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Policiales POLICIALES

El Crimen sin cuerpo: se cumplen 19 años de la desaparición de la turista suiza

Este martes se cumplen 19 años desde la última vez en que la turista suiza fue vista con vida. Annagreth Würgler recorría el noroeste argentino cuando la vieron por última vez, en agosto de 2004. Aunque nunca apareció su cuerpo, no existen dudas de que la joven fue asesinada.

Annagreth Würgler, una joven suiza de 28 años, había viajado por todo Sudamérica con su mochila al hombro y una bicicleta roja. Así llegó a la Argentina en julio de 2004 y un mes después, el 29 de agosto, se esfumó cuando recorría la zona de Talampaya. Desde entonces, su nombre se convirtió para siempre en sinónimo de un misterio.

Aunque el cuerpo de la turista suiza nunca apareció, para la Justicia la asesinaron en medio de un ataque sexual. Tras una investigación, fueron dos los principales acusados en la causa. A uno lo absolvieron en el juicio. El otro fue condenado a 18 años de prisión y salió en libertad tras cumplir las dos terceras partes de la pena, pero nunca rompió el silencio. Ni reconoció el crimen ni dijo qué había hecho con los restos de la víctima.

Las hipótesis sobre lo que pudo ocurrirle a la joven turista fueron muchas y de lo más variadas, pero las más firmes fueron tres: violación seguida de muerte, homicidio simple o que Anna, como la llamaban, hubiera sido capturada por una red de prostitución. Todas esas líneas investigativas, sin embargo, terminaron encerradas en el mismo callejón sin salida.

La reconstruccción de los últimos momentos con vida de Annagreth se conocieron durante el juicio oral. Los investigadores dieron por probado que la turista suiza estuvo en Villa Unión el 27 de agosto y pasó por la comisaría de Patquía, donde pidió permiso para instalar su carpa en el patio trasero y dormir allí esa noche.

Al día siguiente siguió su camino hacia el paraje El Chiflón y acampó al lado de la casa de un comerciante. Pero su objetivo era llegar al Parque Nacional Talampaya, por lo que con las primeras luces del 29 de agosto se montó nuevamente en su bicicleta y se dirigió a ese lugar. El azar la cruzó con una camioneta roja a la altura del kilómetro 114 de la ruta 76.

El vehículo pertenecía a Alcides Cuevas, empresario hotelero de la provincia, pero quien manejaba era Walter Narváez. Al parecer, cansada después de pedalear durante horas, la bióloga suiza les pidió si podían acercarla hasta el camping de Pagancillo y pasó la noche en ese predio, administrado por el matrimonio formado por Amanda Gordillo y Mario Machuca.

En base a la declaración de los testigos, durante el trayecto Annagreth les contó a Cuevas y Narváez sobre sus intenciones de ir a Talampaya y al otro día el hotelero le ofreció llevarla ahí de excursión. En ese punto, comenzó el misterio.

Annagreth desapareció y Cuevas fue la última persona que la vio con vida. El juez Walter Sinesio Moreno se hizo cargo entonces de la investigación que, a medida que avanzaba, amplió las sospechas y complicó también a Gordillo y Machuca, los dueños del predio donde la suiza acampó por última vez y donde se encontraron después algunas de sus pertenencias.

El caso estaba cerrado. Pero cuatro años después, en abril de 2008, encontraron intacta la bicicleta de Annagreth en la provincia de San Juan y, el mismo día, detuvieron al juez riojano que había investigado el caso de la suiza desaparecida, Walter Sinesio Moreno, por liderar una banda delictiva que asesinó a un comerciante al que le debían dinero.

Así, Sinesio Moreno pasó de acusador a acusado y durante un allanamiento en sus oficinas se encontró otra prueba de la irregular investigación que había llevado a cabo con el caso de Wurgler. En ese procedimiento, encontraron en un cajón del juez el recibo del dinero que había pagado por la compra de una navaja y la grabación en su hoja de “Anna W”.

En Radio La Red el abogado Nicolás Azcurra, recordó una serie de contradicciones que se dieron a lo largo del caso, y la impunidad que hasta el día de hoy se mantiene.

“Es preferible un culpable suelto y no un inocente preso, pero en este caso han quedado varios responsables sueltos”, sostuvo quien se encargó de la defensa de Machuca y Gordillo, la pareja propietaria del camping donde ella se había alojado. Nunca se supo nada más de ella, ‘se la tragó la tierra’. “Pareciera que La Rioja tiene un triángulo de las bermudas, porque desaparecieron varias personas aquí, como Marita Verón”, recordó Azcurra.

CRIMEN DE LA TURISTA SUIZA POLICIALES LA RIOJA TALAMPAYA

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