Esta excursión es para los verdaderos amantes de la naturaleza y la adrenalina. Se trata del ascenso a la Corona del Inca, un lugar a 5550 msnm en la Cordillera de la Rioja. El oxígeno es escaso y en verano, la temperatura ronda los 20 grados bajo cero. Eso si, las vistas son impactantes y la belleza incalculable.
Del cráter apagado del volcán Corona del Inca, emerge el lago navegable más alto del mundo. También conocido como Inca Pillú, este espejo de agua azul se encuentra rodeado por los cerros Pissis, Bonete Chico y Grande, Veladero, Reclus, Baboso y Gemelos Norte y Sur. La laguna abarca 2 kilómetros de largo y un kilómetro y medio de ancho, y tiene 350 metros de profundidad aproximadamente. Se forma por los deshielos de estos penitentes que la rodean, por lo que sus aguas son de bajas temperaturas. La belleza en esta región de la Cordillera de los Andes es imponente.
Una de las actividades imprescindibles para disfrutar de este lugar, es la navegación en las aguas de la laguna. Se siente el arrullo de la misma y el viento colándose entre los cerros. Un silencio inunda el lugar, en el que la naturaleza es la única protagonista.
Sin embargo, el camino hacia la Corona del Inca es una experiencia en si misma. Para llegar, se puede emprender una travesía en 4x4, recorriendo la Reserva Provincial Laguna Brava, para luego bordear las montañas cordilleranas a través de senderos agrestes. En el trayecto se atraviesan quebradas y ríos y se descubren los cerros Veladero y Bonete y el majestuoso Volcán de Pissis.
A medida que el visitante se acerca al lugar, el azul intenso de la laguna comienza a abrirse paso entre los picos que bordean el cráter formando un espectáculo natural impactante.
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