Hay felicidad en Núñez: Rodrigo Villagra, volante de Talleres, y Agustín Sant'Anna, lateral de Defensa y Justicia, serán jugadores de River. La dirigencia avanzó en las negociaciones, hay acuerdos y todo se cerrará en las próximas horas, cuando se crucen las documentaciones en ambos pases.
Se suman a Nicolás Fonseca, en un mercado de pases donde el Millonario tuvo muchas más bajas que altas, en busca de tener un plantel más corto.
River comprará el pase de ambos futbolistas. Andrés Fassi, presidente de la T que suele jugar muy bien con los tiempos y ser un directivo bravo para negociar más allá de la buena relación con la CD de Jorge Brito, se mostró predispuesto a dar luz verde: este miércoles por la mañana mantuvo una reunión con Brito y Matías Patanian para sellar una negociación que a River le demandará una inversión de u$s 9.000.000 más el 15% de Girotti por el 100% del pase de Villagra.
Talleres tenía el 50% y ahora se quedará con el 65% del pase del delantero mientras que River mantendrá el 35% restante. El volante central de 22 años cumplirá el sueño de jugar, como su hermano Kity, en el club de sus amores.
Villagra viajará este jueves a Buenos Aires para someterse a la revisión médica y firmar el contrato que lo unirá por cuatro años a River. Es la transferencia más cara de este mercado de pases en el fútbol argentino y la tercera de mayor valor en River, detrás de las de Lucas Pratto y Esequiel Barco.
Por otro lado, el CARP avanzó en paralelo por Agustín Sant’Anna. El lateral derecho uruguayo se plantó el fin de semana para no jugar contra Godoy Cruz, pero Defensa y Justicia también lo hizo: Diego Lemme, su presidente, avisó que sólo se irá si River mejora una oferta que en primera instancia se acercó a los u$s 2.500.000.
Ese acercamiento que pedían desde Varela para rondar los tres millones de dólares netos se produjo y entonces el marcador de punta de 26 años, que ya tiene preacordado un contrato para ponerse la Banda hasta fines de 2027 al igual que Villagra, pronto estampará la firma en su vínculo.
En todo caso, lo que cambió en las últimas horas es el resultado de la ventana de transferencias: a unas 60 horas de que se baje la persiana, en el rubro altas quedó a punto caramelo de sumar a los dos primeros refuerzos del año luego de un Nicolás Fonseca que llegó producto de una negociación del mercado anterior.
En un contexto de ansiedad por parte de los hinchas y de mesura en Demichelis y los dirigentes, la CD aceleró los tiempos y quedó ahí de ponerles el moño a dos negociaciones que tuvieron decenas de vaivenes pero que por fin pudieron avanzarse.
Al punto de quedar a expensas del apretón de manos, que debería llegará luego de las cuestiones burocráticas de rigor.
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