Instituto de Córdoba se rehabilitó tras dos derrotas consecutivas, al vencer como local a Vélez Sarsfield por 1-0 en un partido bastante deslucido en el que el equipo anfitrión pegó en el momento justo y se llevó tres puntos valiosos, tanto porque lo elevan en la tabla como por la inyección anímica que significa para un plantel recién ascendido.
Roberto Bochi, a los 33 minutos de la primera parte, le dio el triunfo a La Gloria, que venía de sufrir dos duros golpes al ser goleado en el clásico ante Talleres en Alta Córdoba y perder por la mínima ante Platense en Vicente López. Más allá de ello, la gente llenó el estadio y en el final despidió con una ovación a sus jugadores.
Pasada la media hora inicial, Instituto trasladó al marcador la leve superioridad que había ejercido dentro del terreno de juego. Tras una serie de despejes cortos, Bochi tomó la pelota fuera del área y sacó un bombazo esquinado, dejando sin chance a Leonardo Burián quien, tapado, nada pudo hacer.
Durante ese primer segmento Vélez hizo muy poco. Si bien no fue apabullado por su oponente, casi no generó jugadas de riesgo. La única que se puede contabilizar fue un disparo de Lucas Pratto desde afuera del área que jorge Carranza contuvo en dos tiempos, ya en el descuento.
En el complemento nada cambió. Instituto siguió manteniendo la iniciativa, pero fue tibio al traspasar tres cuartos de cancha. Y Vélez fue intrascendente: sus jugadores deambularon por el campo de juego casi sin patear al arco.
El tiempo se fue consumiendo y con el se fue el invicto de Ricardo Gareca. Terminó festejando Instituto y estuvo bien, porque supo capitalizar su momento ante un adversario que deberá mejorar y mucho si quiere, al menos, meterse en la pelea por las copas de aquí a fin de año
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