Seis jóvenes fueron encontrados este miércoles muertos y se presume que pertenecen al grupo de siete que habían sido secuestrados el domingo por un comando armado en el estado mexicano de Zacatecas, mientras que el restante fue localizado con vida en una zona rural cercana.
No obstante, no existía todavía esta tarde una confirmación oficial de que se trata del grupo ni especulaciones sobre por qué pudieron haber sido retenidos.
"Seis de los siete adolescentes privados de su libertad por un comando armado, el pasado domingo, fueron localizados sin vida el mediodía de este miércoles, en un predio de la comunidad La Soledad, a escasos 25 kilómetros de la capital de Zacatecas", publicó en su sitio el diario La Jornada, que citó información extraoficial.
El Sol de Zacatecas, en tanto, señaló que durante el operativo de búsqueda en Malpaso, Villanueva, en una zona de difícil acceso, fueron localizados seis cuerpos sin vida de hombres jóvenes y que la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJEZ) realizaba los procedimientos para su identificación.
A través de un comunicado, la FGJEZ dijo que los cuerpos sin vida corresponden a hombres jóvenes y que permanecían "en calidad de no identificados, hasta que se agoten los mecanismos de reconocimiento que establecen los protocolos en materia de identificación humana".
Los adolescentes fallecidos, de entre 14 y 18 años, fueron localizados en un predio a cielo abierto, durante el patrullaje de un helicóptero de la cartera de Seguridad Pública de Zacatecas.
"El séptimo de ellos estaba en el lugar, hincado, y fue trasladado en la misma aeronave de emergencia al hospital general de la capital zacatecana, donde se reporta en estado crítico", detalló La Jornada.
La comunidad rural de La Soledad está localizada a cinco kilómetros de la zona rural El Potrerito -en Malpaso-, donde los siete jóvenes fueron secuestrados en la madrugada del domingo por un grupo de hombres armados que se los llevaron en varios vehículos.
Las primeras pesquisas de las autoridades locales indicaron que los jóvenes se reunieron el sábado para cenar con familiares.
Alrededor de la región de Villanueva, Zacatecas, se puso en marcha un operativo conjunto de unos 300 efectivos militares, policiales y judiciales.
Además, personal especializado en psicología y trabajo social atendían a los familiares de los jóvenes para brindarles contención.
Los habitantes de la comunidad protestaron en la ruta que conecta a Malpaso con la ciudad colonial de Zacatecas, capital del estado del mismo nombre.
El fiscal Francisco Murillo Ruiseco reveló que anoche fueron detenidas dos personas presuntamente involucradas en la privación ilegal de la libertad de los siete jóvenes.
Se trata de dos adolescentes originarios del estado de Durango y fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
Por la mañana de este miércoles, el presidente Andrés López Obrador se había limitado a confirmar el secuestro y a explicar que "se está haciendo la investigación, y no se puede informar más".
Los adolescentes secuestrados son Héctor Alejandro Saucedo Acevedo, de 17 años; Jorge Alberto Rene Ocon Acevedo, de 14; Sergio Yovani Acevedo Rodríguez, de 18; Gumaro Santacruz Carrillo, de 18; Oscar Ernesto Rojas Alvarado, de 15; Diego Rodríguez Vidales, de 17, y Jesús Manuel Rodríguez Robles, de 18 años.
Acevedo Rodríguez es el que, en principio, está vivo e internado.
"En todos los casos se actúa y no hay nada que quede sin ser investigado; hay atención especial", remarcó López Obrador.
Hasta acá, el único indicio del paradero de los jóvenes había sido el hallazgo de un vehículo que el grupo criminal utilizó en el secuestro.
Los familiares habían publicado en redes sociales fotografías con la descripción física de los adolescentes y su vestimenta el día que fueron secuestrados.
La madre de uno de los jóvenes reveló que quisieron extorsionarla con un pedido de 15 mil pesos y otras contaron que les mandaron un video en el que se ve a sus hijos maniatados en un cerro cercano, mientras que uno de ellos era asfixiado en un pozo de agua.
En Zacatecas, uno de los estados más afectados por la violencia, operan los dos cárteles más poderosos de México, el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, que mantienen una disputa por el control de rutas para el tráfico de drogas y personas.
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