Sylvester Stallone —Rocky para algunos, Rambo para otros— es sinónimo de acción, piñas, tiros, peleas y explosiones. Adele, en cambio, es pura emoción: tristeza, amor, nostalgia o belleza son solo algunos de los tantos sentimientos que transmiten sus canciones. Y aunque son de dos mundos completamente opuestos, los artistas se juntaron por una casa: uno la vendió, la otra la compró. Y, como era de esperarse, la operación no fue como cualquier otra transacción inmobiliaria.
La casa en cuestión es una propiedad que Stallone compró en la década de 1990 y tiene todos los lujos que se pueden pensar. Con casi 2.000 metros cuadrados en un terreno de 1,5 hectáreas, la residencia cuenta -hasta ahora- con ocho habitaciones, 12 baños, una oficina, biblioteca, cocina gourmet, comedor con paredes pintadas a mano que se asemejan a un castillo, un bar completo y una sala de puros.
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Por si eso fuera poco, ahora se agregó una casa de huéspedes del renombrado arquitecto Richard Landry. Es una vivienda unifamiliar de dos dormitorios y amplio espacio habitable. Sin embargo, lo más notorio es la gigantesca estatua de Rocky que se encuentra junto a la pileta y que fue clave en la operación.
Stallone la compró por 2,35 millones de dólares en 1994, y la reformó a tal punto que la propiedad vale actualmente 110 millones de dólares. Sin embargo, Adele logró un descuento gigantesco: cerró la compra por 58 millones de dólares. Pero la operación estuvo cerca de fracasar porque, sorprendentemente, tanto el actor como la cantante querían quedarse con la estatua.
El Rocky que cambió todo
En una entrevista reciente con el Wall Street Journal (WSJ), Stallone confesó que Adele solo compraría la casa si se quedaba con la estatua de Rocky. Esa era su única condición. ¿No quería él la estatua? "Sí, la quería. Pero ella dijo: 'Eso no es un trato. Eso arruinará todo el asunto'", recordó. "Ella quería la estatua", agregó.
Y quizás sea la estatua lo único que permanezca de la casa. Según reportaron medios estadounidenses, Adele está haciendo una remodelación completa, que incluye hasta la eliminación de todo el segundo piso.
Atrás quedarán, por ejemplo, el putting green, un spa incorporado, una enorme terraza para tomar el sol y amplios jardines con algunas de las vistas más increíbles y de gran alcance de la zona como los habían armado Sylvester Stallone y su exesposa, Jennifer Flavin. Según describió Forbes, también había "un garaje con aire acondicionado para ocho autos, varias logias y terrazas, una pantalla de cine en la sala familiar, encantadores espacios de entretenimiento y techos altos que hacen que la casa se sienta excepcionalmente grande".
La remodelación es casi completa, pero a Stallone no le molesta. "Me gusta lo que está haciendo; ella lo está haciendo hermoso", le dijo al WSJ en referencia a las reformas que impulsó la cantante británica fanática de la Selección argentina.
Adele, la fan de Rocky que no puede vivir en Londres
Contra todo pronóstico, Adele es una superfan de Rocky e incluso reveló cuánto ama la franquicia de películas en una entrevista de 2021 con Vogue. Por eso será, probablemente, por lo que quiera quedarse con la estatua.
La franquicia de Rocky comenzó con una película coescrita y protagonizada por Sylvester Stallone en 1976. Hubo cinco películas derivadas adicionales de Rocky entre 1979 y 2006. También repitió el papel de Rocky Balboa en Creed II de 2018, filme que también coescribió.
Aunque algunos informes revelaron que Adele está recaudando la asombrosa cantidad de USD 2 millones (aproximadamente) por noche por su residencia en Las Vegas, la cantante dijo en una entrevista que no podría vivir en Londres como sí vive en Los Ángeles.
“El tipo de casa que tengo en Los Ángeles nunca podría pagarla en Londres. Nunca”, dijo Adele a British Vogue. La ganadora de 15 premios Grammy explicó que cuando vivía en Londres, pasaba la mayor parte del tiempo “en un auto o dentro de un edificio”, y agregó que quería estar en algún lugar con “aire fresco y donde pudiera ver el cielo”. Ahora podrá hacerlo y, de yapa, también podrá contemplar la gigantesca estatua del héroe de una de sus películas preferidas.
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