El príncipe Harry asistirá el mes que viene a la coronación del rey Carlos de Inglaterra, pero su esposa, Meghan, se quedará en California con sus hijos, lo que pone fin a meses de especulaciones sobre si asistirían.
Carlos será coronado el mes que viene en una ceremonia llena de pompa, boato y tradiciones que se remontan a 1.000 años, tras los 70 años de reinado de su madre, la reina Isabel, fallecida en septiembre.
El Palacio de Buckingham y un portavoz de la pareja confirmaron que Enrique, conocido como el duque de Sussex, asistiría al evento del 6 de mayo, mientras que Meghan permanecería en California con los dos hijos pequeños de la pareja.
Su hijo mayor, Archie, cumple cuatro años ese mismo día.
"El palacio de Buckingham se complace en confirmar que el duque de Sussex asistirá al servicio de coronación en la abadía de Westminster el 6 de mayo", declaró un portavoz del palacio.
"La duquesa de Sussex permanecerá en California con el príncipe Archie y la princesa Lilibet".
Harry y Meghan renunciaron a sus funciones reales en 2020 y se trasladaron a California, alegando que querían forjarse una nueva vida independiente, libre del escrutinio de la prensa británica.
Ambos acordaron con la familia real que no participarían en ningún evento o gira oficial de la realeza en el futuro, y solo se les ha visto en Reino Unido en un puñado de ocasiones desde que se fueron, incluido para el funeral de la reina Isabel, fallecida tras 70 años de reinado.
Revelaciones íntimas
La tensión no tardó en aparecer tras su marcha y en los últimos meses Enrique ha publicado unas memorias con revelaciones íntimas sobre la familia real británica, mientras la pareja aparecía también en una serie documental de Netflix.
Entre sus muchas acusaciones, dijeron que algunos miembros de la realeza, incluida su madrastra Camila y su hermano Guillermo -el heredero al trono- habían filtrado historias a periódicos sensacionalistas para protegerse o mejorar su reputación.
También dijeron que la familia real había menospreciado el acoso de la prensa a Meghan por motivos raciales como un rito de iniciación y compararon su trato con la intensa intrusión mediática que había sufrido su madre, la princesa Diana, antes de morir.
Algunos medios de comunicación habían sugerido que Enrique quería una disculpa de su familia antes de aceptar asistir a la coronación, un acontecimiento que en Reino Unido será festivo.
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