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Política

Gira europea: Alberto Fernández ratificó a Martín Guzmán como ministro clave y relativizó la posición del kirchnerismo duro frente al FMI

En Lisboa, el Presidente respaldó al titular de Economía cada vez que trató la negociación de la deuda externa y soslayó una iniciativa de la bancada oficialista del Senado que podía colocar a la Argentina en default

En la intimidad del vuelo oficial que lo trajo a Europa, durante la reunión que mantuvo con su colega portugués Marcelo Rebelo de Silva y cuando enfrentó a más de diez periodistas en una charla informal que se extendió por casi una hora, Alberto Fernández reiteró que Martín Guzmán tiene toda su confianza política y que es un protagonista clave al momento de negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Basualdo es un tema resuelto; tenemos que seguir trabajando", replicó Alberto Fernández cuando le preguntaron acerca de la estabilidad política del subsecretario de Energía que sobrevivió al embate del ministro de Economía.

Pero los gestos presidenciales hacia el titular del Palacio de Hacienda no terminaron ahí. Cada vez que se planteaba una duda sobre la deuda externa, sin importar su profundidad o sentido político, Alberto Fernández derivaba la respuesta a Guzmán.

"Explicá Martín, vos sos el que sabés", repitió el jefe de Estado como una letanía frente a los enviados especiales que cubren la gira por Europa.

Los Derechos Especiales de Giro (DEG) son un recurso financiero creado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se remiten a los países miembros del organismo multilateral de crédito. Hace muchísimos meses, Martín Guzmán planteó a Alberto Fernández la posibilidad de cancelar los vencimientos de septiembre y diciembre de este año con los DEG que fueron ampliados por decisión unánime del G7.

La cifra final de los DEG ampliados y la deuda de capital con el FMI se netean mutuamente: pueden entrar cerca de 4.500 millones de dólares y deben salir 4.300 millones de dólares comprometidos por Mauricio Macri al board que manejaba Christine Lagarde bajo las instrucciones políticas de Donald Trump.

Desde esta perspectiva financiera, como no habrá un acuerdo con el FMI antes de que concluya 2021, cancelar los vencimientos de capital con la ampliación de los DEG es una alternativa obvia, pragmática y con escaso costo político a escasos meses de las elecciones.

Y así lo planteó Guzmán -con aval presidencial- a cada uno de los ministros de Economía que visitó en Europa, a los burócratas del FMI en Washington, a Kristalina Georgieva -directora gerente del Fondo- cuando se encontraron en su despacho oficial, y a los representantes de la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos que contactó en las últimas semanas.

Guzmán informó sobre esta secuencia a Alberto Fernández. Y el presidente quedó satisfecho con las gestiones emprendidas por el ministro para honrar la deuda, pagar los vencimientos de capital, seguir negociando con el FMI y evitar un inesperado default hacia fines de 2021.

Pero la información económica sobre los DEG, el FMI y su peso en la agenda global financiera no es comprendida con exactitud en ciertos despachos del Senado, un territorio político que Cristina Fernández de Kirchner controla sin socios ni aliados en la coalición oficialista.

En este contexto, y frente al respaldo que Guzmán recibió del jefe de Estado, la bancada kirchnerista del Senado planteó una proyecto de Declaración sugiriendo al Palacio de Hacienda que no aplique los DEG para pagar los vencimientos de capital del FMI que caen por 4.200 millones de dólares en septiembre y diciembre.

Una propuesta política que, aceptada por la Casa Rosada, podría implicar un proceso de default que el Fondo ejecuta cuando un país no paga sus vencimientos acordados al momento de obtener créditos Stand-By o de Facilidades Extendidas.

Y Mauricio Macri cerró con Christine Lagarde que Argentina tiene que pagar en septiembre y diciembre de 2021. Un compromiso incluido en el Stand-by de 2018 que la coalición del Frente de Todos heredó sin beneficio de inventario.

"Es un proyecto de Declaración. Es eso, una declaración. No es una ley: no la tenemos que obedecer...", opinó Alberto Fernández cuando le preguntaron qué pensaba sobre la iniciativa redactada por el senador kirchnerista Oscar Parrilli.

-¿Entonces?- le insistieron en el moderno bar del hotel Eurostars de Lisboa.

El Presidente abrió los brazos, junto los dedos de sus manos al mejor estilo Pascualino Siete Bellezas, y respondió: "De Declaración, ¿me explico?"

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