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Política ECONOMIA

Inflación: rubros y productos que más y menos aumentaron

La inflación interanual llegó al 92,4% en noviembre, con un 85% de aumento desde principio de año, según el INDEC. Pero hay productos que aumentaron mucho más y otros que subieron muy por debajo de la inflación.

Indumentaria y calzado fue el rubro con mayor aumento en un año, alcanzando un incremento de 122,4%, según informe del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, que dio a conocer su índice de “los más y los menos” de los últimos 12 meses en materia de inflación, correspondiente al mes de noviembre.

Por su parte, el kilo de cebollas volvió a ser el producto que más subió de manera interanual por segundo mes consecutivo, acumulando un 466,7% desde noviembre de 2021. Pero también hubo productos que subieron muy por debajo de la inflación como las latas de tomate y varios cortes de carne, indicó el informe.

Según lo señalado por el INDEC hace pocos días, la inflación del mes de noviembre fue del 4,9%, la más baja en 9 meses. Asimismo, la inflación anual llegó al 92,4% en el mismo mes, con un 85% de aumento desde principio de año. Pero estos números simplifican la realidad ya que hay productos que aumentaron mucho más y otros que aumentaron muy por debajo de la inflación.

Mayores y menores aumentos

El rubro con el mayor aumento fue indumentaria y calzado, creciendo un 122,4% anual – es decir que la ropa subió en promedio 7% cada mes del último año. En cambio, el rubro con el menor aumento anual fue comunicaciones (sector regulado), que creció un 65,3% respecto a noviembre de 2021 (consistente con un ritmo mensual del 4,6% promedio).

Por otra parte, en mayor nivel de detalle, el sub-rubro con mayor incremento fue verduras, que se incrementó un 152% respecto a 2021, mientras que la suba más baja fue en transporte público (53,3% anual).

Esto permite dar cuenta de una divergencia en el ritmo de los precios, con artículos por encima del 100% anual y otros en la órbita del 50% anual; lo cual dificulta la desinflación y supone un mayor grado de presión, especialmente a los productos regulados que ostentan un nivel de atraso superior. En este sentido, un eventual ajuste de los rubros regulados podría alimentar nuevamente la dinámica inflacionaria.

El producto que más aumentó

Analizando productos específicos, el máximo aumento fue en el kilo de cebolla, que creció un 466,7% contra el mismo mes de 2021. Otros aumentos elevados se observaron en el kilo de batata (350,8%), papa (270,1%), y la bolsa de kilo de azúcar (221%). También se observaron aumentos altos, de más del 100% anual en leche, aceite, carne, harinas, productos de tocador, artículos de limpieza, café, y en bebidas alcohólicas.

El aumento más bajo se dio en la lata de tomates en conserva (47,2%), y otros productos como la carne picada (46,9%), el arroz blanco (51,4%), o el tomate redondo (54,8%) aumentaron muy por debajo de la inflación.

Los cortes de carne, en general, aumentaron casi 40 puntos menos que el nivel general de precios: el asado subió un 54,2%, mientras que la paleta aumentó un 56,8%, la colita de cuadril un 57,5%, y la nalga un 57,1%.

Servicios con mayor variación

Los servicios crecieron menos que los bienes (84,3% contra 95,5% anual), con heterogeneidad dentro del segmento: el servicio con el mayor aumento fue restaurantes y comidas fuera del hogar (93.8% anual), mientras que los menores aumentos se dieron en el transporte público, seguido por los servicios recreativos y culturales (59.4% anual).

En el medio, aumentaron los precios de prepagas (87,8% anual) y los alquileres (65,5% anual), además de teléfonos e internet (60,2% anual).

Costo de vida

Por otra parte, la canasta básica alimentaria (CBA) aumentó un 101,8% anual. La CBA contiene principalmente artículos de primera necesidad, en su mayoría alimentos, delimitando lo que se conoce como “línea de indigencia”.

Mientras tanto, la CBT -canasta básica total- contiene un catálogo de productos y servicios más amplios y delimita la ‘línea de pobreza’, aumentó un 97.4% anual. Así, se denota que ambas crecieron por encima de la inflación minorista.

En línea con ello, para que un individuo no sea indigente se requirieron $20.715 en noviembre, mientras que para no ser pobre hicieron falta $47.232. Para una familia de 4 personas, fueron de $64 mil y $145 mil, respectivamente.

De los productos expresados como parte de la canasta básica alimentaria, todos presentaron aumentos fuertes interanuales en noviembre, tales como la cebolla, además del azúcar, los huevos (155%), los fideos (140%), la harina (137%), el café (135%), la manzana y la banana (133% ambas), el zapallo (128%), y el pan de mesa (112%).

En cambio, se dieron aumentos moderados en el tomate en conserva, las carnes, el arroz (51,4%), las arvejas (67,6%), la naranja (68,3%), y la yerba mate (70,5%). El resto de los productos, incluyendo lácteos (leche, dulce de leche, manteca, yogur), las gaseosas, las bebidas alcohólicas, las carnes.

En síntesis, se constata un mayor encarecimiento relativo de bienes que constituyen primera necesidad, reflejando el elevado aumento del costo de vida.

Con una inflación en alimentos del orden del 94% anual, “el impacto en la porción más vulnerable de la sociedad se torna sensible. Esto ha quedado cristalizado en un primer semestre donde la pobreza se redujo 1 punto porcentual, mientras que la indigencia se incrementó medio punto. Ello sienta las bases de un entramado social débil, donde la dependencia del asistencialismo estatal puede verse incrementada, por lo que resolver la inflación se torna una tarea apremiante”, concluyó el informe.

La proyección de inflación para los próximos 12 meses se redujo y perforó el 70%

La inflación esperada para los próximos 12 meses es de 69,9%, según la encuesta de expectativas de inflación de la Universidad Di Tella. En comparación con la medición de noviembre, la expectativa se contrajo casi tres puntos porcentuales, ya que el mes anterior había registrado un 72,4%.

Al dividir por regiones se detecta que en Capital Federal se da la mayor expectativa de inflación con un 75,7%, seguida por el Gran Buenos Aires y el interior con un 67,2% y 69,8% respectivamente.

Según los niveles de ingresos, las expectativas son heterogéneas: entre los hogares de mayores ingresos, la expectativa de inflación se ubica en promedio en el 74,6% y en el 80% en la mediana, mientras que entre los hogares de menores ingresos se ubica en el 63,2% en promedio y 60% según la mediana.

Si se cruzan ingresos y regiones, los de mayores ingresos tienen una expectativa de inflación promedio del 78% en Capital Federal, del 74% en el Gran Buenos Aires y en el interior. Entre los individuos de menores ingresos, las expectativas promedio son del 70%, 60% y 65%.

En todas las regiones mejoraron las expectativas en diciembre respecto del mes anterior sobre la inflación para los próximos 12 meses: en Capital Federal, la expectativa se contrajo 0,4 puntos porcentuales, en el Gran Buenos Aires lo hizo en 4,1 p.p. y en el interior en 2,5 p.p.

Durante el mes de diciembre las expectativas de inflación para los hogares, independientemente de su nivel socioeconómico mostraron una disminución, bajando 1,1% para los hogares de mayores ingresos y 5,1% para los hogares de menores ingresos.

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