A partir del primero de abril entrarán en vigencia nuevos aumentos en los alquileres, para aquellos que renueven el contrato, que se suman a una serie de incrementos como las tarifas, combustibles y prepagas, entre otros.
El mecanismo de actualización para los alquileres está normado por la Ley de Alquileres, que establece que la suba se haga según un promedio de la variación anual de la inflación, que publica Indec, y el nivel de salarios de los trabajadores que realizan aportes a la seguridad social (RIPTE).
Para un inquilino que firmó contrato en abril de 2022 renovará con un aumento del 88% interanual.
Cómo calcular el aumento
Es necesario ingresar a la web del BCRA, donde el organismo publica el Índice de Contratos de Locación (ICL), con el que se calcula el incremento de los alquileres.
El ICL es un índice que el Banco Central actualiza todos los días. El inquilino deberá tomar como referencia el valor del día que firmó el contrato (por ejemplo, 1 de febrero de 2022) y luego tomar el valor que figure en el 1 de febrero de 2023.
Se debe usar una fórmula sencilla con estos dos números de 2022 y 2023: el del inicio de la última actualización de valores y en la que se hará el aumento.
La fórmula que se debe aplicar es el total del alquiler dividido por el índice de la fecha del año anterior (1 de febrero 2022) y multiplicarlo por el índice del día en que se aplicará el aumento sobre el mismo (1 de febrero de 2023, en este caso).
El valor que arroje será el importe del alquiler que el inquilino deberá abonar durante todo el año.
Renovación del contrato
En Argentina cada vez se hace más difícil buscar un alquiler y que ese objetivo sea una tarea accesible. Está claro que los precios de los inmuebles se llevan una porción cada vez mayor de los ingresos, que los requisitos se hacen cada vez más exigentes y que se registran abusos y arbitrariedades por parte de intermediarios o de las personas que son propietarias.
Así como también, firmar un contrato de alquiler es un paso importante para cualquier persona que busque una propiedad para vivir. Sin embargo, hay muchos detalles que se deben tener en cuenta antes de hacerlo. Te contamos cuatro claves que pueden ayudar a cualquier inquilino a proteger sus intereses y evitar sorpresas inesperadas durante la duración del contrato de alquiler.
Duración y monto
La duración del contrato es uno de los elementos más importantes en el que se debe hacer foco a la hora de firmar un contrato de alquiler. Antes de firmarlo es fundamental que tengas en claro:
- Cuánto tiempo durará el contrato.
- Si te brinda la posibilidad de renovación.
- Cuáles son las condiciones de cancelación en caso de que quieras rescindir el contrato antes de tiempo.
Además, se debe incluir el monto inicial del alquiler mensual, las condiciones de pago y actualización del valor durante la extensión del contrato. También, hay que prestarle atención a los términos, la fecha límite y los cargos por pagos atrasados.
Responsabilidades del inquilino y del propietario
Otro de los puntos que el contrato de alquiler debe detallar y contemplar son las responsabilidades tanto del inquilino como del propietario. Esto es fundamental para que cada parte se haga responsable de los gastos que corresponden durante la extensión del contrato y de esa manera se evitar malos entendidos. Antes de firmar, deberás asegurarte que estén bien detalladas las responsabilidades de cada parte sobre el mantenimiento de la propiedad, arreglos de daños, entre otros temas.
Rescisión de contrato
Si por alguna razón imprevista no podés cumplir el plazo inicial estipulado en el contrato de alquiler, es necesario que en él se especifiquen las condiciones de salida. En muchos casos, los propietarios pueden requerir que se haga el aviso con un tiempo considerado de anticipación o puede haber restricciones sobre la devolución del depósito de garantía.
Arreglos y mantenimiento del inmueble
Otro punto a tener en cuenta es quién se hace cargo de los arreglos y mantenimiento de la propiedad durante la extensión del contrato. Para prevenir conflictos, es clave que esté especificado en el contrato. Allí se podrá detallar quién es responsable de cada arreglo o mantenimiento, si existen limitaciones en cuanto a las reparaciones que el propietario realizará. También, se puede detallar cómo se entrega la propiedad una vez finalizado el contrato para evitar que se descuente dinero del depósito inicial en garantía.
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