Escribe FERNANDO VIANO
De pronto algo cambió. Súbitamente y de manera inesperada. Sin previo aviso, sin alertas, sin contemplaciones. Y sin geografía o mapa de ruta. Así, con la fuerza y la determinación de lo que no está al alcance de nuestras manos poder manejar, controlar o ubicar en un sitio específico, determinado que, de alguna manera, permita desarrollar mínimamente la capacidad de comprensión de una humanidad sorprendida y desbordada. De una humanidad descolocada, envuelta ahora en la incertidumbre de su propio no saber qué hacer frente a lo imprevisible que puede resultarnos el mundo, ese mundo al que dañamos sistemáticamente, sin tener en cuenta su amable hospitalidad y su infinita consideración para con nuestra colectiva irresponsabilidad.
Será este, tal vez, el que nos toca, un maravilloso tiempo para reflexionar. Para pensar y repensarnos. Para ver y volvernos a ver. Para reconocernos. Porque si hubiera algo que pueda resultar imperdonable, en este contexto de emergencia en el que nos encontramos, eso sería que una vez que todo esto termine (deseando que sea pronto, por el bien de la salud de todos), continuemos siendo los mismos. Cambiar para que nada cambie es una ecuación a la que con frecuencia asistimos, sencillamente porque no nos gusta eso de salirnos de las zonas de confort. Pero aquí, definitivamente, el mensaje es mucho más contundente y mucho más claro, y a los hechos es de vital importancia remitirse.
Estamos frente a una crisis de inigualables proporciones y dimensiones inéditas, fuera de todo imaginario del que tengamos memoria, incluso superior a la idea de la guerra (cualquiera sea), porque si no nos toca de cerca (como nos ocurre con tantas otras situaciones), difícilmente podamos dimensionarlo. Pero estamos también frente a una oportunidad única e irrepetible de trazar una línea que separe este lado (el lado de lo anterior) del otro lado (el lado de lo que está por venir) y cruzar. Cruzar y entrar a un nuevo orden, de una manera diferente. Cruzar, pero no sin antes entender que debemos cambiar. Y que para cambiar se debe comenzar por casa, sin que el concepto casa haga referencia únicamente a ese espacio en el que nos refugiamos junto a nuestra familia, o en la simple soledad de un cuarto, según sea el caso que nos toque.
Para quienes desde NUEVA RIOJA hacemos 1591 Cultura + Espectáculos este espacio es nuestra casa y es el refugio por el que circunstancialmente pasaron, pasan y seguirán pasando infinidad de artistas riojanos y de tantas otras latitudes, sin importar la faceta cultural a la que se dediquen, sin importar cuánto estén más cerca del Olimpo que de la tierra, y sin distinguir pensamientos o ideologías. A todos, por igual, les abrimos las puertas y los abrazamos, sencillamente porque los sentimos, a todos y cada uno, en su quehacer, fundamentales. Por eso es que, tanto desde NUEVA como desde este suplemento, asumimos desde el primer día la imperiosa necesidad de hacer frente a la pandemia poniendo lo mejor de nosotros, que no es sólo el compromiso con llevar siempre e nuestros lectores la mejor y más completa información, sino también con el ser lo suficientemente sensibles a la realidad como para saber cuándo es el momento de parar la pelota.
Es por eso que, aún cuando desde estas páginas disfrutamos plenamente de poder entrar en contacto personal con nuestros artistas, estar cerca, poder entrevistarlos y agendar para la posteridad un momento agradable compartiendo un café o un mate, resolvimos dejar esa tarea gratificante para otro momento, para cuando todo esto pase, para cuando todo vuelva a estar bien y todos volvamos a estarlo. No encontrarán entonces, queridos lectores, en estas páginas, los tradicionales perfiles de figuras de la cultura riojana. Pero sí encontrarán, en cambio (y como también es habitual a 1591 Cultura + Espectáculos) la generosa invitación a la lectura que es, sin dudas, otra forma saludable de encontrarnos.
Seguiremos aquí. Aún cuando no podamos llegar con la tradicional edición en papel -que dejamos de hacer circular porque es justamente la circulación lo que más facilita a la propagación del virus, aunque algunos aún no logren comprenderlo-, podrán visitarnos en www.nuevarioja.com.ar, donde los estaremos esperando con una completa edición en PDF, desde la cual podrán acceder a todas las notas. Seguiremos aquí. Y los seguiremos acompañando con la misma pasión, el mismo compromiso y el mismo amor con el que encaramos todas y cada una de las ediciones. Desde la primera, hasta la última. Porque cambiamos para que todo cambie. Y para que este momento que nos toca vivir no quede, con el paso del tiempo, sólo en una anécdota, sino que también sea un nuevo punto de partida para la humanidad toda. Y porque estamos convencidos que lo único que no puede cambiar en tiempos de coronavirus, es la pasión, el compromiso y el amor.
Un abrazo.
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