A casi un mes de su estreno, El robo del siglo volvió a posicionarse en el primer puesto entre las películas más vistas del fin de semana gracias a las más de 167 mil personas que se acercaron a las salas desde que se renovaron las carteleras el pasado jueves.
Con esta cifra, la película de Ariel Winograd superó el millón y medio de espectadores y va camino a ser uno de los filmes argentinos más vistos de los últimos tiempos. Hasta el momento, el largometraje protagonizado por Guillermo Francella y Diego Peretti acumula 1.534.244 personas, una media sólo superado por (ahora) veinte filmes en la historia.
De seguir así, el largometraje pasará los dos millones de espectadores algo que solo lograron trece películas. Por citar el ejemplo más próximo, La odisea de los giles clavó su cosecha en 1.836.151 personas para convertirse en el filme argentino más visto de 2019.
El segundo puesto de la taquilla semanal fue ocupado por Aves de presa, el filme que muestra las desventuras de Harley Quinn, personaje representativo del universo de Batman que ya tuvo una gran recepción en Escuadrón suicida (2016). La película sumó 111.575 personas en su primer fin de semana y se convirtió en el estreno de mayor concurrencia.
En la cuarta ubicación quedó Frozen 2, a un paso de los dos millones de espectadores. El filme de Disney juntó a 61 mil personas y suma un total de 1.955.782. De seguro, esta semana superará esa marca.
Parasite, el filme surcoreano que ayer se alzó con el Oscar a mejor película, sumó 26.153 personas y quedó ubicada en el octavo puesto. Hasta el momento acumula más de 122 mil espectadores, una buena cantidad que, como es de esperar, esta semana crecerá en convocatoria gracias al galardón obtenido.
¿Cómo le fue al resto de las premiadas? 1917, quinta (55 mil personas); Judy, novena (12.300); Guasón, puesto once (2.600); Jojo Rabbit, doce (2.053); Había una vez en Hollywood, trece (1.240); Toy Story 4, veinte (410).
Fuera del top ten, pero con una gran cantidad de espectadores por sala, La muerte no existe y el amor tampoco pasó los 10 mil personas y se convirtió en la segunda película argentina en lograrlo (además de El robo del siglo). No es un logro menor. Sólo el 8 por ciento de los filmes argentinos estrenados en 2019 convocaron más de esa cantidad de personas.
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