo".

"Demostró con ello un total desprecio por el resultado de su accionar, quedando

ello de manifiesto no solo con la falta de asistencia a las personas que

arrollara, sino también por haberse dado a la fuga del lugar", precisó.

Descartó que Buzali haya tomado esa actitud por sentirse en riesgo de vida tal

como declaró en su indagatoria, porque para Garmendia "en ningún momento las

motos rodearon al vehículo, sino que de acuerdo al cúmulo de pruebas reunidas,

éstos siempre estuvieron delante del mismo, con posibilidad -reitero- de

realizar otra maniobra como ser pasar entre las motos, retroceder o,

simplemente frenar".

Además consideró que "resulta llamativo que no tuviera miedo o mínimamente conciencia

de su autopuesta en peligro al momento de iniciar la persecución contra los

sujetos responsables del robo con arma de fuego, pero sí sentir temor por su

vida ("nervioso, abrumado y temeroso") posteriormente al hecho objeto

de investigación, lo cual lo llevó a no detener su automóvil y retirarse del

lugar del hecho, sin asistir a las víctimas".

En su escrito, la magistrada rechazó

el pedido de detención domiciliaria que había pedido

Marcelo Peña, abogado defensor del Buzali, aunque ordenó abrir un incidente por

separado para evaluar "una posible morigeración de las condiciones de

detención".

Para ello tuvo en cuenta la ausencia de antecedentes penales del imputado, su

situación personal y que, según la fiscalía, ya está producida la mayor parte

de la prueba en la causa.

Buzali está detenido desde el pasado 9 de enero

por orden de la jueza Garmendia, quien rechazó tiempo atrás el

pedido de excarcelación presentado por su defensa, lo que fue ratificado por la

Cámara de Apelaciones de La Plata.

La jueza pidió además al Servicio Penitenciario que busque cupo en una cárcel

para alojar al esposo de Píparo, que se encuentra detenido en la alcaidía de La

Plata, una vez que el fallo quede firme.

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