Ganó 62 títulos en singles, incluyendo cuatro Grand Slam y un Masters final. Fue N°2 del mundo y debió haber sido el líder, ya que por ejemplo en 1977 fue el mejor del circuito profesional de la ATP.
El famoso zurdo de Mar del Plata nació en la ciudad de Buenos Aires el 17 de agosto de 1952 y a los pocos días sus padres volvieron a aquella ciudad con el bebé, quien finalmente creció allí y se forjó tenísticamente en las canchas de polvo de ladrillo del Club Náutico.
Luchador e inteligente, Vilas brilló en el circuito, siendo un especialista en la superficie lenta, pero también se destacó en otras canchas. El mejor argentino de todos los tiempos fue campeón del Masters de 1974, después se impuso en Roland Garros en 1977 y ese año repitió la hazaña en el US Open, con victoria incluida en la gran final frente al local Jimmy Connors. En césped, en el Abierto de Australia, fue campeón en 1978 y 1979 y así logró cuatro Major como profesional.
En 1977, su año top, debió ser el N°1 del ranking mundial, pero otro sistema utilizado no se lo permitió. Esa temporada se adjudicó nada menos que 16 certámenes oficiales en singles, incluidos los dos citados Grand Slam. Llegó a tener un invicto de 46 partidos ese año, sólo cortado por el rumano Ilie Nastase y su raqueta de doble encordado, en la final de Aix-en-Provence.
En total, Vilas jugó 104 finales individuales, ya que perdió otras 42, incluidas otras cuatro de Grand Slam. El argentino sumó 951 victorias, con 681 sobre arcilla, y sufrió 297 derrotas. Sin dudas, un grande, respetado por todos los rivales. Y, en la Copa Davis, su gran espina, perdió la final en 1981 en dupla con José Luis Clerc, la primera definición de Argentina, que esa vez cedió ante Estados Unidos en Cincinnati.
Aún hoy Vilas mantiene un récord en canchas lentas: logró 681 victorias en ese piso y lleva una ventaja enorme sobre los demás jugadores, actuales y ya retirados. En arcilla consiguió 49 títulos y fue superado sólo por el español Rafael Nadal, que lleva 62 en polvo de ladrillo.
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