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Pasó de barrer calles y trabajar en un taller a ser la primera mujer chofer de ambulancia de La Pampa

Marta Acosta es la flamante conductora de la unidad móvil de salud de la ciudad de Quetrequén. “Me escriben muchas mujeres con ganas de animarse a hacer lo mismo y las aliento”, cuenta

Acaba de hacer el segundo traslado del día. Marta Acosta trabaja en el Centro de Salud de Quetrequén de La Pampa y es la flamante y primera chofer de una ambulancia en toda esa provincia. Para llegar a ese puesto se entrenó durante cinco meses y, aunque aún no le tocó una situación de gravedad, dice que la primera vez que manejó con la sirena encendida para dar aviso de su paso la conmovió.

“Fue una mezcla de emoción y adrenalina”, define la mujer de 39 años que hace sólo diez días comenzó con esta tarea que la llena de orgullo y de satisfacción, además del reconocimiento de sus vecinos. Para ella, manejar es algo que tiene asimilado desde la adolescencia porque desde hace 20 años conduce autos.

Hasta ahora, sólo le tocó salir con destino a alguna emergencia domiciliaria y realizó viajes al hospital pero no “accidentes viales o tener que trasladar a una persona en riesgo de muerte”, dice.

La historia

Marta nació en la localidad de Rancul, desde hace doce años vive en Quetrequén y forma parte del equipo sanitario de ese lugar desde hace seis.

“Ingresé como personal de maestranza, hace unos tres meses y enseguida me ofrecieron la posibilidad de ser chofer de ambulancia. ¡Quedé sorprendida! Y dije que sí porque sólo pienso en trabajar y hacer lo mejor para mi familia y sacarla adelante”, asegura la mujer.

En esa localidad, vive con su marido y sus mellizos de 10 años. El resto de los suyos (sus hijos mayores, su mamá y hermano) siguen en la ciudad natal). “Somos una familia chica y nos apoyamos constantemente. Nos damos mucho amor”, asegura.

“Mis hijos están orgullosos de lo que hago. Se emocionan también porque saben lo que esto significa para mi”, cuenta Acosta. Orgullosa de sí misma, asegura que nunca le esquivó a un trabajo y asegura que siempre hizo lo que había que hacer.

“Nunca tuve trabajos livianos, nunca fue ama de casa, desde chica salí a trabajar. Empecé barriendo, después trabajé en un taller de chapa y pintura con mi papá durante nueve años. Más tarde, hice cursos en Santa Rosa a las que le sumé prácticas durante dos meses en el Hospital de Rancul. Ahí aprendí cómo es el manejo de ambulancias y de las camillas. La verdad, aprendí mucho con mis compañeros que siempre me ayudan en lo que necesito”, agrega la mujer.

La noticia de que se convirtió en la primera mujer en ser chofer de ambulancia recorrió la localidad en la que vive y sus vecinos no tardaron en felicitarla. “Me puso muy alegre la repercusión y que todos me feliciten. Para mi es una gran alegría, un logro importante porque nunca pensé en llegar a dónde estoy ahora. Esto que estoy viendo es realmente hermoso y me llena de satisfacción”, dice emocionada.

Además de ser chofer, Marta es la lateral derecha del equipo de fútbol femenino de la Liga de Quetrequén. “¡Me encanta jugar al fútbol! Esto también me da adrenalina y me gusta mucho. Vamos bien en el torneo, que jugamos los sábados”, cuenta y feliz dice que van cuartas en la tabla de posiciones.

Como hincha de River, admira a Jonatan Maidana, ya que también es defensora, pero su ídolo mundial es Lionel Messi.

Al hablar de su logro laboral, asegura que es también el de todas sus compañeras de género. Al menos así lo siente. “Todas las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres, todo se puede en esta vida. Lo que cada una quiera lo puede conseguir, por eso es importante que luchemos por lo que queremos”, finalizó Acosta.

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