En estos tiempos a San Lorenzo la vida le sonríe. Los reproches, silbidos y desaprobaciones del público en temporadas pasadas se transformaron en aplausos, abrazos y festejos. El Ciclón del Gallego Insúa lleva una gran campaña, y se muestra invencible en el Nuevo Gasómetro: allí ganó todo lo que jugó y esta tarde superó con autoridad por 4-0 a Gimnasia de La Plata para subirse a lo más alto del torneo.
Al conjunto de Boedo le simplificó el trámite la pronta expulsión de Guillermo Enrique en el Lobo, a los 15 minutos del primer tiempo, luego de que el delantero barriese con los pies para adelante a Malcom Braida sobre la raya y el VAR advirtiera la jugada al árbitro para que cambie amarilla por roja.
Desde allí, la tarde fue toda azulgrana. El local resolvió con mucha seguridad el partido y encaminó la victoria a los 38 con un cabezazo letal de Andrés Vombergar, que prendió mecha tras un centro perfecto de Braida y explotó las redes con un gran salto y posterior frentazo.
San Lorenzo lo terminó de liquidar en el segundo tiempo. A los 58, Pablo Echavarría pitó penal por agarrón a Braida y Adam Bareiro lo cambió por el 2-0 con una excelsa definición, picándosela a Tomás Durso, que se había tirado hacia su izquierda.
El paraguayo Bareiro también marcó el tercero, a los 77, y tres minutos más tarde Gastón Hernández la empujó tras un tiro libre que cayó al corazón del área y estampó el 4-0 definitivo.
San Lorenzo no tuvo inconvenientes y, con este resultado, alcanzó los 16 puntos en la Liga Profesional, por lo que terminará la séptima fecha como puntero.
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