Rusia anunció la detención de un periodista estadounidense del diario The Wall Street Journal por espionaje. Se trata del primer corresponsal de Estados Unidos en ser puesto tras las rejas desde la Guerra Fría.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó que Evan Gershkovich fue detenido en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Montes Urales, cuando intentaba obtener información clasificada.
El organismo alegó que el hombre, de 31 años, “estaba actuando por orden de Estados Unidos para recopilar información sobre las actividades de una de las empresas del complejo industrial militar ruso que constituye un secreto de Estado”.
El arresto se produce en medio de tensiones entre Rusia y Estados Unidos por la invasión de Ucrania.
Por su parte, el The Wall Street Journal negó con vehemencia las acusaciones y busca su liberación inmediata. “Nos solidarizamos con Evan y su familia”, manifestó el periódico.
Gershkovich trabajaba con una acreditación expedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, cuya vocera dijo que el periodista fue detenido "con las manos en la masa".
"Lo que hacía el colaborador de la publicación estadounidense Wall Street Journal en Ekaterimburgo no tenía ninguna relación con el periodismo", sostuvo la funcionaria.
Añadió que el reportero "no era el primer occidental famoso en ser atrapado con las manos en la masa" y que otros ya habían "utilizado el estatuto de 'corresponsal extranjero" para cubrir sus actividades".
El arresto por espionaje de un periodista extranjero es algo sin precedentes en la historia reciente de Rusia. El delito es castigado con penas de 10 a 20 años de prisión, según el artículo 276 del Código Penal ruso.
Gershkovich es el primer reportero estadounidense arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde septiembre de 1986, cuando Nicholas Daniloff, corresponsal en Moscú de US News and World Report, fue arrestado por la KGB, el antecesor del FSB.
Sin embargo, fue liberado sin cargos 20 días después en un intercambio por un empleado de la misión de las Naciones Unidas de la Unión Soviética que fue arrestado por el FBI.
Varios ciudadanos estadounidenses se encuentran actualmente en prisión en Rusia, y tanto Washington como Moscú se acusaron mutuamente de llevar a cabo detenciones por motivos políticos.
Los periodistas críticos del Kremlin son a menudo objeto de persecuciones penales en Rusia, algo de lo que en general se libraban los extranjeros, ya que Moscú optaba por expulsarlos o endurecer las normas de acreditación.
Desde el lanzamiento de la ofensiva rusa en Ucrania, el gobierno Ruso intensificó la presión sobre los medios de comunicación independientes y endureció las condiciones de expedición de acreditaciones para periodistas extranjeros.
En este contexto, muchos medios de comunicación occidentales han reducido considerablemente su presencia en Rusia desde la entrada de las fuerzas rusas en Ucrania, en febrero de 2022.
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