Babasónicos ya había presentado acá Trinchera, su último trabajo discográfico el año pasado en la Plaza de la música. No estuvo demás la vuelta propuesta para el viernes 12 de mayo en el amrco del “Fuego amigo Tour”, para presentar las canciones que quedaron en el tintero y se incluyeron en Trinchera Avanzada.
Un día antes del show, la página oficial de la Plaza de la música anunció el sold out y, de alguna manera, se tomaron cartas en el asunto tras los inconvenientes en el ingreso para la presentación de Alejandro Sanz. Esta vez se cambió la disposición y las puertas abrieron a las 19 30 por la entrada de la calle Coronel Olmedo.
En ese momento, una extensa fila abrazó a la Plaza pero todo se dio de manera fluida; tanto que hasta las 20 30 no había ninguna demora para ingresar. Sin embargo, otra masa de gente llegó sobre la hora y en ese momento la fila ocupó más de una cuadra. Afortunadamente, todos entraron a tiempo y para cuando Babasónicos salió a escena con Mimos son mimos, dentro del salón sólo quedaba lugar para el disfrute.
Con Adrián Dárgelos al frente y vestido de un chaleco de suéter azul con recortes y una babucha negra, la banda integrada además por Mariano Róger, Diego Uma, Panza Castellano, Diego Tuñón, Gustavo Torres y Carca, enlazó el fin del tema que abre el último disco con Paradoja; un juego de continuidad similar al que hacen, por ejemplo, con Carismático y Yegua, del disco Anoche.
El heterogéneo público de Babasónicos puede reflejarse en varias imágenes fotográficas: los más grandes, que esta noche son los únicos que tienen puesta la remera de la banda; y los jóvenes, que prepararon un look especial (y a la moda) para ir a disfrutar de un show de una banda de rock.
Al sonar la tercera canción, Y qué, la foto se expande y podemos definir que la mitad del recinto pogueó con el hit y la otra mitad lo bailó como si estuviera en un boliche. De hecho, Dárgelos y su interlocutor en Microdancing, Diego Uma, invitaron a bailar a los presentes con sus llamativos pasos de baile.
El ritmo bajó, en cierto punto, cuando siguió Trinchera (canción que quedó fuera del último disco pero que se incluyó luego en la versión extendida) y a su final, Ingrediente.
Un breve saludo dio paso a otro momento bailable de la mano de Anubis y Deléctrico, con Uma como arengador principal.
La calidad musical del grupo en vivo ya está más que probada, en este caso es menester destacar que se escucharon bien y prolijos en un lugar hostil para la acústica. Dárgelos estuvo impecable en su trabajo vocal y también impactan los enlaces de guitarra que proponen Róger, Uma y Carca cuando suenan las 3 al mismo tiempo.
EL “CAPITAL AFECTIVO” DE BABASÓNICOS
Capital afectivo pertenece a Trinchera, el disco que trabajaron en medio de la pandemia y en el que Dárgelos como letrista se presenta de modo instrospectivo, filósofico y hasta en diálogo con la muerte.
En contrapunto se posiciona su público que este “capital afectivo” lo transforma en una noche romántica y propone un recital de Babasónicos como el inicio (o fin) de una cita perfecta. Demás está decir que la música ayuda a generar un clima intenso que las parejas disfrutan abrazados y a los besos mientras la banda canta sus canciones.
Curiosamente, antes de que empiece quizás la canción más romántica, fue impactante ver la desesperación por sacar el celular para filmar, en este caso, la interpretación de un súper éxito: Vampi. Los pocos que no filmaron fueron los que estaban besándose mientras sonaba la canción bajo imponentes luces rojas.
Desde el escenario, Dárgelos habrá visto una marea de flashes que lo filmaban y quizás por eso luego cantó varias canciones de espaldas apuntando a una goPro plantada en el medio con la imágen que salía en vivo por la pantalla gigante. La izquierda de la noche fue la calma que antecedió al huracán.
REPASO DE CLÁSICOS
Si bien la propuesta musical de los últimos años de Babasónicos se trató de composiciones complejas con un amplio espectro musical que les permitió amalgamar detalles y sonidos propios del pop y la música electrónica, en su música predominan las guitarras eléctricas y lo que vinimos a ver hoy es una banda de rock.
El power trío de guitarras (Róger, Uma y Carca) unieron fuerzas para desatar el momento más rockero de la noche y de sus manos salieron Sin mi diablo, Desfachatados y Pendejo, que desataron tibios pogos en la parte de adelante. Este segmento cerró con Viento y marea.
Haciendo honor a sus más de 30 años de carrera, los ‘babas’ homenajearon a unos pocos que se emocionaron al escuchar los primeros acordes de Montañas de Agua, perteneciente a Trance Zomba, disco del año ‘94.
Tras ese abrazo a sus fans más longevos, la lista siguió con El colmo, El ídolo, Los calientes y Capital afectivo.
Como era de esperarse, enlazaron Carismático y Yegua (un olvido de letra llamó la atención de Dárgelos). Continuaron con Vacío y Mentira Nórdica.
La pista de baile se abrió nuevamente con Adrián emulando los pasos que tiró disfrazado de gato en el videoclip de La lanza.
En el cierre, la marea de celulares volvió a subir cuando cantaron Bye Bye y tras una pausa para los bises, volvieron al escenario a cantar La pregunta, Como eran las cosas, Putita y el final de un sólido e impecable show con Irresponsables.
“Gracias y hasta la próxima”, fueron las escuetas palabras de Adrián que hoy solamente habló a través de sus canciones.
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