Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Opinión UCRANIA

El renacimiento de la artillería

Debido a los avances tecnológicos se pudo observar un renacimiento de la artillería de cañón y cohetes/misiles en los conflictos recientes.
 Gabriel Camilli

Por Gabriel Camilli

La artillería, que usa en el combate cañones, obuses, cohetes y misiles, ataca objetivos indirectamente por medio de fuegos ejecutados con un cierto ángulo, por lo que al objetivo no se le apunta directamente y los proyectiles viajan muchos kilómetros. Debido a los avances tecnológicos en relación con las plataformas de armas, municiones, sensores y sistemas de guía, se pudo observar un renacimiento de la artillería de cañón y cohetes/misiles en los conflictos del pasado reciente y en la actualidad, en Ucrania.­

Blancos y objetivos­

­La artillería moderna se puede utilizar en muchos escenarios y alcanzar objetivos con gran precisión desde muchos kilómetros de distancia. Para ésto es muy importante contar con capacidades y habilidades para identificar blancos y dirigir el fuego a grandes áreas de objetivos. Ello permite que las tropas de las fuerzas opuestas puedan combatir sin que su propia fuerza de combate se vea expuesta a una confrontación directa.­

Por un lado, la artillería reduce el efecto del enemigo sobre sus propios soldados a lo largo de la línea de contacto mediante fuego indirecto. Por otro lado, el poder de combate del oponente también se debilita y se ve afectado en las profundidades del campo de batalla, por ejemplo, con ráfagas de fuego contra instalaciones de mando, artillería enemiga, instalaciones antiaéreas o de suministros y sus columnas de abastecimiento. Esto puede aumentar significativamente las posibilidades de éxito. A diferencia de las fuerzas aéreas, la artillería puede reconocer y actuar sin importar la hora del día o el clima. En resumen: aquellas fuerzas armadas que puedan garantizar un apoyo de fuego indirecto más rápido, de mayor alcance, más efectivo y más preciso tienen una clara ventaja.­

El anuncio del ministro de Defensa francés, Sebastien Lecornu, de que Francia enviará 12 cañones César más a Kiev es “claramente importante para los ucranianos, especialmente para el sistema de artillería César’’, dijo Robert Parsons, editor en jefe de relaciones exteriores de France 24.­

“Han sido muy exitoso en Ucrania, por lo que los ucranianos estarán encantados, estoy seguro, de obtener 12 más. Creo que eso lleva el total a más de 40 ahora, cerrando en 50 Césars en Ucrania’’.­

Según fuentes internacionales a Francia solo le quedarían 77 obuses César, para su propia defensa. Dato no menor.­

Estonia donará todos sus obuses de 155 milímetros a Ucrania como parte de la asistencia militar más grande de su historia. Se espera que el paquete, que anteriormente tenía un valor de 113 millones de euros (122 millones de dólares), aumente las capacidades de defensa de Kiev durante la guerra actual.

Estonia actualmente opera 24 obuses remolcados FH-70 estándar de la OTAN.­

Además de los obuses, Tallin enviará miles de proyectiles de artillería de 155 mm y cientos de lanzagranadas antitanque Karl-Gustaf (1). ­

Campaña especial­

­Hace varias semanas, Rusia lanzó una campaña especial de fuegos de contrabatería, que es el fuego que la propia artillería ejecuta sobre la artillería enemiga. Para esa tarea se dispone de radares de contrabatería (ya explicamos el Sistema Penisilin), sistemas de guerra electrónica y vigilancia aérea y baterías de artillería de largo alcance con municiones de precisión.

En los últimos siete días, Rusia manifestó que destruyó un total de 40 obuses remolcados por camiones, 32 obuses autopropulsados, 8 sistemas de lanzacohetes múltiples (MRLS), 15 radares de contrabatería y 23 depósitos de municiones de artillería local.­

También se enfrentó a posiciones de artillería ucraniana en contraataques normales en 651 ocasiones. Esto habrá causado más daños y pérdidas. Además, se afirma que las defensas aéreas rusas interceptaron 55 cohetes MLRS y misiles antirradar HARM.­

Pero podemos pensar y dudar, en función de la niebla de la guerra 2.0, entonces sugerimos aplicar esta fórmula: “Si cree que los informes de campo que ha recibido el ministerio de defensa ruso están exagerando los números, lo cual es probable, simplemente divídalos por la mitad”.­

No obstante, podemos inferir que, en solo una semana, las pérdidas ucranianas habrían sido incluso más de lo prometido por Estonia y Francia.

En un artículo publicado en Time, leemos: “Un lote de proyectiles de artillería destinados al campo de batalla ucraniano se abre paso por una serpenteante línea de producción en el noreste de Pensilvania. Aquí, dentro de una serie de edificios de ladrillo rojo donde se repararon locomotoras de vapor hace un siglo, equipos de trabajadores trabajan las 24 horas para garantizar que las amoladoras, tornos y hornos industriales no dejen de retumbar’’.­

“Todo es muy grande. Es muy complejo, tiene muchas piezas móviles, una enorme cantidad de calor”, dice Richard Hansen, que supervisa las operaciones de fabricación en la planta de municiones del ejército de Scranton. “Tienes que continuamente. mantenerlo funcionando. Y es importante que hagamos eso porque estamos fabricando municiones’’.­

Los proyectiles de 155 milímetros, que se disparan desde obuses a varios kilómetros de sus objetivos, son fundamentales para la defensa de casi un año del ejército ucraniano contra la invasión rusa. Miles de proyectiles no guiados se disparan cada día en el conflicto, una tasa de consumo que los funcionarios estadounidenses y ucranianos comparan con la Segunda Guerra Mundial, lo que agota las reservas existentes del ejército de los EE.UU.­

La Administración Biden ya ha entregado a Ucrania más de un millón de proyectiles de 155 milímetros. Con cientos de millas de frentes en disputa, el ejército ucraniano depende de disparar rondas de unos 300 obuses de 155 milímetros para repeler las posiciones rusas. Sin que se vislumbre el fin de los combates, el Ejército de EE.UU. planea aumentar su tasa de producción actual de alrededor de 14 000 proyectiles de obús de 155 milímetros por mes a 20 000 para esta primavera y hasta 90.000 para 2025, gastando $1,9 mil millones solo este año en el proceso.­

El conflicto de Ucrania ha expuesto serios problemas en la base industrial de defensa de EE.UU., según Mark Cancian, un coronel retirado de la Marina que ahora es asesor principal en el grupo de expertos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. El Pentágono ha pasado el último cuarto de siglo invirtiendo en armamento caro y de alta tecnología. “El aumento de la producción tardará meses en estar en línea y aún no cubrirá por completo las tasas actuales de gasto de artillería’’, escribe. “Alentar a los países de la OTAN y otros aliados cercanos a proporcionar reservas ayudaría, y Estados Unidos ha estado realizando este esfuerzo agresivamente’’.­

La avalancha de dinero es un giro bienvenido para la planta de Scranton, que fue construida por primera vez en 1908 por DL&W Railroad como un taller de reparación de locomotoras de vapor. El Ejército adquirió la propiedad en 1951 al comienzo de la Guerra de Corea y convirtió la instalación para fabricar proyectiles de artillería.­

En ese entonces, EE.UU. tenía 86 plantas de municiones militares como parte de una movilización industrial diseñada para satisfacer las necesidades de municiones en tiempos de guerra. A lo largo de las décadas, el número de instalaciones disminuyó. Hoy, el Pentágono tiene solo cinco de las llamadas plantas “de propiedad del gobierno y operadas por contratistas” que suministran al ejército la mayor parte de sus municiones, propulsores y explosivos convencionales. General Dynamics ha estado mejorando los esfuerzos de contratación en previsión de pedidos de artillería adicionales para la planta de Scranton.­

Supervivencia nacional­

­Lo que ha quedado demostrado, nuevamente, es que la guerra no es algo que un país elija tener o no libremente. Hay ocasiones en que la supervivencia nacional exige combatir y ello implica contar, desde la paz, con las estructuras que permitan disponer de las herramientas para ello. En el caso de Ucrania necesita imperiosamente munición del exterior porque los calibres de los materiales que recibe son los de la OTAN y no los exsoviéticos, de los cuales disponía. Pero la realidad de la guerra le demostró que no eran suficientes. La Argentina supo tener una fábrica que producía munición de artillería para los cañones de su ejército pero hoy, probablemente, tendríamos que salir a pagar fortunas por esos mismos proyectiles y rogar que alguien quisiera venderlos.­

(1) https://www.thedefensepost.com/2023/01/24/estonia-sending-howitzers-ukraine­

El autor es Cnl My (R) - Director del Instituto ELEVAN.­. Publicado en La Prensa, Buenos Aires.

UCRANIA

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso