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Cultura Entrevista

En clave de ópera

Con dilatada trayectoria en el género, ocupa un lugar de privilegio, conquistado en base a una meticulosa preparación y un talento innato. Silvana D'onofrio es actualmente la única mujer dirigiendo ópera en el país. Pero es, también, huella en el cam

Por Fernando Viano

Cavallería Rusticana es uno de esos clásicos que atraviesan todos los tiempos y que llegan hasta este hoy para insertarse en un cotidiano voraz, en el que las estructuras de tiempos remotos -algunas aún llamativamente en vigencia- entran en jaque. El convite a la reflexión y a poner la mirada de manera incisiva en un mensaje que, como tal, debe ser especialmente atendido, encuentra en el arte un punto de inflexión para temáticas esenciales como el género y los espacios de poder que viene a establecer, además, una cuestión paradójica en si misma, teniendo en cuenta que la ópera ha sido (y lo es aún, mayormente) un espacio destinado casi de manera exclusiva a la visión directriz masculina. Justo allí, en medio de ese enjambre de tradiciones y costumbres preconcebidas, a las que se suman otros tantos prejuicios históricos, una mujer se abre paso a fuerza de talento innato, constancia inquebrantable y la premisa de decir, como una herramienta siempre precisa a la hora de torcer los designios de un destino en la mayoría de los casos impuesto.

Silvana D'Onofrio estará ejerciendo nuevamente este viernes 13 de mayo su rol de Directora Musical de una de las obras emblemáticas del Verismo Italiano que tuvo su estreno días atrás en el Teatro Empire, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De pie, allí, frente a la monstruosa estructura que supone el armado de una ópera de esas características, puede que probablemente ni siquiera lo note, pero estará escribiendo una vez más un nuevo capítulo para una historia que la tiene como protagonista esencial, en un contexto a todas luces complejo, más allá de los vientos de cambio de los que también forma parte. Alguien le recordará, entonces, que es la única mujer en el país dirigiendo ópera y ella, lejos de contentarse con ese dato esclarecedor, pensará que "es una gran injusticia". 

Nacida en Buenos Aires, Silvana D'Onofrio completó sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, de donde egresó con los títulos de Profesora Artística de Piano y Dirección de Orquesta, siendo además la primera alumna en egresar de esta institución dirigiendo una ópera: Dido y Eneas de Purcell, que años más tarde (el año pasado, para ser más precisos) sería la primera obra en ser estrenada, también bajo su dirección, en tiempos de pandemia. "Teníamos la necesidad de encontrarnos a hacer música. Era tan así que los cantantes ensayaban con el barbijo puesto y no se quejaron jamás", contaba por aquel entonces Silvana. Hoy, al frente de la superproducción de Cavallería Rusticana, se propone narrar la trágica situación de las mujeres (Santuzza, Lola y Mamma Lucía) que solo pueden obedecer a lo que la sociedad de la época y las creencias religiosas imponen sin poder revelarse. En la previa al estreno, y en diálogo con 1591 Cultura+Espectáculos, D'Onofrio trazó las coordenadas de su GPS artístico, un derrotero que persigue un fin determinado y que, en el andar, va marcando las huellas para quienes quieren ser parte del camino del cambio, no por el cambio en sí mismo, sino por la construcción de un universo en el que la igualdad se alcanza y es una realidad factible en base a los sólidos fundamentos que la acompañan y determinan.

¿CÓMO TE ESTÁS PREPARANDO PARA EL ESTRENO DE CAVALLERÍA RUSTICANA? ¿QUÉ SENTÍS EN ESTAS HORAS PREVIAS?

Mucha ansiedad, mucha emoción. Mucho resolver todo, porque es una obra enorme. Para una compañía independiente y para un teatro independiente es complicado. En nuestros espacios todos hacemos todo, entonces todos nos multiplicamos para poder llevar adelante este proyecto tan grande. Pero feliz, porque es un hermoso trabajo.

ES UN MONTÓN IMPRESIONANTE DE GENTE, ¿CÓMO SE HACE PARA MANEJAR TODA ESA ESTRUCTURA?

Yo no siento que haga nada extraordinario; sí me vinculo mucho con todos: con el coro, con los solistas, tengo un trato personal con cada uno. Y yo siento que tengo el compromiso de ellos, de sumar, de hacer lo mejor, no tengo que andar persiguiendo a la gente para que haga las cosas. En general todos se ponen a colaborar porque entienden cómo es el proyecto. Cuando vos ves la puesta, parece una puesta profesional, pero en realidad está todo hecho en forma independiente.  

LA PANDEMIA PLANTEÓ UNA SERIE DE DESAFÍOS, ESPECIALMENTE EN LO QUE A EXPRESIONES ARTÍSTICAS RESPECTA Y MUY ESPECIALMENTE EN RELACIÓN A PUESTAS EN ESCENA COMO ESTA ÓPERA. DIDO Y ENEAS FUE LA PRIMERA OBRA ESTRENADA EN PANDEMIA Y AHORA ESTA NUEVA APUESTA. ¿EN CUÁNTO HAY QUE PENSAR ANTES DE TOMAR LA DECISIÓN DE HACER UNA PUESTA DE ESTAS CARACTERÍSTICAS?

En realidad, pienso primero en el deseo que tengo respecto de la obra; no hago obras que no tenga ganas de hacer. Luego pienso en si puedo tener a la gente con la que yo quiero trabajar. Voy llamando, proponiendo el proyecto y si veo que armo el equipo, ahí salimos. Armar el equipo me lleva tres o cuatro meses, hasta que digo 'voy a tener los solistas que quiero, puedo juntar a la gente del coro con la que a mi me gusta trabajar', porque más allá de la cuestión musical uno tiene que armar un grupo que funcione humanamente; eso cuando hay mucha gente es fundamental. Entonces si logro armar el equipo ahí salimos y no importa si es muy chiquitita la obra o si es Cavallería Rusticana que en algún momento vos decís...¿podré, no podré?

¿POR QUÉ ELEGISTE ESTA ÓPERA? 

Hace muchos años que quería hacer Cavallería y siempre tenía la sensación de que no estaba a la altura de la obra, que me faltaba recorrido para abordarla, y el año pasado dije este el momento, tengo los cantantes, para hacerla, tengo el coro, que armar el coro es una cosa muy difícil. Me había quedado un muy buen coro de Dido y Eneas y dije 'tengo este coro, tengo que aprovechar este momento'; tenía una base importante que me permitía hacerlo. Aparte creo que a esta altura tengo la madurez del recorrido, la madurez intelectual para abordar la obra y todavía soy relativamente joven para poder hacerlo, porque es una obra que implica mucho desgaste físico. Hago la Dirección Musical, pero de repente hay que comprar las telas para el vestuario y me voy con la vestuarista a comprar las telas para el vestuario. Hay que estar en muchas cosas.

EN ALGÚN MOMENTO SEÑALASTE QUE "EL ARTE NARRA LA HISTORIA Y NOS INFLUENCIA SIEMPRE DE MANERA POSITIVA" Y MARCASTE TAMBIÉN QUE "EL ESTUDIO DE UNA ÓPERA ES MUCHO MÁS QUE LA MÚSICA, ES ENTENDER PROCESOS SOCIALES Y CULTURALES", ¿QUÉ SENTÍS QUE ESTA OBRA PUEDE OFRECER AL PÚBLICO EN ESTE MOMENTO DE NUESTRA HISTORIA Y FRENTE A LOS PROCESOS SOCIALES Y CULTURALES POR LOS QUE ATRAVESAMOS?

De esta ópera en particular he visto muchas puestas muy hermosas, y hasta hace algunos años tenía esta cuestión de que tenías a Santuzza que era la mujer engañada, que era la protagonista buena, y Lola, la engañadora, que era la antagonista mala. Y a mí me parece que con las nuevas corrientes y la nueva mirada que hay sobre la mujer y la mujer en perspectiva, en esta ópera no hay personajes buenos y personajes malos, hay mujeres que viven como pueden y como la época y el contexto social les permitía vivir. De repente tenés a finales del siglo IXX, en un pueblo del sur de Italia, a una mujer que estaba excomulgada porque vivía en concubinato con un hombre; ahora, ese hombre en realidad estaba enamorado de otra mujer que estaba casada y se vuelven amantes porque el amor, más allá de que Santuzza sea una buena mujer, el amor entre Turiddu y Lola es, y ante eso no hay nada que hacer. Y Lola era una mujer joven, cuyo padre en un acuerdo matrimonial la había casado con quien consideraba conveniente, no con quien ella quería casarse. Entonces ella, casada con un hombre que no quería, enamorada de otro hombre, qué hizo, tuvo un amante. No tenía la opción de dejar al marido e irse con su amor, eso no existía. Entonces, de algún modo los personajes, femeninos y masculinos, obran en ese contexto y como pueden. Porque también la cuestión de los hombres de dirimir a cuchillo el honor era algo impuesto. El hombre tenía el deber de defender su honor a cuchillo. Es una narrativa de ver cuál era el contexto en que las sociedades debían funcionar. Aparte esta obra transcurre en el día de Pascua, con todo el peso simbólico de la religión, Me parece que cuando vos entrás en el mundo de la ópera, entrás a contar no la minucia del engaño, sino ese combo social en el cual los personajes funcionan y que nos permite entender de dónde venimos.   

DE ACUERDO CON TU MIRADA Y TU EXPERIENCIA, ¿UNA OBRA SE VA MODIFICANDO CON EL CORRER DEL TIEMPO? ¿ES FACTIBLE ADAPTARLA A LOS TIEMPOS QUE CORREN EN CUESTIONES ESENCIALES COMO LA DE GÉNERO Y LAS MUJERES EN LOS ROLES DE PODER, POR EJEMPLO?

A las obras que son clásicos como Cavallería o Dido y Eneas que es de 1600, vos la ponés ahora y tenés cosas de la actualidad para contar. Lo clásico es eso, te permite darle una lectura en el contexto en que vos estés y siempre vas a encontrar cosas nuevas. Yo no soy partidaria de las puestas en las que Santuzza viene vestida tipo rolinga, esas cosas más modernas, respeto a la gente que lo hace, pero no es lo que a mí me gusta. A mí me gusta estar más ceñida a lo que la partitura me propone. Ahora, ese estar ceñida a lo que la partitura me propone a mí no me impide tener una lectura en perspectiva de la obra. Y en perspectiva de la obra hoy, en 2022, yo entiendo que esos personajes funcionaban así porque la sociedad no les proponía, sino que los obligaba a funcionar así; esa es la lectura que yo quiero dar y simplemente a eso una lo tiene que trabajar con los solistas, con el coro, y los personajes tienen que estar convencidos de que tienen que narrar eso y no tenés que cambiar nada. Podés tomar los mismos tempos, los matices; sin embargo, la intención es contar esto. 

TAMBIÉN TU PERSPECTIVA ES DIFERENTE A LO LARGO DEL TIEMPO QUE VAS ADQUIRIENDO TU EXPERIENCIAS...

Si, absolutamente. Esta obra es la primera vez que la hago, pero Dido y Eneas la temporada pasada para mí ya era la tercera puesta en escena. Las tres veces la dirigí de manera diferente y las tres veces conté cosas diferentes porque estaba en otro estadío.

YENDO UN POCO HACIA ATRÁS EN EL TIEMPO, JUSTAMENTE, ¿CÓMO FUE QUE FUISTE DESCUBRIENDO EL MUNDO DE LA MÚSICA?

Creo que viene de lejos. Mi tío tocaba en el grupo de la guitarrista Pascual Nava que fue una leyenda, él fue un extraordinario guitarrista. Y mi abuelo por parte de papá tenía abono en el Colón, y era aficionado, tocaba el violín. Tengo una cadena que me viene por ahí. De todos modos, yo elegí estudiar música cuando era grande, al finalizar el secundario, no antes. Sí tocaba el piano, y esas cosas, porque como uno iba a inglés, a dibujo, iba a piano. Sí recuerdo que un día lo vi a Ricardo Mutti y dije, yo quiero hacer esto que hace este señor. Eso fue como un disparador. Después entré al conservatorio, me formé y se abrieron cosas muy interesantes. Me formé en el conservatorio Manuel de Falla con grandísimos maestros y le debo mucho más que la formación musical al conservatorio.

¿HAY ALGUIEN QUE TE HAYA DEFINIDO PARTICULARMENTE EN TU VIDA, MUSICALMENTE HABLANDO?

Tuve dos maestros, muy importantes para mí. Uno es Claudio Espector, con quien ahora tengo la alegría de colaborar y Fernando Maglia que fue un compositor que me enseñó a abrir una partitura y entender que es lo que la partitura me ofrecía. Ellos fueron centrales en mi formación. Después tuve grandísimos maestros como Virtu Maragno, García Morillo, Roque de Pedro, todos me aportaron algo definitivamente.

¿CUÁNDO FUE QUE SENTISTE O DESCUBRISTE QUE LO TUYO PASABA POR DIRIGIR?

Entré a estudiar música porque lo vi a Mutti y quería ser directora. La dirección es una carrera de posgrado, vos antes tener que haber hecho algún instrumento. Yo tocaba el piano. Empecé a estudiar piano y tenía dotes para ser pianista, entonces mi profesora un poco me convenció de para qué iba a estudiar dirección si con el piano tenía muy buenas posibilidades. Después ocurrió, como decía mi abuela, que Dios escribe derecho sobre renglones torcidos, que me lastimé la mano derecha y estuve mucho tiempo sin poder tocar y en ese tiempo dije tengo que poder hacer algo con la música que no sea tocar el piano. Y ahí volvió a aparecer esto: yo había entrado al conservatorio para estudiar dirección, no para ser pianista y reoriente. Después mi mano se recuperó, pero ya estaba encaminada en otro lugar. Empecé a trabajar como pianista acompañante en cátedras de canto y ahí me vinculé con los cantantes y se armó el combo de la dirección, más los cantantes, vino la ópera. 

CON ESPACIO PROPIO

Desde muy pequeña, tal como ella misma lo cuenta, la música fue una experiencia cercana que fue definiendo el devenir de sus días. Ese amor y esa pasión fueron creciendo con el correr de los días, hasta convertirse en una elección de vida que renueva en lo constante y a medida que va dejando su impronta en cada nuevo proyecto que encara, al igual que en su tarea como docente en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Sin embargo, puede que nunca haya imaginado siquiera que su labor trascendería más allá de los eventos puntuales, para ubicarla en un sitial de privilegio, aunque no por azar o por suerte, sino por claros merecimientos que le otorgaron su espacio propio.

TE LO DEBEN HABER PREGUNTADO MIL VECES, PERO QUÉ TE GENERA EN LO PERSONAL SER EN ESTE MOMENTO LA ÚNICA MUJER DIRIGIENDO ÓPERA?

Me parece que es una gran injusticia, que deberíamos ser más, Lo que pasa es que el camino de los organismos oficiales es muy complejo y casi cerrado para las mujeres; podés tener un cargo de Preparador, pero estar al frente es una cosa que todavía no está ocurriendo. En el caso mío, ante esa alternativa, generé mi propio espacio y tuve la fortuna de que en 2019 pude encontrarme con Antonio Leiva, que me abrió las puertas del teatro Empire, y hoy soy la Coordinadora Musical. De algún modo él me dio en el Teatro Empire ese lugar que no encontré en ningún otro; es como que se fueron conjugando esas cosas. Tengo este espacio porque el Teatro Empire me abrió sus puertas y confió y me deja hacer. A lo mejor debería haber muchos Antonio Leiva dando vueltas.

PERO VOS TAMBIÉN HICISTE LO TUYO...

Obviamente. Llevar adelante un proyecto como este son muchísimas horas de trabajo y aparte soy docente; soy Profesora de Música en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Esto para mí son muchas horas de trabajo, porque la escuela es muy importante y exigente para todo, para los alumnos y para los profesores. Fuera de la cantidad de horas que yo trabajo como un docente cualquiera, agrego una cantidad enorme de horas de trabajo. Es un esfuerzo que hay que estar dispuesto a hacerlo, de eso si soy consciente. También soy consciente de que yo amo hacer esto, entonces no me pesa el esfuerzo. 

¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE GUSTA DE DIRIGIR? Y PARA LOS QUE NO SABEMOS, ¿CÓMO ES EL PROCESO?

A mí lo que más me gusta de dirigir es ensayar. Siempre cargo a los cantantes y a los coreutas porque cuando terminamos el ensayo general les digo 'yo el sábado no vengo' (risas). Para mí, cuando terminaron los ensayos, terminó mi trabajo. Mi trabajo es el que ocurre en estos cinco meses que tuvimos de ensayos muy intensos y de hacer el ensayo, de volver a casa y ver qué es lo que no funciono y buscar la estrategia, que a veces la estrategia no es solo musical. Es la búsqueda del detalle permanente, eso a mí me encanta. Cuando eso terminó, yo voy a dirigir la función, pero tengo la sensación de que ya está, de que mi trabajo ya terminó.

¿DORMÍS EN ALGÚN MOMENTO?

Ya hace como 15 días que duermo poco, porque hay mucha ansiedad...

¿CÓMO TE DEFINIRÍAS COMO DIRECTORA? ¿CUÁL ES LA MANERA EN QUE TE GUSTA TRABAJAR? ¿TENÉS ALGUNA FÓRMULA EN PARTICULAR, O CADA OBRA TE PLANTEA UN DESAFÍO DIFERENTE?

Con los años uno aprende. Creo que lo principal es ser ordenado, saber organizar los ensayos. Lo que siempre cuido es que mis cantantes no vengan a perder el tiempo a un ensayo conmigo. A veces lo lográs, a veces es difícil, pero cuando arranco soy muy ordenada. Entonces yo mando a mi coro un plan de ensayo y ese plan de ensayo se cumple a rajatabla y con los solistas lo mismo, y con la orquesta lo mismo. Yo trato de ser ordenada y eso es como más del 50 por ciento del trabajo; el orden en un proyecto grande es fundamental, y soy ordenada para estudiar, yo estudié antes de empezar a ensayar. Después sigo, porque vas viendo y vas creciendo también, pero la obra la tenés que tener sabida antes de arrancar. 

IMAGINO QUE, ADEMÁS, CADA PERSONA CON LA QUE TRABAJÁS TE DEBE DEMANDAR UNA ATENCIÓN PARTICULAR...

Aparte hay otra cosa que a mí me gusta; yo trabajo hace muchísimos años con Elisa Calvo que es la prima donna del teatro Empire Yo coordino con ella antes, hablo con ella antes qué es lo que ella piensa del personaje que va a hacer, compartimos, intercambiamos mucho sobre qué deseamos del personaje y llegamos a un acuerdo en común. No sirve que vos le digas al cantante qué es lo que vos querés; vos tenés que hacer que el cantante quiera lo que vos querés, porque si el cantante no está convencido de eso, es muy difícil, por más buena voluntad que ponga. El cantante tiene que sentir que necesita contar eso mismo que vos querés contar. Eso es mucho café, mucha charla previa incluso antes de abrir la partitura y empezar con lo música. Eso para mí es muy importante.  

AFIRMASTE EN ALGUNA ENTREVISTA ANTERIOR QUE REALIZÁS OBRAS EN LAS QUE TENÉS ALGO PARA DECIR, ¿CUÁL CREES QUE ES EN ESTE CASO EL MENSAJE?

Yo siempre pongo el foco en los personajes femeninos, porque me interesan. En este caso me interesa contar que no hay un personaje bueno y un personaje malo; que en realidad estas tres mujeres, la mujer, la amante, la madre, viven como los hombres les permitían vivir. Ese es mi foco en este relato. 

CONSIDERÁS QUE ES FACTIBLE LLEVAR LA ÓPERA A TODO EL PAÍS?

Me gustaría poder hacerlo; lo que pasa es que eso es muchísimo dinero, ese es el punto. Vos podés llevar la obra y decir yo no voy a ganar dinero con esto, pero movilizar un coro, orquesta, escenografía, vestuario, todo eso tiene un costo. A veces lo que ocurre es que te invitan, pero alguien tiene que poner el dinero para que uno vaya. A veces me doy cuenta que no hay dimensión del costo operativo de una ópera. Hay un costo mínimo que en líneas generales cuando vos hablás con algunos teatros, no quieren correr con eso. Uno tiene que tener determinados costos asegurados.

SI NO HICIERAS ESTO QUE HACÉS, ¿QUÉ OTRA COSA HARÍAS? ¿LO PENSASTE ALGUNA VEZ?

Yo pinto, aparte. No digo que soy artista plástica, porque eso es para otra categoría. Pero si expuse obras en Europa y he ganado algunos premios y me ha ido bastante bien porque tengo una excelente maestra siempre acompañándome. Creo que la pintura sería otro lugar. Pero me pasa que yo me siento músico, entonces ante la elección siempre la música corre primero. Algo que siempre digo a Francis, mi maestra: 'vos no sabés cuánto me mejoraste la música pintando'. El trabajo plástico me abrió otro espacio de entendimiento. Si no pudiera hacer esto me dedicaría a pintar. 

¿Y AL MARGEN DE TU OBRA, TE PONÉS EN SITUACIÓN DE ESPECTADORA? ¿CÓMO SOS COMO ESPECTADORA? 

Depende de lo que vayas a ver. Yo voy a ver los espectáculos de otros compañeros míos de otras compañías independientes y no puedo evitar verlo y entender el esfuerzo que hacen para hacer la puesta. Primero tenés que ser consciente de eso, porque no se puede exigir lo mismo en una obra independiente que en una obra que se pone en el Teatro Colón, que tiene un presupuesto exorbitante. Los parámetros de exigencia son absolutamente otros. En líneas generales trato de ver, de disfrutar y de emocionarme con lo que veo. La realidad es que el teatro independiente y la opera independiente hace cosas de muy buena calidad.

¿QUÉ OBRA, QUÉ ÓPERA TE GUSTARÍA HACER?

Me gustaría hacer, por ejemplo, 'El niño y los sortilegios' de (Maurice) Ravel que está más dedicada al público infantil, pero yo en una época hice opera para niños; me gustaría volver a ese lugar. No sé si es algo que lo voy a poder hacer, pero últimamente me da vueltas en la cabeza. Hay dos obras más que me gustaría hacer: el 'Wozzeck' de Alban Berg y el 'Eugenio' de Chaikovski; serían dos obras que me gustarían, pero creo más factible hacer primero el Ravel. 

COMO HICISTE REFERENCIA ANTERIORMENTE, "DIOS ESCRIBE DERECHO SOBRE RENGLONES TORCIDOS", SOLÍA DECIRTE TU ABUELA CUANDO ERAS PEQUEÑA, ¿CÓMO APLICA ESA FRASE EN ESTOS TIEMPOS?

A veces uno tiene que ser perceptivo a lo que la vida te ofrece. Soy de las personas que se pone objetivos y va para adelante, pero a veces uno tiene que percibir lo que pasa alrededor de uno y si eso que tenés como objetivo es realmente lo que vos deseas, porque a veces lo racional no va con lo emocional y lo sensorial. Hay que estar dispuesto a escucharse uno.

ES UN PROCESO ARDUO, COMPLICADO...

A veces pasan cosas en la vida que te ubican en el lugar que debés estar...

CREES EN ESO, EN QUE PUEDE OCURRIR...

Si, absolutamente. Uno tiene que ponerle acción, pero también tenés que estar perceptivo a lo que pasa alrededor. 

SOBRE SILVANA D'ONOFRIO 

Nació en Buenos Aires. Completó sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música "Manuel de Falla", egresó con los títulos de Profesora Artística de Piano y Dirección de Orquesta, siendo la primera alumna en egresar de esta institución dirigiendo ópera (Dido y Eneas de Purcell). 

Es docente titular en el Colegio Nacional de Buenos Aires y pianista acompañante en el CSMMF. En 2016 su trabajo "Maestros Argentinos" recibe la "Mención de Honor" en el TIM (Torneo internacional de música) realizado en Turín Italia. En 2018 el "Museo del gueto de Terezin" recibe el trabajo musical y plástico realizado por la compañía y su directora Silvana D'Onofrio sobre el melodrama "Terezin, ayer y hoy" de N. Gómez, incorporándolo al patrimonio cultural del museo. El mismo año la compañía "Música en escena" y su directora reciben "La bandera de la paz de Nicolás Roerich" otorgada por la fundación internacional "Mil milenios de paz" por la enorme dedicación en pos de la difusión de la cultura y la música. Es directora y co-fundadora de la compañía "Música en escena".

Desde 2019 acompaña a Antonio Leiva como productora musical en las producciones de Teatro Empire: El Reñidero y Lección de Anatomía. 

En el 2021 recibió el diploma "Cuore di Donna International Award" Greast Honor Artist (ROMA 2021).

ESPECTÁCULOS EN LOS QUE PARTICIPÓ

Cavalleria rusticana (Diseñadora de vestuario, Directora musical) // Tardes de Música en el Foyer, Recital de violín y piano (Coordinadora general) // Tardes de Música en el Foyer con los Jóvenes Destacados de la Fundación MUSIZAP (Coordinadora) // Tardes de música en el Teatro Empire (Piano, Coordinadora, Directora musical) // La Lección de Anatomía (Música original, Diseñadora, Entrenadora vocal) // Dido y Eneas (Puesta en escena, Directora musical) // El Reñidero (Productora musical, Asistente Vocal) // Encuentro con Mozart | Selección de Bodas de Fígaro y Flauta Mágica (Directora musical) // La Voz Humana (Directora musical) // Suor Angelica (Diseñadora de vestuario, Diseñadora de escenografía, Puesta en escena, Directora musical)

Todo anda fenómeno (Música) // Terezin (Productora general, Puesta en escena, Directora musical) // La Flauta Mágica (Directora musical) // Bastián y Bastiana (Directora musical) // Terezín (Directora musical) // Hänsel y Gretel (Directora) // Bastián y Bastiana (Directora) // Amahl (Directora musical) // Maestros argentinos, poetas y músicos (Música) // Dido y eneas (Directora musical) // Suor angelica (Entrenadora vocal) // El maestro de musica (Directora musical) // Suor angelica (Música).

CAVALLERIA RUSTICANA

Luego del éxito de Dido y Eneas, primera ópera estrenada en pandemia, Música en escena y Teatro Empire presentan Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni. Silvana D'Onofrio junto a Antonio Leiva se proponen narrar la trágica situación de las mujeres (Santuzza, Lola y Mamma Lucía) que solo pueden obedecer lo que la sociedad de la época y las creencias religiosas imponen sin poder revelarse. Los hombres: maridos, hijos o amantes toman decisiones sobre sus vidas sin que ellas puedan hacer nada para modificarlas.

Cavalleria Rusticana es una de las obras emblemáticas del Verismo Italiano. Compuesta por Pietro Mascagni (1863 – 1945) sobre textos de Giovanni Targioni Tozzetti ( 1712 – 1783) y Guido Menasci (1867 – 1925). Cavallería se basa en un texto del novelista Giovanni Vega. 

En un pueblo del sur de Italia a finales del siglo XIX, el día de Pascua, el amor, la traición y el honor desatan una verdadera tragedia, teniendo como epicentro la Piazza central y su iglesia. La obra comienza con una Santuzza, que ha sido excomulgada por haberse entregado a su amante sin haber recibido el sagrado sacramento del matrimonio, descubriendo que Turiddu, la engaña con su antigua novia, Lola. Tras la negación de Turiddu, este la abandona para correr a los brazos de Lola. Santuzza en una medida desesperada decide hablar con el marido de Lola, Alfio, y es así que la tragedia comienza a cerñirse sobre los personajes.

FICHA TECNICA

Título: Cavalleria rusticana

Autor: Pietro Mascagni

Elenco:  

Santuzza: Elisa Calvo - Susana Palomeque Flores.

Turiddu: Germán Polon - Matías Klemm

Alfio: Leonardo Estévez - Jorge Balagna

Lola: María Laura Weiss

Mamma Lucia: Alicia Aldicin - Cristina Wasylyk

Coro de la compañía Música en escena: Sopranos 1: Silvia Gonzales, Melina Otero. Lena Solesky, Martina Gioiosa, Carolina Béjar, Paula Larriqueta y Analía Cobas // Sopranos 2: Florencia Corbalán y Cecilia Mailén Otero // Mezzos: Mariangeles Notta, Romina Maggi, Mariana Artaza, Laura Aranda, Rocío Belén Moragues, Patricia Salanueva y Patricia López // Tenores 1: Pablo Cena, David Reinhardt, Claudio Pérez y Ezequiel Constantino // Tenores 2: Alejandro Pujalte, Cristian Emmanuel Frenczel, Andrés Buchwald y Eduardo Bourdieu // Bajos 1: Alberto García Fernández, Rolando Llamus y Enzo Dupré // Bajos 2: Agustín Adúriz-Bravo, Gabriel de Dios, David Leonardo Bautista Camacho y Juan José Ghioni // Orquesta: Fundación Musizap (Dir. Mtro. Claudio Espector) // Pianista de ensayo: Mario Dardis // Dirección musical Silvana D'Onofrio // Asistente de Dirección: David Leonardo Bautista Camacho // Regie: Antonio Leiva // Diseño de luces: Stefany Briones Leyton // Diseño de vestuario: Antonio Leiva - Silvana D'Onofrio // Realización de vestuario: Mirta Liliana Palacio // Diseño de maquillaje: Anggie Zamora Valladares // Más Prensa: Analía Cobas y Cecilia Dellatorre.

TEATRO EMPIRE

Hipólito Yrigoyen 1934 - CABA

Funciones Mayo:

Sábado 7, viernes 13 y viernes 20 a las 21 hs

Domingo 15 a las 18:30 hs

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