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Cultura Homenaje

Adiós a Ica Novo, creador consustanciado con su aldea

El músico cordobés falleció a los 70 años. Compuso piezas clave de la renovación folklórica como la chacarera "Del norte cordobés", la canción más interpretada de nuestra música de raíz nativa.

Novo era instrumentista, poeta, cantante, estudiante, docente y arreglador, pero saltó a la popularidad como compositor de música de raíz nativa. Del norte cordobés, Zamba como las de antes, Chacarera de Ischilín y Topador y vidalero fueron algunas de la páginas más celebradas y difundidas de su obra. 

También Gato de Cosquín, La repiqueteada, Como las de antes y Persiguiendo al viento, que se conjugan en su expediente de Sadaic con sus letras para Los indios de ahora y Movimientos del amor de Peteco Carabajal.

Además, Ica compuso La Corralera, en ocasión del centenario de su ciudad natal, y el Himno del Festival de Deán Funes.

Si bien el impacto de estas creaciones le permitía desarrollar un perfil industrial, Ica eligió los márgenes, la bohemia, el bullicio contracultural.

En esa elección se explican sus zigzagueos de vida (del autoexilio exploratorio en España a la constitución de una Escuela de Música Popular en Santa Rosa de Calamuchita) y sus saludables espasmos creativos. También sus posiciones en las entrevistas periodísticas: Ica Novo nunca tenía una salida elegante, ni se expresaba político ni emocionalmente correcto. "Los músicos, los artistas, trabajamos con una materia que es de todos. Hacer canciones es como contar monedas de un tesoro común, que no es de uno, pero que uno está utilizando", explicó en una entrevista con VOS, de cara a un concierto en el Teatro Real.

"Es el patrimonio cultural de la humanidad, el saber, la tradición de un pueblo, pues la humanidad empieza por casa, la materia con la que uno trabaja", añadió en ese mismo contacto.

Ica Novo pintó su aldea sobre lienzos sostenidos por firmes atriles, consecuente con su postura de que "no se puede renovar lo que bien no se conoce".

"No se puede dar flor sin tener raíz", sentenció en ese sentido, cuando contó que no se atrevió a tocar una chacarera en público hasta que no se pasó una tarde completa con Agustín Carabajal puliendo el rasguido.

Novo bregaba por "una canción responsable" que fuera consecuencia de "un arte responsable", porque una creación de voz, letra, ritmo y melodía "se puede hacer presente una y otra vez en la evocación de los momentos, de los días señalados".

"La estética sin ética no es arte, sino que puede ser sólo un adorno", señaló.

"El arte es una acción hecha más allá del mandato biológico. La ética con la que uno se arma seguramente tiene que ver con la civilización a la que pertenece, el país, la ciudad, el barrio y la familia. Pero también es una construcción propia", reforzó el artista que recibió el premio Consagración en el Festival de Cosquín en 1992, una época en la que él ya insinuaba con fuerza una idea de renovación folklórica.

Pero como Ica iba por la expansión sin ignorar la raíz, tal como se señaló arriba, sus composiciones fueron interpretadas por antecesores ya en el firmamento (Mercedes Sosa, Chango Farías Gómez, Los Quilla Huasi), contemporáneos (Jairo, Peteco Carabajal) y, por supuesto, los referentes más explosivos de lo que a fines de los '90 se conoció como "Folklore joven" (Soledad y Los Nocheros).

"DEL NORTE CORDOBÉS", UNA CANCIÓN DE TODOS

Fue en este último contexto, el de "La Sole" cantando versos a la velocidad de la luz y revoleando el poncho ante el fervor de una plaza Próspero Molina repleta, que su chacarera Del norte cordobés se convirtió en una página ineludible de los festivales.

Si César Isella compuso Canción con todos para vehiculizar un frente musical y literario, Ica Novo convirtió a Del norte cordobés como su "canción de todos". Y así, socializó un rapto genial de contemplación de su mundo privado.

En otra entrevista concedida a VOS en 2019, el cantautor recordó que este fue "el tema más grabado de la historia del folklore nacional". Según su planilla de Sadaic hasta aquella fecha, el tema había sido grabado más de 60 veces.

"La hice en Córdoba, en un patio de la calle Humberto Primo donde estaba el boliche La Nueva Trova, y la completé cuando caminaba por la calle un sábado por la tarde", reconstruyó. Y reveló que cuando ese año lo invitaron a Cosquín, no se le ocurrió cantarla porque consideraba que se trataba de una composición "muy regional" que le interesaría sólo a su familia o al norte de Córdoba.

ICA NOVO, UNA VIDA MUSICAL DESDE LA INFANCIA

Ica Novo había nacido en Deán Funes el 4 de julio de 1951, como hijo del matrimonio formado por Malena y Antonio, amante de la música y la poesía.

"Mi papá cantaba siempre; yo me aprendía canciones y también cantaba. La primera vez que lo hice en público fue una vez en la que mi abuela Zulema, poeta, me hizo cantar ante todos en el hall del cine, en una matiné de domingo. Tenía 6 años. Luego, fue mi tío Pancho el que me enseñó la primera canción completa en la guitarra", recordó.

En la calidez del hogar de los Novo también había lugar para la danza y para la certeza que, bailando en academias, sus hijos ensancharían visiones sobre lo criollo. Bailar fue fundamental para el formateo estético de Ica: "Que el país aprendiera a bailar con los Hermanos Ábalos fue providencial".

"Podríamos haber tenido una referencia poco confiable, pero con ellos no había lugar para la confusión –sentenció–. Eran la biblia del swing nuestro, los fundadores de un folklore tocado con cultura musical, criolla; es decir, sabiendo lo que se estaba haciendo".

De hecho, Novo creía que Del norte cordobés se había multiplicado tanto porque es bailarina, porque está hecha desde la danza. "Si la música no moviliza el alma o el cuerpo, es mejor el silencio", concluyó sobre una práctica fundamental de su niñez.

A su adolescencia la pasó en Corral de Bustos, ciudad en la que se estableció su familia en los '60 y en la que formó el grupo Los del Llano, y coqueteó con el mundo adulto ya como estudiante de arquitectura ("en realidad, simulaba ser estudiante de arquitectura") establecido en Córdoba capital.

En nuestra ciudad, fue en la peña de Chito Zeballos donde recrudeció un ardor expresivo que luego expuso (y estilizó) en Buenos Aires y en España, hacia donde partió con Los Nocheros de Anta y Los Carabajal.

"España fue mi universidad de la vida, porque estuve entre los 20 y los 30, cuando uno confirma su aprendizaje", contó, siempre en contacto con VOS, sobre una etapa que redundó en MesclaFina junto al Chango Farías Gómez, proyecto con el que registró los discos Cuando el hombre va en camino (1975) y El cafetín musiquero (1978).

"En Barcelona teníamos El cafetín musiquero, al que iban músicos y poetas extraordinarios, como Serrat y Ricardo Miralles, su arreglador", completó para darle un contexto a su vuelta definitiva a Córdoba en 1984, con la democracia ya recuperada.

"Mi viaje llegaba hasta aquí: quería estar con mis viejos, con mi familia. El desafío era recomenzar de cero. Y me quedé maravillado por el gran nivel que tenían los músicos de Córdoba", recordó el también fundador y director del Conservatorio de Música Popular de Córdoba en 1993.

Apenas conocida la noticia de su fallecimiento, las redes multiplicaron posteos con mensajes respetuosos y reivindicatorios de Ica Novo.

Casi todos exaltaban su talento, su convicción errante y su energía para conectar almas dispersas con la idea de afectar positivamente a la música argentina. Pero pocos fueron tan emocionantes como el del cuarteto vocal de De Boca en Boca, que reprodujo una parte de la letra de Persiguiendo al viento ("Yo quiero que me conozcan/ del corazón para adentro/ soy como un niño perdido/ que anda persiguiendo al viento") y celebró "Y te fuiste tras él, Querido Ica".

Autor: Germán Arrascaeta / Fuente: La Voz del Interior

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