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Cultura Necrológica cultural. Estaba hospitalizado en Buenos Aires

Luto en el Folklore: a los 70 años, falleció Nicolás "Colacho" Brizuela

El destacado músico riojano fue arreglista y director musical de Mercedes Sosa, y otros grandes del género.

Durante la jornada del sábado se informó sobre el fallecimiento de uno de los riojanos más destacados en el país y el mundo, el arreglista y guitarrista, Nicolás "Colacho" Brizuela, quien enlutó al Folklore argentino con su partida. 

Tenía 70 años y en la última etapa se encontraba hospitalizado en Buenos Aires, donde dejó de existir, tras batallar contra una dura enfermedad.

Extracto de una entrevista de Diario La Nación

Nicolás "Colacho" Brizuela muchos lo conocieron como guitarrista de Mercedes Sosa. Con ella trabajó durante casi dos décadas y tocó en la mayoría de los países a los que la cantante llevó el folklore argentino. Pero por supuesto que su trabajo no comenzó ni termina como acompañante de esta artista. También tiene bastante que ver con el tango: de ahí que su más reciente CD, "Tango 12" publicado el último año, esté dedicado a ese género y la actuación que hará mañana estará dedicada a esas piezas y a otras de ese cancionero que ofrecerá versionadas con el cuarteto de guitarras y contrabajo que lidera.

Por todo esto tampoco es casual que años atrás haya grabado un CD a dúo con el bandoneonista Rodolfo Mederos. "Tengo un conocimiento del tango que viene de muchos años. Pasé por el grupo de Rubén Juárez. Tuve de compañeros a Raúl Garello y a Roberto Grela. Toqué con el Palermo Trío. Con ellos aprendí mucho tango. Y ahora estoy con un repertorio lindo y un cuarteto que armé con algunos de mis alumnos, un par de guitarristas maravillosos."

Colacho nació en La Rioja, a fines de la década del 50, y comenzó a tocar a los 8 años. "En Buenos Aires, como profesional comencé a los 17 [hace casi cuarenta años], pero mucho antes arranqué con dos hermanos guitarristas. En los 60 me pasaban temas como «Lo que vendrá», de Piazzolla. Por eso también estuve ligado al tango."

Su primera aparición en el Festival de Cosquín fue en el 69. Algunos años después regresó, para acompañar a Daniel Toro y más tarde, a Víctor Heredia. Su labor no estuvo limitada al tango o a algunos estilos folklóricos y la cantidad de cantantes o instrumentistas a los que acompañó parece interminable: Los Hermanos Albarracín (con quienes llegó por primera vez al festival del Valle de Punilla), Horacio Guarany, Ginamaría Hidalgo, Teresa Parodi, Julia Zenko, Fito Páez, Ariel Ramírez, Dino Saluzzi, Los Fronterizos, Oscar Cardozo Ocampo y Carlos Franzetti, entre muchos otros de una lista que es larga.

"Contrariamente a lo que muchos piensan, las provincias son muy tangueras. En una fiesta donde haya una guitarra, siempre habrá un tango de por medio. En La Rioja era así, y se escuchaba a muchos artistas que iban desde acá."

Más allá de los géneros, Colacho dice que su vida siempre estuvo entre guitarras y guitarristas. Es una apasionado de las seis cuerdas que sirven para reflejar toda la música de la Argentina.

Brizuela recuerda datos que tienen más de cuatro décadas. Piensa cuando, allá por 1961, un trío con guitarras, Tres para el Folklore, era revelación del Festival de Cosquín, y la experiencia propia, que también cuenta. Colacho dice que pasó por muchos territorios musicales con este instrumento, y habrá que creerle. El hecho de haber tocado con Grela, o música cuyana con Alfonso y Zabala dan cuenta de esa amplitud.

Pero debió esperar bastante para reconocerse solista, para ser líder de un grupo, o para ver su nombre en letras grandes en la portada de un CD: "Se ve que con el tiempo uno va buscando hacer lo que no hizo antes. Es raro ya que siempre toqué la guitarra y con un estilo que tengo desde los 17 años. Ahora pienso hacia adelante: en este proyecto con los chicos del cuarteto y en un par de discos de folklore que quiero gra-bar. Todavía no los tengo demasiado definidos, pero uno podría ser sólo de guitarra y otro, con el grupo. Quiero dejar cosas grabadas para mí y como información para los que vienen detrás, porque uno fue creciendo por haber tocado con muchos «capos» y llega el momento de hacer este tipo de cosas para los chicos". 

Quizás sea la chaya aquello que le hace retornar a sus raíces aunque esté lejos, porque cada vez que puede, evoca a La Rioja con su música. Un ejemplo de ello es su nuevo disco, que tiene una maravillosa versión de la canción de José Jesús Oyola, "Adiós, Palomita adiós". Fue la chaya también, la que le recordó en su exilio que estaba lejos de casa, "el desarraigo es duro, aquella vez que me vuelvo de Francia estábamos muy bien con Mercedes, pero me volví porque era terrible, yo ya hacía doce años que no vivía en La Rioja, pero nunca falté al carnaval por ejemplo", recuerda con nostalgia.

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