Una avioneta se accidentó este domingo por la mañana cuando intentaba despegar en el Aeropuerto “Brigadier Cesar Raúl Ojeda” de la ciudad de San Luis y dejó como saldo tres personas con quemaduras y en estado grave. En un principio, solo trascendió el nombre del pasajero, que fue identificado ante el diario porteño La Nación, por dos fuentes independientes, como Juan Chediack (69), un importante empresario de la construcción que invirtió en una gran finca de olivos en La Rioja, con altísima tecnología para podar y cosechar a máquina.
Chediack llegó a ser presidente y vicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Además. está imputado como arrepentido en la causa de los Cuadernos de las Coimas.
El accidente fue alrededor las 9.30, cuando una ráfaga de viento fuerte tiró al avión, matrícula LV-GLQ Beechcraft bonanza, contra el perímetro del aeropuerto. “Se activaron rápidamente los sistemas de emergencia del aeropuerto y se evacuaron 3 personas con quemaduras”, indicaron fuentes consultadas por ese matutino.
Aunque las causas aún se intentan determinar, se presume que las fuertes ráfagas de viento, que por momentos alcanzaban los 100 kilómetros, fueron los motivos del accidente y posteriormente el incendio de la avioneta, que chocó contra el cerco perimetral.
En el lugar trabajaban Policía de Seguridad Aeroportuaria, bomberos y personal sanitario, que trasladaron a las personas heridas y con quemaduras al Hospital Central “Ramón Carrillo”.
Según el primer parte médico, se trata de tres hombres de 36, 52 y 69 años, que se encuentran en estado grave. Por la tarde, confirmaron a este medio que los pilotos eran: Esteban Asprella, el más joven; y Juan Ignacio Bilesio Barbeito, el de mayor edad.
“Todos con diagnóstico de gran quemado, en asistencias respiratoria mecánica asociado a politraumatismos con compromiso óseo importante. Los pacientes están hemodinámicamente descompensados y sus pronósticos son críticos y reservados”, dice el escueto parte.
El empresario “tiene quemado el 80% del cuerpo. Fracturas de miembros inferiores y superiores y cadera. Además, tiene comprometida la parte respiratoria”.
Desde este sábado, la ciudad de San Luis sufre la inclemencia climática debido a los fuertes vientos, según la Red de Estaciones Meteorológica (REM) de la provincia, que por momentos alcanzaron los 125 kilómetros por hora en la localidad de Donovan, situada a 10 kilómetros de la capital puntana.
El destino de la aeronave era el aeropuerto de San Fernando, en la zona norte bonaerense, según indicaron fuentes aeronáuticas.
Sobre los pilotos, ambos tenían varios años de experiencia. En el caso de Asprella, según anunciaba en su perfil profesional en la red social LinkedIn, era “piloto comercial de primera clase de avión con habilitación de vuelo por instrumentos, habilitación de multimotores terrestres hasta 5700 kilogramos, vuelo nocturno, copiloto LJ60, experiencia como piloto y operador de Beechcraft Baron y King Air 90. 1700 horas de vuelo, 900 horas de multimotores, 300 horas de turbohélice, 60 horas de reactor”.
El hombre había comenzado su carrera profesional en enero de 2010, por lo que tenía más de 13 años de trayectoria en el rubro.
En el caso de Bilesio Barbeito comenzó su carrera en las Fuerzas Armadas antes de pasar al sector privado, según consta en su perfil profesional de LinkedIn. Primero trabajó como Guardiamarina en el Cazaminas ARA Formosa (entre 1993 y 1995). El siguiente paso en su carrera militar fue como integrante de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima en Trelew, Chubut, donde permaneció 18 meses antes de pasar a ser Copiloto de la segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil en Ezeiza.
Entre 1999 y 2001 fue profesor de vuelo en la Escuela de Aviación Naval y los siguientes dos años fue piloto en la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque en Verónica, provincia de Buenos Aires. En 2005 llegó a la marina de los Estados Unidos donde fue, por dos años y medio, instructor de vuelo en el Escuadrón de Entrenamiento N° 6. Luego regresó a su puesto en las Fuerzas Armadas del país, en Verónica.
Su último paso por la aviación militar, antes de pasar a la comercial, fue en entre febrero de 2008 y agosto de 2012 cuando se desempeñó como Comandante de vuelo de la 2ª Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil en Ezeiza.
Juan Chediack, expresidente y exvicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), fue uno de la decena de empresarios que estuvo en la mira de la Justicia por la causa de las coimas de la corrupción y que decidió ser imputado arrepentido.
El empresario ocupó cargos en la CAC desde 1992 y llegó a la presidencia después de la gestión de Carlos Wagner -otro de los arrepentidos en el marco de la causa de los cuadernos-, entre 2014 y 2016. Actualmente, es titular de Chediack S.A, la empresa constructora que realizó obras viales, civiles, hidráulicas y de minería.
Chediack S.A empezó a trabajar en el ámbito de la construcción en 1947 en San Luis y desde sus inicios participó en todas las ramas de la industria de la construcción y concesiones, según consigna el sitio oficial de la compañía.
La empresa hizo la Autopista Ezeiza – Cañuelas, la Autopista Ruta Nacional N° 7, que conecta Luján – Buenos Aires, el Aeropuerto de Río Gallegos. Tuvo las concesiones viales con cobre de peaje de las rutas nacionales 5 y 7; y del centro unificado de frontera entre Santo Tomé (Argentina) y Säo Borja (Brasil).
Además, se adjudicó la obra de la presa Las Lajas (Córdoba), para controlar las crecidas sobre el Arroyo Las Lajas; la rectificación del cauce del Río Salado; la construcción del dique de La Alumbrera (Catamarca) y participó del proyecto minero Pascua – Lama (de la empresa canadiense Barrick) en San Juan.
Chediack había sido mencionado por Wagner, que reconoció la existencia de un “club de la obra pública”, por lo que se presentó ante el fiscal Carlos Stornelli.
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