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Interior Chilecito. Distrito de fiesta

El pueblo de Vichigasta celebró su aniversario

Las autoridades difundieron la salutación oficial para los pobladores.

El intendente de Chilecito, Rodrigo Brizuela y Doria, junto a todos los miembros del Gabinete Municipal saludan a la comunidad de Vichigasta, que en la jornada de ayer conmemoró un año más de su fundación.

Vichigasta es un pueblo de origen indio. Según el profesor Dardo de la Vega Díaz, fue encomienda de la esposa del Coronel Gonzalo Duarte de Meneses en el año 1631. En 1757 comenzó a llamarse "San Buenaventura de Vichigasta". Según algunos historiadores, si bien Vichigasta existía desde tiempos remotos como un Asentamiento Indígena en cuyo frente se encontraba un Cacique (cuyas descendencias se mantienen en nuestro Pueblo en la actualidad) pasó a ser reconocido como una población más organizada por los españoles el día 22 de Junio de 1751, siendo Gobernador Don Joaquín Espinoza y Dávalos, quien entregó los Títulos propios del Pueblo a su Cacique. Vichigasta es un pueblo rico en historia, sus creencias y costumbres se mantienen con los años: el trabajo del algarrobo, árbol sagrado de la diosa Zapam Zucum, sus rústicos pesebres y sus tabiques. Su gran manifestación religiosa es la devoción por su Santo Patrono San Buenaventura. Su templo con el mismo nombre data de aproximadamente de mediados del 1600 y puede considerarse como el más antiguo del departamento. Fue declarado Monumento Histórico Nacional por Ley 24852 del año 1997.Cabe mencionar que Vichigasta es cuna del poeta Horacio Luna Dávila, quien ejerció los cargos de Abogado, Juez Provincial y Juez de la Nación.Hoy podemos decir que es un pueblo agrícola por excelencia, ya que los frutos de su tierra son exportados a nivel mundial.Su cultura sigue vive en cada vecino, en cada joven y niño, heredando la misma de generación en generación.

Tierra de brujasEn Vichigasta, una pequeña localidad de tres mil habitantes ubicada a 40 kilómetros al sur de Chilecito, sus pobladores cuentan convencidos de su veracidad, historias de duendes, brujas, aparecidos y luces malas. Más que el dólar o las elecciones presidenciales, los empecina la lucha entre el bien y el mal. Su imaginario colectivo todavía les permite encontrar agazapado detrás de una piedra al temible Mikilo, el duende roba niños, o ver a mujeres suspendidas en el aire entre las copas de los árboles. 

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