A más de un año de su desaparición, el paradero del peón rural Juan Carlos Woldryk sigue siendo un misterio a pesar de las múltiples búsquedas que se realizaron en la zona del establecimiento El Rincón, donde trabajaba, y otros puntos del país.
El trabajador rural fue visto por última vez el 30 de marzo de 2022 en ese establecimiento ubicado en el partido bonaerense de Bolívar, donde desempeñaba diferentes tareas.
La causa judicial pudo probar que Juan fue víctima de una “sextorsión” dirigida desde la cárcel de San Nicolás. Luis Miguel Galeano y Fernando Esperón Listorti son los dos detenidos hasta el momento.
A principios de agosto, tras tomarles declaración indagatoria a ambos, el juez de instrucción, Carlos Villamarín, además procesó a una mujer de apellido Mansilla, que también formaría parte de la asociación que tendrían para cometer hechos. La acusada vive en la ciudad de 9 de Julio y es quién recibió la primera transferencia de dinero que Woldryk realizó el 26 de marzo de 2022.
A más de un año de su desaparición, en diálogo con el diario bolivarense La Mañana, su hermana Alejandra expresó: “No puedo creer que esto sea verdad, hay días que no lo creo. Quiero agradecerles a todos por el apoyo y pedirles que si saben algo por favor lo comuniquen a las autoridades”.
Por su parte, la abogada de la familia, Gabriela Rodríguez, dijo: “Avalamos el obrar de la Justicia y quiero destacar que la búsqueda sigue activa desde el día de su desaparición”.
Los investigadores pudieron dar con los acusados Gelano y Esperón Listorti por medio de la trazabilidad del dinero que había entregado Woldryk y que se efectuó por al menos dos aportes: uno por $10.000 enviado a un CBU de un comisionista de San Pedro, y otra por $ 20.000, efectuada desde Bolívar por medio de un comercio que tiene el servicio de transferencias online.
Los delincuentes se hacían pasar por un comisario y un fiscal, y solicitaban esas sumas de dinero a cambio de prometerles el silencio respecto a un chat íntimo mantenido por Woldryk con una supuesta menor.
Lo que no sabía Juan es que todo había sido orquestado por los extorsionadores y que no había cometido delito alguno.
En varias oportunidades, Woldryk transfirió dinero a los reclusos e incluso llegó a vender su auto para realizar el último pago
Finalmente, Woldryk se ausentó del campo luego de tomar conocimiento que, en su perfil de Facebook, se habían publicado las fotos de las conversaciones que supuestamente había tenido con una menor de edad. Antes, había almorzado junto a sus compañeros.
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