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Espectáculos MÚSICA

Las Pelotas tiene nueva línea de vinos y brinda por el milagro que nunca llega

La banda presentó etiquetas en un viñedo mendocino, al tiempo que anunció una gira nacional con un concepto bastante singular.

La escena transcurre en un valle al pie de la Cordillera. Más precisamente en Viña Las Perdices, Mendoza, donde se produce vino en cantidades industriales.

Es el atardecer de un día para nada agitado, aunque sí muy inusual, por cuanto se trata de un evento promovido por otra industria, la discográfica, a la que todo el mundo le cuenta los segundos para el nocaut por más que se haya reinventado.

Y también es llamativo porque la convocatoria se ofrece en torno a Las Pelotas, un grupo que si bien consiguió ser popular y masivo, cuenta con un personal de bajo perfil y elusivo al franeleo.

En esa falda verde y paradisíaca, en la que sol pega desde el oeste hasta se devorado por picos nevados, está armado un set acústico y unos pocos livings. A unos metros, en tanto, se asan unas carnes a fuego moderado como para que estén a la tardecita.

La idea oficial del asunto es que la vitivinícola Las Perdices lanza una nueva línea de vinos inspirados en canciones del proyecto que Germán Daffunchio lidera desde fines de los ‘80 hasta hoy.

¿Nueva línea? Sí, porque hace unos años ya había salido al mercado un cabernet franc con la etiqueta de Víctimas del cielo (tema incluido en Brindado por nada, de 2016), a partir de una iniciativa compartida entre Alberto Moles, máximo referente del sello Pop Art (que tiene a Las Pelotas en su catálogo), y Pablo Silvestre, gerente internacional de ventas de Las Perdices.

Ambos son mendocinos y amigos desde la escuela primaria.

“El origen de todo esto fue muy simpático porque, de algún modo, con este cruce celebramos nuestra amistad y nuestros respectivos trabajos, porque Alberto lleva en la industria de la música casi el mismo tiempo que yo en la vitivinícola”, ilustra Pablo Silvestre en contacto con VOS.

“Siempre soñamos con vincular lo que nos apasiona… Y pasaron los años hasta que pudimos concretarlo con Las Pelotas, una de mis bandas favoritas. Una vez Germán visitó la bodega, le encantó y empezamos a probar variantes para ver cuál le gustaba asociar a su banda. Todo empezó a darse de modo natural, sin ningún tipo de interés económico de nada”, añade.

Silvestre señala que hubo una interacción real entre todos los miembros de la banda y los enólogos de Las Perdices, como para dar cuenta de que cada vino tiene su especificidad.

“Surgió un cabernet franc al principio (el ya citado Víctimas del cielo), después pasamos a un malbec (Brindado por nada) y después a un cabernet sauvignon reserva (Ya lo sabés, del disco Es así, de 2020)… Si bien son vinos dentro de los que producimos (en la bodega tenemos más de 85 referentes y siete variedades), tratamos de que no sean iguales, que los músicos elijan de acuerdo con su gusto, para así después salir al mercado”, completa el directivo.

Al momento de un relevamiento técnico, se informa que Brindando por nada, el malbec, presenta un color rojo violáceo intenso y que emana complejos aromas a frutas rojas, con delicados toques de madera. “Suave en boca, equilibrado, con notas de ciruelas y guindas”, destacan.

Ya lo Sabes, el cabernet sauvignon reserva, se impone por su color rojo rubí profundo y por sus aromas de cerezas, notas de pimienta, vainilla y café aportados por la crianza en roble. “Buen volumen en boca, balanceado, sabores que recuerdan a pimientos rojos, especias y un final de cacao o chocolate y café”, refuerzan. Y casi la misma review corresponde para Víctimas del Cielo, el cabernet franc, aunque precisan que es “ideal para acompañar carnes rojas o platos con salsas especiadas”.

Al ser consultado como fan sobre el mejor disco de Las Pelotas, Pablo Silvestre no duda y contesta Esperando el milagro (2003).

LAS PELOTAS Y EL 20° ANIVERSARIO DE “ESPERANDO EL MILAGRO”

Esperando el milagro, precisamente, es otro elemento aglutinador de toda esta movida. Es que el disco que convirtió a Las Pelotas en transversal está en la antesala de su 20° aniversario, y desde Pop Art no dudaron en usar del dato para promocionar la nueva gira nacional del grupo.

Pero, claro, debieron consensuar la estrategia con artistas a los que no les va eso de celebrar cumpleaños redondos de modo pomposo ni (mucho menos) tocar el tracklist de pe a pa, tal como lo hizo Fito Páez con relación a El amor después del amor (1992).

“No llevo en cuenta los años que tiene tal o cual cosa”, le había confirmado Daffunchio a VOS en la previa del reciente Cosquín Rock.

“Me desentiendo de bodas de plata, bodas de esto, bodas de lo otro… Sí te puedo decir que Las Pelotas apareció en los medios por Esperando el milagro. Y que, entre las cosas ridículas, recuerdo a los fans que nos seguían desde el under diciendo que nos habíamos vendido. Me dio mucha bronca eso”, amplió por entonces.

“Nadie sabe el sacrificio de una banda independiente de sobresalir en un momento en el que las compañías se redujeron a nada y se quedaron con sus estrellitas de siempre. Era injusto oír esa sarta de boludeces”, completó el líder.

Ahora en Mendoza, y micrófono de por medio con Bebe Contempomi, Germán no sólo confirma lo expresado arriba, sino que revela que todo “es protocolo”.

Así las cosas, entre el ímpetu de Pop Art y la intransigencia de sus artistas, la gira se promociona como “Seguimos esperando el milagro”, atendiendo más a otro contexto sociopolítico asfixiante que a la obra que tuvo a Será como canción “abrepuertas”.

Ese recorrido comenzó este viernes en San Juan, continuará este sábado en Mendoza (en el auditorio Ángel Bustelo) y llegará a Córdoba el viernes 18 de agosto.

Esperando el milagro, si te referís al tema, no habla de la banda, sino esa cosa que tenemos en el mundo y, aquí sobre todo, de vivir esperando que todo se arregle, que todo sea divino, que todo sea hermoso. Es curioso, me decís que el disco cumple 20 años y seguimos en esa. Seguimos esperando el milagro”, había confesado Daffunchio con VOS.

Y ahora con Bebe Contempomi se anima a asociar este diagnóstico a la letra de Corderos en la noche (1991), el tema que da nombre y que abre el disco debut de Las Pelotas: “Trátanos como si fueras pastor/ llévanos adonde no haya dolor”.

“Para muchos, en Argentina el milagro es que aparezca ese pastor…”, apunta Germán, quien al momento de tocar se pone al frente de una propuesta acústica que le viene de perillas al costado más melancólico y cancionero de su obra.

Consecuente con lo que había expresado, la banda sólo interpreta dos canciones del álbum celebrado: Esperando el milagro, con la pequeña multitud ya entonada saltando en la parte del clímax, y la ya citada Será, con el gran detalle de contar con la cantante Claudia “Köla” Canga, la esposa del baterista Gustavo Jove, que puso la voz en la versión original.

“La historia es curiosa porque no fue una canción pensada, enfocada –asegura Daffunchio–. Será fue una enroscada mía, quise buscar un tema de amor sin que tuviera los elementos que me revuelven el estómago de los temas de amor. Una locura artística mía de crear un tema de amor que no diga lo que todos los románticos dicen. Fue una búsqueda de un tema con ese tipo de energía, sin caer en la mediocridad”.

La mirada del también exguitarrista de Sumo resulta complementaria al primer comentario que Será tiene en YouTube, escrito por el usuario @marioa.chaudesayguesgallo3754 y rescatado en redes por la periodista Paz Azcárate, de Rolling Stone.

Él habla de Sabrina, de lo feliz que fue con ella durante cuatro meses y de lo repentina que fue una ruptura que no vio venir. Refiere además al después de la rotura absoluta de su corazón, tiempo en el que cabe una vuelta en bici a la casa de sus padres, previa parada en una panadería para comprar facturas.

La secuencia final es letal: “Puse la pava, limpié el mate, y mientras esperaba que alguien se despierte, prendí la tele e hice un zapping hasta que caí en Much Music. No me acuerdo qué tema terminaba y arrancó este, que en mi situación me caló hondísimo. Nunca volví a ver a Sabrina, ni a saber nada de ella, pero cada vez que escucho este tema, me acuerdo de todo lo que fuimos hasta el amanecer... ¡Salud!”.

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