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Sociedad Catamarca. Histórica edición, en la virtualidad

Emotivo homenaje a teleras en la Fiesta Nacional del Poncho

Durante la sexta jornada de la histórica edición N° 50 se brindó un merecido y emocionante reconocimiento a la mujer catamarqueña, que se conjugó -en otro momento- con un atractivo desfile de ponchos que sirvió a modo de homenaje a aquellas inolvidab

Através de una puesta en escena que se denominó "Catamarqueñas", Rafael Toledo volvió a destacarse y emocionar al público por medio de un trabajo que tuvo como objetivo reflejar la tenacidad, vocación y apego a los valores de la vida por parte de emblemáticas mujeres que dejaron una imborrable huella en distintos puntos de la geografía catamarqueña y que iluminan el camino de las nuevas generaciones. 

El show abrió con el tema "La Tejedora", donde evocó la eterna figura de la artesana tinogasteña Aldacira Flores, mujer que con su arte textil contribuyó al crecimiento del festival desde su primera edición. Luego, fue el turno de la canción "Cuanto Trabajo" que permitió conocer la historia de Olga Márquez de Aredes en la intensa búsqueda de su marido desaparecido durante la época de la Dictadura Militar.

Fiel a su costumbre y siempre revalorizando la música autóctona y la identidad del pueblo catamarqueño, su show tuvo continuidad con "El Cielo de La Paz", un tema con el que hizo referencia a la incansable labor de la maestra rural lapaceña Catalina "Negrita" Bazán; para cerrar con "Camino a Chuquis" y otorgarle brillo a la tarea cotidiana que despliega en la puna catamarqueña doña Lorenza Mamaní, conocida como la última diaguita y que de manera solitaria habita en aquellos agrestes paisajes ubicados a más de tres mil metros de altura. De esta forma, demostró una vez más la calidad de su arte y su sensibilidad y conocimiento de Catamarca y de su gente.

Previamente, la fiesta en su formato virtual había iniciado con un desfile de ponchos que permitió mostrar ese fino arte textil que dio vida a la fiesta más emblemática de Catamarca. El desfile se realizó desde los escenarios naturales del Dique El Jumeal, La Cuesta El Portezuelo y la Plaza de La Alameda y mostró prendas de los diseñadores Atilio Páez, Carmen Romano y Ruth Reinoso y la totalidad de los ponchos que resultaron ganadores en cada edición de la Fiesta del Poncho, desde 2012 al 2019.

La muestra tuvo la particularidad de presentar una pasarela con carácter inclusivo, posibilitando mostrar al mundo una prenda por excelencia a través de la participación de distintos sectores de la sociedad y matizado con el aporte para este segmento del locutor nacional Maximiliano Trejo.

Otro momento especial de la noche se generó cuando la voz femenina llegó de la mano de la cautivante propuesta artística de Loy Carrizo, una cantora oriunda del departamento de Pomán que debuto artísticamente en el Poncho 2017 y que, en esta edición, plasmó su sello con composiciones propias como "Añorando Catamarca", el ritmo en chaya "Sangre I´ Carnaval" que busca reflejar el color festivalero de la principal fiesta popular de su tierra natal, "Me Cansé" y un cierre con "Vestida con tus besos".

La delegación proveniente de Santa María desplegó su canto y danza tradicionales, a través de un cuadro artístico que contó con la participación de importantes voces y bailarines, entre los que se destacaron los sonidos que emergen del exquisito violín de Germán Cano y el color aportado por el ballet Arany Kuy. También se sumaron músicos como Diego López, Fernando Córdoba y Gustavo Gómez. Una presentación digna de la tierra en la que surgieron íconos del folclore catamarqueño como lo fueron Margarita Palacios y Manuel Acosta Villafañe.

Más tarde fue el turno del conjunto Belén Parma Trío. La joven y experimentada cantora catamarqueña lidera una formación en la que está acompañada por la cantante y bajista Vanesa Martínez y el percusionista Javier García. Esta agrupación ha accedido a reconocidos escenarios en el último tiempo, incluso con presentaciones en Uruguay y una participación en la TV pública nacional. A través de una propuesta que demuestra un crecimiento constante, propuso temas de su autoría (que incluyó la cueca "La Mistura") y amalgamó un viaje musical que permitió el disfrute del público que siguió la transmisión en vivo desde las redes sociales, canales de televisión y radios.

El departamento Belén dijo presente en el Poncho Virtual a través de una delegación artística proveniente de las jurisdicciones de Pozo de Piedra, Hualfín y San Fernando. Por medio de un producto audiovisual de altísima calidad mostró sus costumbres y atractivos paisajísticos. Y en ese contexto, el clima de fiesta fue aportado por el conjunto Los Hilos del Viento, una formación de músicos y cantores provenientes de la localidad puneña de Laguna Blanca que, en esta ocasión y con el liderazgo de Genaro Gutiérrez, ratificó aquella idea original de proponer un proyecto musical con la típica tonada de la Catamarca profunda y con el claro objetivo rescatar y revalorizar la música andina y sus valores identitarios.

El ballet El Malambo -dirigido por el profesor Carlos Desanti- y el Atahualpa Yupanqui -conducido por César Reinoso- se transformaron en las formaciones en danza que le otorgaron brillo, baile y color a una jornada especial del Poncho que, para muchos, fue la ocasión propicia para mostrar su arte luego de tanto tiempo sin poder bailar en escenarios. A ellos, se sumó el aporte musical de Valentín Asesor, que mostró la esencia de la poesía y la música nativa que identifica a su tierra natal: Andalgalá.

Apelando a un estilo propio y con apego al cancionero tradicional, la formación Como Hermanos arribó desde el departamento Fray Mamerto Esquiú y aportó un repertorio estructurado en ritmos de chacareras y zambas que mantuvieron el clima festivalero arriba del escenario del Cine Teatro Catamarca.

Con las voces de los locutores Claudio Veracruz, Lucía Bulacios y Jorge Álvarez, el final de la sexta luna llegó con el ritmo de la música del Litoral argentino a través de un repertorio estructurado en canciones de chamamé, guarachas y los clásicos sapukay que entregó el conjunto Furia Musical y con el cual se cerró una noche que ofreció un espectáculo integral en la que se pudo conjugar esa particular magia que surge de las manos de aquellos artesanos que dedican parte de su vida al trabajo en un telar y la poesía hecha melodía en la voz de sobresalientes exponentes del canto de esta tierra.

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