Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Cultura Teatro

La fecundidad de un clásico

En el 110º aniversario del nacimiento de su autor, Víctor María Cáceres, "¿Lloverá?" volvió a subir a escena a cargo de la Comedia Provincial dirigida por César Torres, convertida en un ejemplo posible de cómo representar los clásicos regionales para nuevos y viejos espectadores. La obra vuelve a escena durante todos los fines de semana de setiembre.

Por Gabriela Borgna

Uno de los problemas que aquejaron históricamente al teatro argentino es que su canon clasificatorio fue escrito desde el puerto de Buenos Aires, con mucho conocimiento de las formas teatrales, pero escaso saber sobre las historias y culturas regionales, en el mejor de los casos. 

Conceptos como teatro situado en su contexto y nuevas camadas de investigadores, académicos o no, han  venido a subsanar los grandes espacios en blanco de la cartografía dramática argentina y sin dudas hay que citar el monumental trabajo que varias décadas atrás inició Osvaldo Pellettieri con su "Historia del teatro argentino en las provincias" publicado en edición conjunta del Instituto Nacional del Teatro y Editorial Galerna, cuyos cinco volúmenes son imprescindibles, e insuficientes, para entender la complejidad de la nación teatral argentina.

En este sentido, la edición conmemorativa de "Obra reunida" de Víctor María Cáceres a cargo de la Secretaría de Culturas de la provincia y el INT viene a subsanar una mínima parte de esa serie de huecos que aún horadan la historiografía dramática nacional. Hubo una edición anterior y parcial, "El teatro de Víctor María Cáceres" (1988), a cargo de la entonces Dirección General de Cultura provincial, hoy prácticamente inhallable. Esa primera edición recopilaba cuatro  de las cinco obras: "De vuelta al nido", "Don Fabián", "¿Lloverá?", "La mía nenna" y en esta nueva edición presentada en el marco de la reciente XXª Feria del Libro provincial  se sumó "Adelaida" que permanecía inédita, gracias al aporte de las tres hijas del autor. 

Pero sin duda, el aporte más importante en términos de política pública teatral fue la nueva puesta en escena de "¿Lloverá?" a cargo de la Comedia provincial dirigida por César Torres, que sucedió el viernes 22 de julio, día del nacimiento de Cáceres.

No es la primera vez que Torres propone este texto a las y los espectadores riojanos y de todo el país. La vez anterior fue en 2004, también con el elenco provincial, que ganó la fiesta que local que anualmente organiza el INT y representó a la provincia en la nacional que se desarrolló en Río Negro. A estas dos hay que sumar el primer rescate de Cáceres en 1982, a cargo de Manuel Chiesa quien puso  "Víctor, el hombre, la tierra", con escenas de las cinco obras, dramaturgia y actuación  de César Torres. El elenco fue el de la Asociación Folklórica Riojana.

Las y los lectores se preguntarán por qué es más importante la puesta en escena de una obra de teatro que la edición de un libro que contenga todas las obras del autor. La respuesta abre varias líneas de reflexión y debate con relación al rol de los elencos oficiales, a un cuarto de siglo de que se sancionara la Ley 24.800 que protege, fomenta e incentiva las producciones de teatro independiente, de larga tradición en todo el país.

Por un lado, los 25 años transcurridos desde la sanción de una ley que establece taxativamente que su destinataria última es la ciudadanía de a pie, permiten hacer un análisis de cuánto y cómo se fue transformando el quehacer teatral. 

Empero el rol de los cuerpos estables también es trabajar para toda la ciudadanía. Entonces, ¿cuál es su función primordial? Tal como marcan las constituciones provinciales, la nacional y los pactos internacionales en materia de derechos culturales, una de sus funciones es la de preservar, hacer circular y poner en valor el patrimonio material e inmaterial de sus diversas expresiones culturales, en este caso la teatral.

Es en este sentido en el que esta nueva puesta en escena de "¿Lloverá?" adquiere un significado mayor al de una mera reposición en una fecha conmemorativa. Escrita en 1949, la obra, que parece transcurrir por un estilo costumbrista, está en línea con las obras de otros autores regionales como el santiagueño Bernardo Canal Feijoó o el catamarqueño Juan Oscar Ponferrada, quienes en el mismo período escribieron "Pasión y muerte de Silverio Leguizamón" (1944) el primero y "El Carnaval del diablo" (1943) el segundo. 

Los tres son parte de una generación de dramaturgos que, con la irrupción del peronismo en la escena política nacional, centraron sus obras dramáticas en el rescate de vidas y tradiciones populares de hombres y mujeres del Noroeste. Los tres, por referirnos solo a ellos, contaban  con una formación académica clásica deudora de la tradición grecolatina, del Siglo de Oro español y de los autores teatrales europeos más destacados de aquellos tiempos como Federico García Lorca.

Sin embargo, esta obra de Cáceres, instalada en los guadales que dejan las sequías en los llanos riojanos, propone una ruptura inquietante con la aparición del personaje de un veterano de la Segunda Guerra Mundial cuyo discurrir filosófico sobre el sentido de la vida y la muerte se sobreimprime a la lucha entre la fe popular de la mayoría de los personajes -que encarnan en un San Isidro Labrador puesto cabeza abajo hasta que llueva -  y la fe en el progreso racional de un ingeniero foráneo y sus máquinas perforadoras. No se trata de que el sueño de la razón produzca monstruos, como en el aguafuerte de Goya, porque esa afirmación iría contra el desarrollo de la obra en la que puede rastrearse el existencialismo sartreano o el del argelino Albert Camus y del entrerriano Samuel Eichelbaum. Pensamiento que no puede entenderse sin los horrores generados por el genocidio de millones de personas producido por el nazismo y sus epígonos.

Es aquí donde brilla la inteligencia de la puesta en escena de César Torres porque ¿cuál es la razón – más allá de la fecha celebratoria – para que un director elija revisitar una y otra vez la obra de un autor "clásico"? Suele decirse, con justeza, que los clásicos lo son porque, no importa cuánto tiempo haya pasado desde su escritura, sus obras nos siguen interpelando como personas en el aquí y el ahora.

Torres, quien eligió esta vez como espacio el patio de la casa señorial que alberga al Mercado Artesanal de la provincia, usa y desdibuja simultáneamente ese código arquitectónico en una  propuesta de espacio vacío, despojado de escenografía. Apenas una gran superficie de tierra amarillenta por la seca en la que los personajes levantan polvo al moverse con una marcación casi coreográfica del director. Los intérpretes nunca salen de escena, apenas dan la espalda al público por los puntos de fuga del espacio en un fresco humano que juega con el binomio presencia / ausencia mientras que las transiciones se marcan con fragmentos de músicas tradicionales cantadas a capela y con caja por una actriz y un actor.

Esta acertada elección de minimalismo contemporáneo para un texto en el que alternan tipos y hablas populares – algunas y algunos de los intérpretes tienen trabajos descollantes – con momentos de reflexión filosófica desgarrada e imágenes físicas y sonoras del cuño onírico, son las que hacen de "¿Lloverá?" un ejemplo de cómo representar –es decir, volver a presentar - a los clásicos regionales de la dramaturgia argentina, cuya virtud de interpelarnos hoy es parte del campo simbólico de las culturas vivas, de las que el teatro es parte.

FICHA TÉCNICA

Mardonio: JUAN JOSÉ HERRERA

Enrique: PEDRO ROMANAZZI

Claribel: VALERIA CASTILLO

Ermelinda: GIANNINA ALLEGRETTI

Esmerenciana: BEBY HEREDIA

Mericia: CHINA DÍAZ

Custodio: FRANCISCO SOTOMAYOR DEL CASTILLO

Marcos: FACUNDO AREDES

Méndez: LUIS ÁVILA

Aparición: IGNACIO GONZÁLEZ

Cantantes: SOFIA PELLIZA, FRANCISCO DEL CASTILLO, IGNACIO GONZÁLEZ

Diseño de vestuario: MARCOS VEGA

Realización: ANA LUZ BUSTOS

Diseño lumínico: CÉSAR TORRES – ANDRÉS MAZA

Luminotecnia: FERNANDO TORRES LEIVA

Sonotecnia: IVÁN SANCEVICH

Maquinaria: ANDRÉS MAZZA

Utilería: FREDDY MERCADO

Producción ejecutiva: ANDREA GORDILLO

Tema Musical: "TONADA SECA" DE JULIO O. CHAZARRETA Y CÉSAR TORRES

Espacio escénico, puesta en escena y dirección general: CÉSAR TORRES

LA AUTORA. Gabriela Borgna es productora, crítica e investigadora teatral. Desde 2015 reside en Catamarca, donde ganó por concurso en dos períodos consecutivos el cargo de productora ejecutiva de la Comedia de San Fernando de Catamarca. Es miembro de la Asociación Profesional de Productorxs Ejecutivxs de las Artes Escénicas (APPEAE) y de la Asociación  de Investigación y Crítica Teatral (AINCRIT). Docente de becarios en producción (INT) de La Rioja y Chaco. Integra el cuerpo docente del Diplomado en Producción que llevan adelante APPEAE,  INT, Facultad de Artes y Diseño (UNCuyo) y Ministerio de Cultura de la Nación. Publica con regularidad en diarios, revistas teatrales y de campo académico. Tiene editado el libro "Lo disperso reunido – 30 años de crítica teatral" (Editorial El Chelko, 2020, Catamarca). En la actualidad prepara un volumen crítico sobre la obra del dramaturgo catamarqueño Ezequiel Soria.

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso