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Ichika Egashira, la japonesa que juega por Messi y quiere ser sensación en River: cómo el fútbol argentino le enseñó a 'simular'

Llega a Núñez procedente de Excursionistas, donde arribó hace un año y sorprendió. Nació en Koka, una pequeña ciudad ubicada a 400 kilómetros de Tokio. Juega a la pelota desde los 9 años y cruzó el mundo para cumplir su sueño.

En el interior del estadio Más Monumental almuerzan las jugadoras que pertenecen al plantel principal, recién llegadas del entrenamiento en Hurlingham, para continuar con el segundo turno en el gimnasio de Núñez. Allí ya está la flamante incorporación de River, Ichika Egashira, que a sus 21 años viste de rojo y blanco para integrarse a un nuevo grupo, una vez más.

Junto a sus compañeras ya se puso a punto para lo que será el primer partido oficial de este 2024 por lo octavos de final de la Copa Federal -este jueves 1 de febrero ante Deportivo SOMRA de Escobar en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza- y, por qué no, su debut con el último campeón, en la edición 2022.

“Ahora entiendo mucho más el idioma, a la gente, me acostumbré a hacer pesas y meter mucha fuerza en el gimnasio”, explica con palabras muy específicas y en un español que a veces es dificultoso de entender. Pero Egashira le agradece algo específico al fútbol argentino, que en otras partes del mundo puede ser mal visto.

"Aprendí a cómo chocar en el fútbol y a tirarse para que cobren faltas”, remarcó la ofensiva, en una entrevista con Clarín, respecto de un aspecto que puede ser muy determinante en este deporte y que no estaba dentro de su estilo mientras jugaba en Japón.

Se trata de otra etapa que comienza casi de cero para la primera futbolista japonesa en arribar a la Argentina y competir en torneos profesionales de la AFA. El estreno fue de lo mejor: Egashira convirtió en uno de los amistosos de pretemporada, frente al SAT (4-0) y donde, además, fue titular.

No solo pudo sobrevivir al choque cultural en todo el 2023 mientras militaba para Excursionistas, sino que fue parte de la gran campaña que hizo el club de Bajo Belgrano para salvarse del descenso. Contribuyó a un cambio en el equipo, dándole sensaciones de motivación, tal y como lo necesitaba. A propia voz de sus ahora ex compañeras, tenía una comprensión muy veloz a la hora de entrenarse y de jugar, algo que llamó la atención positivamente en todo el entorno deportivo femenino.

Ahora, los sueños de su lista son cada vez menos, porque logró llegar nada más y nada menos que a River Plate, una de las instituciones deportivas más importantes de Argentina y el segundo club con más peso en el fútbol femenino, por detrás de Boca Juniors.

Un salto de punta a punta que la posiciona hoy en el Millonario, con otra gente y otro nivel. No solo eso, si no que la “práctica” de su primer año en Latinoamérica pudo convertirla en una ciudadana más, a la cual no le hace falta mucho tiempo para identificarse al 100% con los argentinos.

Es que su adaptación a la gran modificación que tuvo su vida fue muy positiva desde el principio, a pesar de haber sobrevivido a los nervios y miedos de llegar a otra nación y sin compañía, siendo su primer viaje fuera de Asia.

Pero en Argentina tuvo grandes experiencias como tener fiestas, vivir los clásicos del fútbol y conocer a Lionel Messi, entre tantas otras anécdotas memorables.

Son 18.059 kilómetros de distancia la que la separan de su tierra natal, pero cada vez está más adentrada en la argentinidad y la rutina porteña. Entiende el 50% del español, incluyendo el lunfardo y los gestos de este lado del mundo; comprende la dinámica de las cosas, se adaptó a los cambios de organización que tanto caracterizan a nuestro país.

Claro, tuvo mucho que ver el impacto del entrenamiento y a cómo se adaptó su cuerpo, al igual que en la alimentación y cotidaneidad.

- ¿El entrenamiento es muy diferente al de Japón?

- Sí, bastante. En Japón es más táctico y no hacemos tanto peso o tanta fuerza como ahora. No íbamos al gimnasio, solo 3 kg en pesas, pero acá levantamos como 20 jajaja.

- ¿Necesitaste un tiempo para adaptarte al entrenamiento de acá?

- Sí, como tres meses para acostumbrarme. Del año pasado hasta ahora creció mucho el músculo, tuve dolores de cuerpo en la adaptación. La diferencia de comida fue un poquito difícil pero ya me acostumbré.

Claro, no quedó otra que aceptar las exigencias y las obligaciones que requiere participar del torneo argentino y vivir en las calles de Buenos Aires. El deseo de jugar en otro país llevó consigo otros detalles que no eran fáciles de efectuarse. Pero, como todo, lo superó y hoy puede estar a la par de cualquier grupo.

- ¿Allá el fútbol femenino es mejor o peor que el de acá?

- Es mejor, tiene más nivel y es más técnico. Las japonesas juegan en Europa y clubes importantes, también como la Selección de Japón, que es muy importante.

- ¿Y por qué no decidiste quedarte?

- Yo en mi club (Iga Football Club Kunoichi Mie) no jugaba mucho, no tenía rodaje. No me sentía bien y no quería estar más, no tenía ganas. Además, mi sueño siempre fue jugar en otro país, sobre todo en Sudamérica. Siempre pensé en Argentina, que es donde nacieron Messi y Di María.

Ningún crecimiento podría haber avanzado sin el apoyo de sus primeras compañeras en Excursionistas, el club que le abrió las puertas. Ichika las recuerda con mucho cariño y las describe como quienes “le sacaron los nervios y miedos del primer día” y que gracias a ellas conoció muchísimo del lenguaje. Particularmente, mantuvo un vínculo especial con Ivana Macias, Macarena Latorre, Dana Mujica y Rosa Allende, pertenecientes al plantel de las 'Villeras', que la abrazaron para que se sintiera parte, compartieron momentos fuera del club y le dieron la bienvenida a sus departamentos.

- ¿Saliste de noche acá en Buenos Aires con ellas?

Sí. No salí a boliches, pero salí a comer y a la casa de compañeras donde hicimos fiestas. Arrancó como a las 8 de la noche y terminó como a las 7 de la mañana (expresa sorpresiva y riéndose), ¡12 horas bailando! No estoy acostumbrada, es muy diferente. Terminé cansada pero me gustó mucho, me divertí con ellas.

Entre los momentos que intercambió por fuera de las canchas, aprendió sobre la música nacional y a los artistas más populares, de esos que se suele escuchar en los vestuarios. Destacó que suele elegir "mucha cumbia y reggaetón” pero que en sus ratos a solas aprovecha a para ponerse "los auriculares y disfrutar de canciones de Japón”.

- ¿Tenés algún artista preferido de Argentina?

- Me gusta mucho La Joaqui. También Wos, la canción “Arrancármelo” de Messi. La conozco mucho por el Mundial.

- ¿Te gustaría ir a algún recital?

- No fui nunca pero me gustaría. Acá en River dan muchos shows, quería ir al de Taylor Swift (expresa con decepción) me hubiese encantado, yo ya la conocía, obvio. También es muy difícil sacar entradas.

Aunque la campaña con Excursio fue histórica, ya que lograron sacar cantidad de puntos para alejarse tres puestos del último descendido, no fue un año a puro disfrute. La delantera de 21 años contó que tuvo sus momentos de incertidumbre, tristeza e inseguridad por su presente.

“Más o menos a mitad de año, yo no hice tantos goles y no rendí como me hubiese gustado. Estaba muy triste y cansada, ese momento fue el más difícil”, contextualizó entre la transición entre un torneo y otro, mas las angustias que experimentaba por primera vez lejos de casa.

- ¿Te arrepentiste en algún momento de haber elegido Argentina? ¿Sufriste algún tipo de rechazo por parte de la gente?

- No, igualmente nunca me eché atrás con eso, siempre estuve segura de que quería jugar acá. Siempre fui muy bien recibida por todos pero obviamente las chicas y el club me recibieron muy lindo.

- ¿Y qué fue lo que más te costó del país?

Que todo es muy libre. Hay mucha alegría y es divertido. pero a veces organizan mal y eso es difícil para mí. Necesito que se organicen jajaja. Allá organizan todo y es muy importante pero acá no tanto. Me gustaría que a veces sea más disciplinado para ganar tiempo y trabajar mejor.

- ¿Qué cosas extrañás de Japón?

- Extraño mucho. Amigos, familia, a veces la comida, la naturaleza y la gente. La última vez que viajé fue en diciembre después de todo el año y fue un reencuentro muy hermoso.

- ¿Seguís en contacto con tu primer club?

- A veces me mandan mensajes las chicas, pero en general ya no tengo contacto con ellos, se cortó el vínculo.

- ¿Cuándo fue la primera vez que pensaste en Argentina?

- De chiquita, por Messi que lo veía jugar. Pero no tenía idea del fútbol femenino. Creo que una vez vi a la Selección Argentina contra Japón pero hace mucho tiempo. Del masculino sí, soy fanática. Vi el Mundial y fue en la época que ya estaba arreglando todo para venir acá (llegó en enero del 2023).

- ¿Cómo viviste la consagración en Qatar?

- Me acuerdo que eran como a las tres de la mañana, estaba en la habitación con mi amiga y ella dormía pero yo gritaba emocionada. 'Cállate por favor' me decía y yo le gritaba '¡pero Messi va a ganar!', como una argentina más.

- Llegaste a ver a Messi, ¿cómo fue tu encuentro con él?

- Sin palabras, era mi sueño. No pude hablar con él porque no me salían las palabras. Yo estaba con una compañera y ella me decía “¡está Messi, está Messi!” y yo le decía “¡sí ya sé, lo vi!”. Así que sacamos los celulares rápido. Pero viste también hay mucha inseguridad, había mucha gente y era difícil. Pero pasé por abajo y llegué, le pregunté si nos podíamos sacar una foto emocionada y lo conseguí.

- ¿Conocías algún club de Argentina?

- Newells, por Messi. Era hincha de Newells hasta que conocí a River. Cuando llegué me preguntaban si conocía los clubes de acá y como no sabía qué responder dije ese, el que sabía por Lionel.

Con 21 años es la mayor de la familia, tiene una hermana y un hermano, y sus papás extrañan mucho tenerla en casa, al igual que sus abuelos. Habla con ellos casi todos los días por videollamada y nunca tuvieron problema con la diferencia justa de 12 horas. “Por ejemplo, me levanto a las 7 de la mañana y allá ya son las 7 de la tarde, ya terminan todas las actividades y es más fácil comunicarse”, explicó.

- ¿Te gustaría que venga alguien de tu familia a acompañarte?

-¡SÍ! Mi abuela ahora quiere venir, pero tiene como 70 años. Quiero llevarlos a mostrarles todo, dónde vivo, cómo juego, el Monumental. Pero bueno, es muy lejos, 35 horas en avión. Mi abuelo no quiere que esté jugando en otro país, quiere que esté cerca porque me extraña.

Aunque el principio fue muy difícil, “los meses se pasaron muy rápido” y casi no recuerda en detalle las primeras experiencias. Entre ellas, lógicamente, el castellano. “Antes de venir no tenía ni idea”, comenta riéndose mientras señala a su representante, quien se sentó a su lado y la guió particularmente para que pueda aprender lo básico del idioma.

Si bien sus ex compañeras fueron las que más la ayudaron, ahora en River está más cómoda. Las diferencias entre ambas instituciones llamaron su atención desde el día uno.

- ¿Qué fue lo que más te impresionó de River a diferencia de Excursionistas?

- La verdad es muy diferente todo. Tiene un equipo de ropa completo, cuando llegué me dieron una bolsa muy grande y en Excursionistas solo una remera. El estadio es gigante y hay muchas canchas. También nos dan de desayunar, almorzar y merendar, todo. La gente está en las piletas, hay muchas cosas. Es más profesional.

De cara al futuro, Ichika ya sabe del folklore del fútbol para representar a River Plate, siendo consciente del enfrentamiento que tendrá durante los torneos con Boca Juniors, a quien describe como “el rival más difícil”, ya que en el primer torneo con Excursionistas cayó por 7 a 0, aunque en el segundo rescataron un empate histórico frente a Las Gladiadoras (0-0).

“Este año quiero ganar sí o sí. Boca es muy distinto, tiene a las mejores jugadoras del país. La verdad fue muy duro, no tocábamos la pelota en ese partido”, prometió la japonesa.

Ya tiene la experiencia de los clásicos. En la victoria frente a Defensores de Belgrano, las jugadoras le enseñaron a vivirlos como se debe y hasta le inculcaron la frase: “los clásicos se ganan”.

“Las chicas subieron fotos y me enseñaron a escribir. Son muy importantes estos encuentros”, contó y agregó que “en el vestuario, la semana anterior, las chicas estaban muy diferentes y entendí que un clásico es otra cosa, teníamos que ganar sí o sí”, con el plus de que El Dragón finalmente descendió a la segunda división.

- Sos hincha de River, ¿qué sentís por haber llegado a jugar al club que más te gusta de Argentina?

- Estoy muy feliz, era mi sueño jugar con esta camiseta. Estoy muy orgullosa, quiero compartir fútbol con las chicas y con los hinchas. Quiero saltar más arriba con este club.

Una de los aspectos positivos es la presencia de Ignacio Lacal, nuevo DT de las Millonarias, que se fue de Excursio al igual que Ichika, por lo tanto la relación entrenador-jugadora ya está consolidada. “Me ayuda a comunicarme con las chicas y los técnicos”, comentó.

- ¿Cómo te llevás con el grupo?

- Me cuesta un poquito, estoy algo nerviosa con todo lo nuevo. Pero es muy divertido. En el gimnasio vamos cantando, bailando y eso me encanta.

La gran incorporación de River, no piensa en otra cosa que no sea en la pelota...

- ¿Si no fueses jugadora qué te gustaría ser?

- Muy difícil. Desde que empecé a jugar fútbol nunca pensé en otra cosa. Quizás me gustaría entrenar a los más chiquitos, pero cuando termine mi carrera. No tengo nada como el fútbol. Algo que también me gusta es lo relacionado a la kinesiología, me interesa bastante ese mundo.

ICHIKA EGASHIRA FUTBOL JAPONESA

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