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Opinión Un corte en la semana- Escribe: Julio Aiub Morales

El slime

Quien tenga niños en su entorno habrá sentido nombrar el sustantivo "slime". Y habrá visto o tocado esa masa viscosa, informe, que los niños le cambian de color, estiran y masajean a gusto y piacere. Parafraseando la metodología marxista, algunos políticos piensan que la ciudadanía es una "masa" a la cual se le puede dar la forma que se quiera. Pero lo que no saben es que detrás del slime hay fantasmas.

Efectivamente, el slime nació en la Navidad del 76 como un novedoso juguete  pero su mayor fama la logró con la película Los Cazafantasmas en la década del 80 y desde entonces no dejó de invadir todos los hogares del mundo. Así que si ud. es político y piensa que el ciudadano/a es un slime, tenga cuidado porque un cazafantasma puede venir por ud.

Precisamente si hay algo que nadie sabe a ciencia cierta es qué elegirá el slime el domingo 27 de octubre para meter en su sobre. Se estima que la gran mayoría de la ciudadanía ya tiene definido su voto aunque diga lo contrario. Incluso puede contestar una cosa al encuestador y finalmente votar otra. Pero es cierto que hay grandes líneas de acción que cada líder conoce y sopesa como usarlas en estos momentos.

La irrupción de Beder Herrera, blandiendo su lógica bandera de "yo hice (les dí) todo lo que tienen", siembra por lo menos la duda de en cuanto dividirá al voto del PJ. Es esa grieta la que le hace tener esperanzas a Julio Martínez y a Inés Brizuela y Doria, aunque sepan que tienen que llevar el contrapeso de Macri. La oposición sabe que tiene que jugar todo en octubre pues, a diferencia de la Nación, aquí no hay segundas oportunidades. Quien debe estar  haciendo fuerza para que Brizuela y Doria se alce con el triunfo es su suplente, Clara Vega y al mismo tiempo, muchos radicales estarán pensando en Moretti, por aquello de que el que se quemó con leche, ve una vaca y llora.

El bederismo, al no contar con listas propias en la mayoría de los departamentos del interior, tiene que recurrir sí o sí, a su reducido aparato electoral y al apoyo que le puedan dar intendentes y diputados, pero siempre por debajo de la mesa. Aunque esto no sea precisamente un buen ejemplo de ciudadanía, existió y va a seguir existiendo. Perón en las elecciones de 1951, llamó a los peones "a saltar los alambrados" para ir a votarlo, aunque en realidad arregló con los estancieros para que los llevaran en sus camiones.

El voto propio que el bederismo está armando para entregar a sus adeptos, es casi un rompecabezas: voto de Fernández-Fernández, (muchos sin voto a diputados nacionales) más voto de Beder gobernador, más voto de Paredes Urquiza intendente (en el caso de Capital), más la colectora que le guste a cada elector. En el interior, tendrá que poner el voto de Beder más el voto del diputado (en los departamentos donde se elige y con quien haya acordado) más el voto del intendente/a con quien haya acordado o el que le guste al votante, más una colectora de concejales.

Beder sabe que su núcleo duro a vencer es la clase media y sobre todo la femenina. Por eso eligió a la doctora Viñas aunque eso suene contradictorio con los pañuelos verdes. Con lo cual da muestra de que Beder ya tomó postura verdaderamente en un tema muy sensible en el slime riojano.

Pero también sabe o intuye mejor dicho, que la controvertida clase media lo puede llegar a preferir a él antes que a Quintela. Ésta es una de las razones por las cuales el Gitano adoptó cierta "fernandización" de su discurso público, de su manera de relacionarse con la ciudadanía. A mi modo de ver, con inteligencia, porque él necesita romper el techo que le imponía el imaginario público. El mismo motivo la movió a Cristina a seleccionar a Alberto Fernández.

Otra de la limitaciones posibles de Quintela es su poca penetración en el interior para lo cual tiene que jugar sí o sí con los jefes distritales y por eso mismo el pasado domingo por la tarde llegó a Chilecito y mantuvo una serie de reuniones, incluyendo una extensa cena-charla con la intendenta Silvia Gaitán y dirigentes de su sector y después a solas con ella y permaneció en Chilecito hasta el lunes por la tarde.

Otro mensaje hacia la dirigencia del interior, fue la "copia" de la idea de Alberto Fernández de llevar el gabinete de ministros periódicamente al interior para que la gente, pero sobre todo la dirigencia, pueda pedir pero sobre todo exigir respuestas a sus planteamientos.

Lo mismo, pero desde otra vertiente, tiene que afrontar Julio Martínez, pues la frase de que "nunca hizo o trajo cosas" ha calado y tiene que revertirlo. Como se ve, el slime esconde fantasmas. Tal como decía el viejo Carlitos.

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