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Espectáculos Tenía 8 años cuando sobrevivió al accidente en el que murió su mamá

Fabricio, el hijo de Gilda, se lanza como cantante

En el choque fallecieron también su hermana Mariel y su abuela, además de tres músicos y el chofer del micro. A sus 34, es papá de dos nenas y el miércoles, al cumplirse un nuevo aniversario de la partida de la artista, realizará un homenaje muy especial

"No podía creer que de mi cuerpo saliera un bebito, es algo mágico, algo especial. Me aboqué a ellos y son elásticos con mi trabajo, me dan libertades, somos compinches, amigos y nos llevamos bien. Mariel tiene 11 y es una señorita, le va bien en la escuela, le gusta leer, andar en bici, es coqueta. Fabricio tiene ocho y es un dolor de cabeza con la escuela, atorrante y comprador, quiero ser rígida pero no puedo porque me compra como él solo puede y es compinche porque le encanta la música, le encanta venir conmigo a los ensayos y creo que tiene una beta artística muy marcada". Así hablaba Gilda, Míriam Alejandra Bianchi, o simplemente "mamá", sobre sus hijos, meses antes de morir el 7 de septiembre de 1996 luego de que el micro que la llevaba de gira chocara. En el incidente fallecieron también su hija y su madre.

Fabricio estaba en el micro y fue uno de los sobrevivientes. De muy chico tuvo que aprender lo a convivir con el dolor y la ausencia tras perder a las tres mujeres más importantes de su vida, su mamá, hermana y abuela. Se quedó al cuidado de su papá, Raúl. En su camino, el legado musical que su mamá le dejó fue una luz. A 26 años de la partida de la cantante que se convirtió en leyenda, él se lanza a la música y su primer tema "Crují", que presentará el miércoles coincidentemente con el aniversario de la ídola, será un homenaje a ella.

"Muchas gracias siempre por el amor y las buenas energías, abrazo enorme, se vienen cosas hermosas", dijo en sus redes al anunciar su nuevo tema. Muchas cosas pasaron desde las fotos de él de niño abrazando feliz a su mamá hasta hoy, pero en su forma de hablar se refleja el mismo amor y pasión que la cantante tropical tenía por la música.

En sus redes, donde promocionó el adelanto de su tema sin mencionar a su mamá, y hasta incluso cambió su nombre por uno artístico, Soy Chio, tiene muy pocos posteos, solo cinco, de los cuales dos se los dedicó a ella. "Yo ya entendí que el tiempo no existe. Que es una construcción humana para medir, de alguna manera, el paso por la vida. ¿Qué es la vida? ¿Es sólo lo que podemos ver, con nuestro finito ojo mundano? En vueltas al sol, hoy serían tus 60. Te abrazo cada día, me abrazas cada día. Brindamos y celebramos este hermoso presente Ma. Miento si te digo que no te extraño, que no me encantaría abrazarte con un cuerpo tanto más grande que el que dejaste acá. Que no me gustaría que las nenas soplen las velitas a upa tuyo. Que no me gustaría mirarte así, cómplice como en la foto. Pero yo sé que estás. Tus señales son precisas. Gracias por nacer, y por ser mi mamá. Feliz eterna vida. Te amo siempre", escribió el año pasado.

Fabricio está en pareja con Brenda, con quien es papá de dos nenas, Delfina de nueve y Lucía de cuatro años. Puericultora y especialista en crianza, en sus redes sociales donde trata temas relacionados con su trabajo, casi no comparte fotos con él pero siempre lo apoya. Hace unos días anunció que se venían cosas muy lindas que aún no podía contar y el fin de semana junto con una foto del músico tocando la guitarra con una de sus hijas escribió: "La historia de superación y resiliencia que construyó siendo apenas un niño es de las lecciones más importantes que la vida me puso en frente".

En más de una oportunidad, ella también lo destacó como padre: "Hoy quiero decirte gracias compañero, marido, novio, marinovio por paternar conmigo. Por estar al pie del cañón. Por ser ese hombro en el que puedo descargar. Por ser ese lugar seguro en dónde puedo mostrarme tal cual soy. Por entendernos sólo con una mirada. Por agarrarnos muy fuerte de la mano en esta ola de la nueva vida. Ya nada es como era. Ya no hay tantos momentos solos, y la serie de la noche la tenemos que ver por separado. La cama se convirtió en nido, y el sillón en vivienda permanente. Quiero decirte que Amo esta versión tuya siendo papá. Me siento orgullosa de haber formado esta familia con vos. Quiero agradecerle especialmente a mi eterno y gran compañero. El mejor padre de todos los posibles para mis hijas".

Fabricio siempre mantuvo el bajo perfil, incluso circularon muy pocas fotos de él en el 2016 Lorena Muñóz dirigió Gilda, no me arrepiento de este amor, con Natalia Oreiro como protagonista.

"Crují", el tema que adelantó y que se estrenará el miércoles, es el primer corte del primer álbum en estudio de Cagnin, quien viene trabajando en él desde hace meses en el proyecto. En ese punto su historia tal vez tenga más cosas en común con las de su mamá que las que parece, ya que ella, aunque siempre supo que amaba la música, comenzó de dedicarse de manera profesional ya de grande, y editó su primer disco, De corazón a corazón, en 1992, a los 31 cuando dio un giro en su vida. Él lo está haciendo a sus 34.

Su voz dulce y su carisma arriba del escenario hicieron que Miriam pronto se destacara dentro del mundo de la música tropical. Al mencionado le siguieron cuatro discos más, La única, Pasito a pasito con Gilda, Corazón Valiente y Si alguien en tu vida. De allí surgieron éxitos y reversiones como "La puerta", "Paisaje", "Fuiste", "Noches vacías", "No me arrepiento de este amor", "Amame suavecito" y "Se me ha perdido un corazón", entre tantos que aún siguen sonando en fiestas.

El 7 de septiembre de 1996 ella viajaba en el micro junto con su banda, sus hijos y su mamá. Se dirigían a Entre Ríos a brindar un show cuando un camión embistió al vehículo, en el kilómetro 129 de la ruta Nacional 12, camino a Entre Ríos. Además de ella, su mamá y su hija, fallecieron tres de sus músicos (Raúl Larrosa, el guitarrista y compositor Enrique Tolosa y el bajista Gustavo Babini), y el chofer.

Los restos de la cantante descansan en el cementerio de la Chacarita, pero al costado de donde ocurrió el accidente, sus seguidores montaron un santuario en el que le dejan flores, rosarios, fotos, pedidos y agradecimientos. Ella se convirtió en mito y hasta se le atribuyen milagros.

"Quisiera no decir adiós. Pero debo marcharme. No llores, por favor, no llores. Porque vas a matarme. No pienses que voy a dejarte. No es mi despedida. Una pausa en nuestra vida. Un silencio entre tú y yo. Recuérdame en cada momento. Porque estaré contigo. No pienses que voy a dejarte. Porque conmigo. Me llevo tu sonrisa tibia. Tu mirada errante. Desde ahora en adelante. Vivirás dentro de mí. Yo, por ti, volveré. Tú, por mí, espérame. Te pido, yo, por ti, volveré. Tú, por mí, espérame. No me olvides", cantaba ella en "No es mi despedida", uno de sus temas más emblemáticos que aquel fatídico 7 de septiembre del 1996 se resignificó. Hoy se convirtió en un himno y seguramente en la carta más especial de ella, para su hijo.

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