El referente de la guaracha iba mechando su vida en Ituzaingó, Buenos Aires, ya que allí estaban sus padres e hijos, y su querido Santiago. En una gran aglomeración de gente que se dio en su entierro, el acto terminó en escándalo por la gran concurrencia de personas.
Mientras Catalina, su hija de tres años se encuentra luchando por su vida con un traumatismo encéfalo craneal muy grave, cientos de personas se movilizaron para despedirlo. El cementerio Aires del Pinar de ciudad de La Banda, desbordó de fanáticos y no esperaban que ocurriera lo que pasó.
Muchísimas persona que estaban esperando fuera burlaron la seguridad y se clarín dentro para tratar de estar más cerca. Aunque la idea era pasar con cajón para que pudieran tocarlo y demás, nada fue posible ante el gran caudal que había.
Tirando las rejas abajo, los agentes de seguridad no pudieron detener a la avalancha de fans que se les vino encima. Una vez dentro finalmente se calmaron; le dejaron flores, cantaron, algunos lloraban y otros simplemente lo despidieron en silencio.
“Algunos parientes querían que la prensa se quede del lado de afuera junto a la gente, del otro lado de la ruta provincial 11, que cruza la ruta 34 que es donde se produce el accidente por el que pierde la vida Huguito. Pero otros les habían prometido a los fanáticos que iban a poder tocar el cajón”, comentó el periodista José Iniesta.
Las enorme movilizaciones que hubo por Huguito Flores, en los últimos días se fueron dando a lo largo y ancho del país. Él era un referente absoluto en lo que hacía y el dolor que dejó tras su inesperada muerte corrompió por completo a todos.
Sus dos padres se mostraron muy consternados con esta tragedia; ambos son mayores y recibían mucha ayuda de su hijo. Ahora lo que piden son cadenas de oración por su nieta que se encuentra viviendo un momento crítico.
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