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Tendencias Rusia

Salvó a un lobo de una muerte segura, lo adoptó para un experimento y ahora no puede vivir sin él: la increíble historia de Iván y su querido Sieri

"Vivir con un lobo es actuar como un lobo", revela en conversación con Clarín.

"Hola, ¿éste es el número de Iván Lébedev?". Ante la consulta, el hombre de Rusia afirma y acto seguido envía una foto con su lobo. En la escena inmortalizada, él lo abraza y sonríe, mientras que el animal, dueño de un pelaje grisáceo y ojos color miel, saca la lengua y parece relajado. Hay una simbiosis natural entre ellos: juntos son felices.

En mayo de 2017, unos granjeros descubrieron una camada de cachorros de lobos abandonados en las afueras de la ciudad de Astracán. Los iban a sacrificar a todos, pero Iván salvó a uno de ellos: Sieri (seryi en ruso, que significa "gris"). Lo adoptó como parte de un experimento, se encariñó y ahora no puede estar sin él: su rutina diaria lo confirma.

"Hay noches en las que duermo solo dos horas. Es muy difícil vivir con un lobo", confiesa el protagonista de la historia mientras conversa con Clarín a la distancia. En Volgogrado, al sur de Moscú, hace (mucho) frío. Allí, Iván, quien trabaja en un geriátrico, vive con su hija Alexandra y dos perros en una casa que adaptó especialmente para su mascota.

En el documental que hizo la cadena Russia Today sobre tu vida, vos contaste que trabajás en un centro para adultos mayores, pero decís que no te gustan las personas. ¿Por qué no te gustan?

-No soy Jesucristo, no tengo que amar a la gente para ayudarla. Si amo a la gente, no puedo hacer bien mi trabajo.

- ¿Qué te da Sieri que no encontrás en las personas?

-El lobo sigue siendo un lobo en cualquier situación. Hacemos todo juntos: paseamos, dormimos, comemos y caminamos.

Iván, de 46 años, contesta en inglés de manera concisa. A veces, emplea términos en español como "amigo". Da la sensación de ser un hombre afable y con buen humor. Su barba lo asemeja a un vikingo. Mide 1.90 m y pesa 100 kg. A pesar de su gran corpulencia, el animal representa un desafío: no se trata de un perro.

En la foto de perfil de WhatsApp, el ruso eligió una imagen de Sieri de cuando era apenas un cachorro. "El lobo se toma todo mi tiempo libre, no puedo ir a ninguna parte", revela. Si Iván no está trabajando, sale a caminar con su amigo de cuatro patas. Y dice que una vez lo hizo durante ocho horas seguidas. "100 kilómetros en cinco días", avisa el hombre con muestras de agotamiento.

Vos explicaste una vez que "los lobos son muy diferentes de los perros, donde un perro pedirá, un lobo exigirá". ¿Qué exige Sieri?

-No se puede obligar al lobo a sentarse y esperar. Si él necesita caminar, entonces lo hace por todo el departamento y araña la puerta y muerde las paredes. El lobo puede aprender a ejecutar cualquier orden a cambio de comida, pero es más fácil para él tratar de quitarme esta comida.

-¿Cómo es Sieri? ¿Qué se siente vivir con él?

?Es muy inteligente y por lo tanto muy independiente. Sieri es curioso, entrenado y activo. Vivir con un lobo es actuar como un lobo.

En su página web aclarás que Sieri es parte de un experimento... estás tratando de "crear un híbrido avanzado de perro-lobo con cualidades pronunciadas que pueda colaborar con los equipos de rescate". ¿De qué manera lo haría?

-El híbrido de un lobo y un perro tiene un sentido de la intuición, la inteligencia y la resistencia mucho más desarrollado que el de los perros (?) Se utiliza a menudo en servicios especiales y para proteger las fronteras estatales. Si lo consideramos como una mascota, entonces es un excelente defensor de los dueños, así como de su propiedad.

Una vez, Sieri fue protagonista de un episodio en el que mordió a una chica. Y algunos consideraron que necesitaba llevar un bozal. "Ella corrió hacia el lobo y extendió su mano, quería acariciarlo. Intenté detenerla, le grité que no la tocara. El lobo se asustó y la mordió. No le pongo un bozal porque es difícil que respire bien con eso. La Ley Animal permite que el lobo camine sin bozal", afirma.

Iván cuenta que intentó comunicarse "varias veces" con distintas organizaciones para que lo ayudaran a encontrar un espacio "semi-natural". Sin embargo, aclara que sus pedidos "fueron ignorados".

El hombre sueña con comprar un terreno amplio y mudarse allí, un lugar donde su querido amigo viva en mejores condiciones. Pero reconoce que aún no le alcanza la plata. "Sieri no puede vivir en la naturaleza, tampoco en el zoológico. No hay centros de rehabilitación de fauna silvestre en Rusia", comenta.

-¿Cuidarías de Sieri para siempre? ¿Incluso si eso significaría sacrificar demasiado en tu vida?

-Sí, me quedaré con Sieri para siempre. Viviré con él para siempre. Es parte de mi familia.

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