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Sociedad CATAMARCA

El temporal en Catamarca fue una “tormenta severa” con ráfagas de 101.2 km/h

La especialista Yanina Nieva explicó los detalles del temporal que sorprendió a todos el pasado martes.

El evento climático registrado en la noche del martes generó incertidumbre y diversas teorías entre los ciudadanos y los profesionales en la materia.

La jefa del Departamento de Cambio Climático, Yanina Nieva, licenciada en Geografía y especialista en Evaluación de Impacto Ambiental explicó que se trató de una tormenta severa, que por sus características entraría en la categoría de las “superceldas”.

En este sentido, explicó que “el viento fue de 76 km/h y la velocidad máxima fue de 101.2 km/h”. “Al no alcanzar los 105 km por hora, como lo planteado por la escala Fujita, no podemos definirla como tornado, por lo tanto estamos hablando de una tormenta severa y supercelda”.

La presencia de tiempo severo en nuestro país no es un evento atípico. El desarrollo de tormentas severas es una de las características frecuentes en parte del Centro y Norte Argentino.

Las tormentas severas tienen potencial para producir importantes daños materiales y/o generar amenaza para la vida.

Se llama tormenta severa a aquella que tiene potencial suficiente como para producir importantes daños materiales y/o generar amenaza para la vida. Están directamente relacionadas con fenómenos de alto impacto social, como inundaciones repentinas, granizo de tamaño considerable (igual o mayor a 2.5 cm), actividad eléctrica potente, violentas ráfagas de viento (superiores a 90 km/h) e incluso el desarrollo de tornados.

Para que una “tormenta fuerte” logre ascender de categoría convirtiéndose en “tormenta severa”, no es necesario que se concreten conjuntamente todos los fenómenos anteriormente enumerados. Por ejemplo, no todas las tormentas severas poseen las condiciones atmosféricas suficientes para el desarrollo de tornados, sin embargo las violentas ráfagas que descienden del sistema nuboso (sin necesidad de la formación de una columna de aire rotante que toque tierra), pueden generar escenarios de destrucción total, ratificando el concepto de “severidad”.

Para la formación de una tormenta severa, es necesario que se desarrollen nubes de gran porte e importante desarrollo vertical. Para esto es indispensable que la atmósfera contenga suficiente energía, o sea que la masa de aire debe ser cálida y a su vez contener elevadas cantidades de vapor de agua distribuidas en toda la capa vertical. Además de estas condiciones, se necesita de un “mecanismo disparador” (por ejemplo, el avance de un frente frío), para que el sistema crezca. A su vez no deben presentarse factores que inhiban o restrinjan el desarrollo de la nube hasta su madurez, (como por ejemplo inversiones térmicas en niveles medios de la atmósfera).

Las tormentas severas muestran casi siempre algún tipo de organización de escala mayor a la de las nubes individuales. Se suelen organizar como: una línea, multicelulares, o como una supercelda, que es el sistema con potencial de desarrollo de tormentas severas por excelencia.

Las superceldas

Suelen darse con frecuencia en las grandes llanuras de EE. UU. (en el llamado “Corredor de Tornados”) y en las llanuras pampeanas de Argentina (bautizadas como el “Pasillo de los Tornados”). Presentan un complejo y eficaz sistema de circulación interna de vientos, que le permiten una esperanza de vida prolongada; poseen fuertes corrientes rotatorias que la hacen potencialmente la más peligrosa de los tipos de tormenta convectivas. Se forman en zonas de alta inestabilidad y vientos fuertes en altura, suelen generar granizadas importantes y pueden producir tornados.

Registro Histórico de Desastres en Catamarca

Yanina Nieva compartió los eventos hidrometeorológicos extremos en Catamarca, desde el año 2013, extraídos del Tercer Informe de Adaptación al Cambio Climático:

2014

Hubo una crecida e inundación del río Ambato y río Rincón, afectando las localidades El Rodeo y Siján. Provocó un alud de barro, junto con rocas de gran tamaño que cubrió las ciudades. Daños: 12 víctimas fatales.

En Santa Rosa, tras siete días de precipitación, arroyos y ríos desbordaron.

Daños: anegamiento de casas, autos, negocios y cientos de hectáreas de campos agrícolas. El agua entró a viviendas, hasta un metro y medio. 300 personas evacuadas, otras subieron al techo de sus casas. La localidad catamarqueña de Santa Rosa fue una de las más afectadas.

2015

Crecida extraordinaria del río Bañado de Ovanta. Daños: taponamiento del puente de la Ruta Nº 64, escorrentía de los excedentes hídricos de los suelos agrícolas, anegamiento importante en la localidad. En algunos barrios superó el 1.30 m de altura.

Paclín registró precipitación de 300 ml. de agua en una hora y media. Crecida del río Paclín, afectando la localidad de Balcozna. Provocó inundación y aislamiento de localidades.

2016

Crecida del río El Tala, el Río del Valle y el río Ongolí. Se cerró el acceso a Valle Chico.

2017

Paclín, Valle Viejo, Santa Rosa, FME, Ambato y Capayán. Desde el 20 de abril, se declara “Emergencia y/o desastre agropecuario”, por las intensas lluvias y tormentas que provocaron anegamientos en las explotaciones agropecuarias.

Inundación en Santa Rosa, Capital, Valle Viejo, Ambato y Paclín: precipitaciones mayores a la calculada en una recurrencia de 200 años. Emergencia estructural vial, localidades aisladas por rotura de puentes, badenes y pasarelas.

2018

Los Altos y Bañado de Ovanta, viviendas inundadas, anegamiento de calles.

2019

Inundación en Capayán, Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú (FME). Daños: rutas cortadas, calles y viviendas anegadas.

Quebrada de la Cébila, hubo derrumbes y desbordaron los ríos de la zona, provocando un aluvión de barro, el tránsito quedó interrumpido. Personas aisladas rescatadas por vía aérea Capital, el barrio Santa Lucía Sur con techos y fosas cedieron.

Viviendas precarias afectadas por el ingreso de agua proveniente de la calle y de canales en los barrios de Polcos, Mi Jardín, Moscú, Las Vías y en los asentamientos La Costanera y Los Plateados.

En Fray M. Esquiú, las viviendas se vieron anegadas y colapsaron las fosas.

En Capital y Valle Viejo, inundación más grave de la última década, 90 mm. en una hora. Daños: caída de árboles y cables del tendido eléctrico, daños en viviendas y en uno de los hospitales más grandes de la región. Los espacios más perjudicados fueron los asentamientos.

Fuente: El Esquiú

CLIMA CATAMARCA

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