Por JUAN MARCELO SOSA
TÍA FLORA
Tía Flora, lo que habló con Jesús una tarde mientras colgaba ropa en la soga, tenía muy en claro los misterios de la vida. Ella siempre remataba sus frases con acotaciones que nos dejaban helados. Cuando murió su hermana, o sea mi abuela, insistió en rezar un rosario. La verdad es que en aquel momento nadie tenía ganas de otra cosa que no fuera llorar sin taparse la cara. Mientras la congoja se apoderaba de cada uno de nosotros, ella hojeaba muy concetrada un áncora eterno de viejo. El silencio, ese silencio que provoca la muerte, solo era interrumpido por nuestros gemidos y sollozos que se alternaban en un ritmo infernal. Las palabras habían perdido su poder, sin embargo, ella encontró lo que buscaba y muy suelta de cuerpo preguntó:
-Che ¿Qué misterios se rezan hoy?- para luego responderse a sí misma- Ah, mirá justo... los dolorosos.
NOLASCO
Nolasco, el niño tonto, fue feliz aquella mañana. Sentado en su silla bajo la parra pelada, presenció en el silencio insondable de su existencia como todos entraban en la casa para besarle sus cachetes agrietados por el viento maligno de aquel páramo. Sorna de la vida. El pobre nunca imaginó que la causa de tanta alegría no era otra que la muerte de su madre.
COSAS DE MUJERES
Siesta calurosa. Arroyo de Orcómenes. La virginal y aguerrida Artemisa junto a sus doncellas dele que te dele con la esponja, el jabón y el champú de manzanilla. A metros de allí, Acteón, obnubilado, contemplaba la divina escena. Muchacho onanista como pocos. Papá Zeus actúo de inmediato desvirtuando las cosas. Lo que causó su enojo no fue que sorprendieran a la nena en paños menores sino que el joven en cuestión descubriera uno de los secretos mejor guardados en el Olimpo: las diosas también sufrían de celulitis.
EL AUTOR
JUAN MARCELO SOSA es un escritor y docente chamicalense nacido el 20 de octubre de 1976. Comenzó a escribir sus primeras narraciones a temprana edad. A partir del año 2000 comenzó a participar en certámenes literarios en diversos puntos del país tales como Bariloche, Venado Tuerto, Buenos Aires, La Rioja, Aimogasta, Chamical, entre los que se destacan el 1° Premio en el Concurso de Cuentos Cortos de la Feria del Libro La Rioja 2005 "Cuatro Siglos del Quijote" y el 1° Premio en la categoría cuento del IV Certamen Literario "Dr. Néstor Hugo Brizuela" de Aimogasta 2005. Ha colaborado en periódicos, revistas y blogs literarios de Argentina y España.
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