Ecuador vive sus meses más difíciles con una ola de violencia que parece no encontrar fin a pesar de las elecciones presidenciales. Debido a ello, la Policía y el Ejército realizaron un megaoperativo en la cárcel de Litoral que es considerada la más poblada del país con más de 5.600 reclusos. Actualmente el país se encuentra en un estado de excepción decretado en todo el sistema penitenciario desde finales de julio.
Atribuido a un enfrentamiento entre bandas, Ecuador ya suma un total de 12 muertos y al menos siete presos fugados en abril pasado en la Penitenciaría mencionada. A eso hay que sumarle que el 24 de julio pasado, la misma prisión fue escenario de una masacre que terminó con más de 30 fallecidos.
Las autoridades declararon al día siguiente el estado de excepción y el toque de queda en las provincias Manabí y Los Ríos y en el cantón Durán de la provincia de Guayas.
"Este momento, un grupo de 1.700 efectivos de las Fuerzas Armadas y la Policía interviene la Penitenciaría de Litoral para hacer un control de armas, municiones y explosivos. En el marco del estado de excepción, seguimos trabajando para sacar todas las armas de este centro penitenciario y reducir la violencia", anunció el presidente Guillermo Lasso.
"Hasta el último día de mi Gobierno combatiremos la delincuencia con firmeza, seguros de actuar con el peso y la fuerza que nos dan la Constitución y las leyes. Nuestro trabajo continúa", manifestó el mandatario en una publicación de la red social X.
Consecuencias de los hechos violentos
A principios de este mes renunció el titular del Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI), el organismo a cargo de las cárceles de Ecuador, Guillermo Rodríguez. El mismo solo estuvo a cargo nueve meses y declaró que faltaba "actuar como un Estado sólido para hacer frente a la violencia carcelaria”.
Rodríguez se convirtió en el quinto director del SNAI que deja el cargo durante el Gobierno de Lasso, una muestra de la severa crisis del sistema penitenciario, cruzado hace años por motines, masacres internas y enfrentamientos armados entre bandas.
La seguridad y las cárceles se volvió uno de los problemas centrales para el Gobierno de Lasso, que, entre otras medidas, ya dispuso varias veces el estado de excepción en algunos distritos, multiplicó el número de policías en algunas ciudades, modificó protocolos y sistemas de seguridad y traslada a los jefes de las bandas a otros penales.
Los enfrentamientos entre narcos dejaron más de 400 presos muertos desde 2021, mientras la tasa de asesinatos a nivel nacional casi se duplicó entre 2021 y 2022, pasando de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, según las autoridades.
Refuerzan la seguridad para los candidatos
Luisa González y Daniel Noboa son los postulantes que sacaron más votos y se disputarán la presidencia en una segunda vuelta que tendrá lugar el próximo 15 de octubre.
Lasso, mandatario en vigencia en el país sudamericano, ordenó a las Fuerzas Armadas que se aumente la seguridad de ambas figuras políticas para no correr riesgos de cara al balotaje. El mensaje fue publicado a través de sus redes sociales y solicitó que "se encarguen, de forma inmediata, de la seguridad de los candidatos presidenciales Luisa González y Daniel Noboa".
El total de postulantes era ocho, pero González y Noboa fueron los más elegidos por el pueblo ecuatoriano. Sin embargo, a ninguno le alcanzó para lograr una victoria en primera vuelta, por lo que tendrán un cara a cara para definir al nuevo presidente, que reemplazará en su cargo a Guillermo Lasso.
La líder del movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, fue la más votada, incluso por sobre el candidato de la Alianza Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa. Actualmente, ambos ya cuentan con protección policial todo el tiempo, aunque ahora se reforzará con presencia de militares para poder blindar su seguridad ante de los comicios.
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