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Cultura Feria del Libro La Rioja 2022

Impresiones literarias riojanas

El domingo 17 de Julio se llevó a cabo la presentación del libro "ESTE CANTO ES AMERICA", del prestigioso escritor riojano Héctor David Gatica.

Por Sara González

HÉCTOR DAVID GATICA, Y SU DESTELLO ENCEGUECEDOR DE GENIALIDAD ABSOLUTA, EN UNA PLUMA QUE NO CONOCE DE TREGUAS, EN TIEMPOS ADVERSOS, O EN LA MAXIMA EXPRESION DE LA MISMA LITERATURA UNIVERSAL. DUEÑO DE RECONOCIMIENTOS MULTIPLES Y MERECEDOR DE ELLOS. INVESTIGADOR, ENSAYISTA, POETA, UN HOMBRE IRREPETIBLE EN EL MUNDO DE LAS LETRAS

El domingo 17 de Julio se llevó a cabo la presentación del libro "ESTE CANTO ES AMERICA", del prestigioso escritor riojano Héctor David Gatica. Desconocía de la magnitud que sostiene en sus letras, el hombre que con paso firme se impuso como padre de una marca cultural riojana, cual baluarte vivo, dueño de una fascinante inspiración sin fin, una eminencia que ha nacido en esta bella tierra federal, tan cautivante desde sus paisajes, montañas, atardeceres, como en la amplitud del trabajo literario que el célebre y prodigioso Gatica es capaz de escribir. Reza un dicho: "Nada está escrito aun". 

Sin embargo, Gatica no acopla a esta frase, existe en su intelectualidad, en su sabiduría literaria, en sus poemas, sus historias, sus vivencias, en sus peculiaridades como habitante de esas remotas tierras de Villa Nidia, que lo vieron nacer. Un toque brillante de absoluto talento, que unos pocos logran desarrollar con tanta prestancia hacia la excelencia, en un camino que palabra a palabra, abre un surco indeleble, en el alma de quienes tuvimos el deleite de leerlo, pero más aún el privilegio de escucharlo.  En ese caudal infinito un libro tras otro, que con merecimiento lo llevó al reconocimiento nacional, y traspasó fronteras, incluso con obras traducidas a otros idiomas. Pocos probablemente tengan completa conciencia, de quién es el hombre que todavía, con paso lento, llega frente al público, y con las manos firmes pero guardando los años entre las líneas y pliegues de su piel, amparado en la mirada profunda y trasparente que muestran sus ojos con una paz inusitada, con el candor de los nobles, toma el lugar que le pertenece, saca unos ejemplares con la seguridad de quien sabe lo que ha nacido de su pluma, y con la ternura de un padre los dispone sobre la mesa, a la vista ávida de su audiencia.

He escuchado a algunos llamarlo "Caudillo Literario", y reafirmo con certeza que nació como un grande, como aquellos que se quedan en la historia enarbolando la literatura; con un genio brillante, su grata presencia parece restar conciencia a quienes lo rodean con la naturalidad de aquellos acostumbrados a tenerlo en la cercanía cotidiana.

Gatica entró a la sala, y a su paso una alfombra roja imaginaria se extendió bajo sus pies lentos, como el tiempo que deseo lento para disfrutar la velada, mientras su mirada recorre la audiencia, una audiencia que lo espera, y aplaude su belleza poética que sintoniza con mi alma, y envuelve todo en un halo maravilloso con aire de realeza divina. Él se pone de pie, se eleva como gigante, aunque su tamaño sea humano, en realidad su talento lo presentó tiempo atrás, sencillamente cautiva desde el primer tono de su voz, calma, pacifica, con un tenue temblor que trasmite emoción instantánea, mientras se derraman de sus labios anécdotas, poesía, cual miel fresca de panal. Recita con el preludio de un alma vieja que ha recorrido vidas, caminos, historias, hombres, lugares y a otros magníficos escritores a quienes les dio una generosa y genuina voz desde sus propias alas. Así de enorme es el representante literario riojano más reconocido en tiempos actuales. 

Gatica conquista porque es un guardián de palabras perfectas, armoniosas que cual melodías de sinfonías gloriosas, llegan al oído y tocan intensamente cada fibra del alma, Gatica me ha encantado, sus palabras e impronta, acarician cada una de las emociones que solo él puede transmitir, al hacer parte al público de esa experiencia trascendental con el cielo literario. No tomé conciencia de quién estaba frente a mí, hasta que estreché sus manos, intentando descifrar el secreto que guardan con el callo del lápiz, el tacto de las hojas impresas en su palma. El pensamiento y la filosofía que mueve sus obras, la inspiración que nació con este hombre, y aunque me exija a buscar en su mirada el elixir de esa sabía, ¡resulta simplemente imposible! Porque estos monumentos intelectuales llegan al mundo en pocas ediciones exclusivas, y en definitiva así ha de ser, porque no existe gracia entregada a todos los mortales, ni en igual medida, ni en similitudes entre los grandes. Sin dudas sería un infinito viaje intentar saber dónde duermen sus sueños, esos que despierta y llegan con nuevos impulsos a reanudar sus obras y darles forma a los proyectos. Es un deseo personal de completa ambición volver a tener su presencia frente a mi humilde mirada, y sus palabras entre mis manos, con formas indefinidas de placer intelectual, entre libros materializados, que se conviertan en la magia que continúe atrapando cada espacio de mi corazón adicto, que late, con todo aquello que aún me falta leer de este ser absolutamente cautivante.

Gracias inmensas gran Gatica, por darle al mundo ojos nuevos para ver la vida, las fatigas, las hazañas, las emociones, los sentimientos, la historia, el camino, y sobre todo palpar sus huellas con cada obra escrita. Magnánimo y tan humilde al mismo tiempo. Él es de esos hombres que cuando tocan la puerta del arte literario, lo hacen para tomar un lugar de donde nunca jamás se despedirán. ¡Y agradezco que así sea!

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