A pocos días de su condena final por el asesinato de Fernando Báez Sosa, Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers procesados, rompió el silencio. El joven elevó un reclamo y contó su versión sobre el crimen del joven fallecido a la salida de un boliche en Villa Gesell. Además, reveló detalles de su actualidad en Melchor Romero.
"Hola. Quería decirte si nos harías el favor de dejar de hablar pestes de mí y de cada uno de mis amigos, ya que nadie ni ninguno de nosotros te faltamos el respeto a vos. Gracias", le escribió Cinalli a un periodista de Crónica TV, mediante Instagram.
Y continuó con su pedido: "No entiendo por qué tienen tanto odio hacia nosotros. Perdón ya pedimos, seguro no se soluciona nada con eso, pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó. Nos escrachan en todos lados".
"Dejen vivir, no tenemos vida, viven hablando mal de nosotros. Cortenlá, pagar ya estamos pagando desde el primer día", manifestó Cinalli, desde la Alcaldía de Melchor Romero, donde se encuentra detenido junto a los siete incriminados.
Su versión de aquella trágica noche
Por otro lado, Blas contó detalles de la noche dentro boliche de Villa Gesell: "Estábamos tranquilos tomando algo. Te voy a admitir si que con una copas de más, pero nada más que eso, luego creo que hacia un costado mío estaba Luciano (Pertossi) forcejeando con alguien, como si lo quisieran tacklear".
Y relató: "Cuando veo que esta forcejeando con una persona que no recuerdo bien quién era, me acerco para ayudar a Luciano. Puede ser que haya sido Fernando. Luego de eso nos sacaron afuera, a todo eso Lucho quería seguir peleando con otro chico del grupo de Fernando y ahí fue cuando nos sacó la Policía y nos alejamos".
Finalmente, Cinalli dijo que, según lo que él tiene entendido, "a los chicos que le tocó cadena perpetua los van a separar y llevar hacia otro lado" dentro de la Alcaldía de Melchor Romero. "Para mí, sería muchísimo mejor juntos, pero si la ley dice que nos tienen que separar, será así", concluyó en sus mensajes.
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