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Interior General belgrano. INTA

Desarrollan un proyecto con mujeres de Chañar

Las productoras se dedican a gestionar huertas comunitarias.

En el marco de la convocatoria de proyectos con enfoque de género y para jóvenes rurales impulsada por la Dirección Nacional Asistente de Transferencia y Extensión del INTA y la Fundación ArgenINTA, en la provincia de La Rioja, cuenta con un nuevo proyecto con enfoque en los jóvenes aprobado. Este plan fue presentado de manera conjunta con la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, delegación La Rioja.

Se trata del proyecto Fortalecimiento de la producción de las huertas comunitarias "Las Palomas" y "Las Mariposas" de la localidad de Chañar, departamento General Belgrano.  

Mediante este proyecto ocho jóvenes rurales de esta localidad buscan mejorar la eficiencia productiva de huertas comunitarias en la localidad de Chañar, mediante la dotación de equipamiento y mejora de las condiciones de trabajo de los integrantes del grupo, como estrategia para incrementar las ventas. 

Para tal fin se proveerán de herramientas que permitan eficientizar el trabajo de las actividades culturales, disminuir las pérdidas de plantas mediante la instalación de estructuras de protección y proporcionar equipamiento de trabajo que faciliten las labores a campo y brinden seguridad mínima a los productores.

Las jóvenes vienen trabajando desde hace tres años en una huerta comunitaria, donde los terrenos fueron cedidos por dos de sus integrantes, a los fines de disponer de alimentos frescos y sanos para quienes participan en ella.

Originalmente, la producción estaba destinada para el autoconsumo de las familias que trabajaban en la huerta, cuando comenzaron a tener excedentes, decidieron comercializar la verdura en la localidad de Chañar generando así un ingreso extra para la economía familiar. Como actividad complementaria, diversificaron la producción con la realización de plantas ornamentales (rosales) destinados a la venta. 

Para estos jóvenes rurales el acceso a esta propuesta garantiza mayores oportunidades en el territorio y en sus familias. A su vez generan capacidades locales que permiten el arraigo en el territorio, la organización y puesta en valor de los saberes locales y la revalorización del entorno rural que los mantiene. 

La huerta como un espacio de encuentro de saberes y producción de alimentos posibilita que las jóvenes generen conocimientos en el manejo de la producción hortícola familiar.

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