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Sociedad DIÓCESIS DE LA RIOJA

Brindan testimonios los recuperados de adicciones

Franco Ávila es uno de ellos y contó cómo transitó su tiempo en la oba de la Fazenda.
Agrandar imagen La Fazenda. Una Fundación Pontificia.
La Fazenda. Una Fundación Pontificia.

El Área de Comunicación de la Diócesis de la Rioja conversó con miembros del Grupo Esperanza Viva que son los que han pasado ellos, sus familiares o amigos por un proceso de recuperación de adicciones. Son llamados Embajadores de Esperanza.

En primera instancia compartieron el testimonio de Franco Ávila, quien indicó que realizó su proceso de caminata y recuperación en el año 2019-2020. “Hoy hace más de tres años, gracias a Dios que acompaño el grupo Esperanza Viva”, aseveró.

Informó que el Grupo Esperanza Viva, es “un bracito que tenemos aquí afuera en el mundo, que pertenece también a la obra de la Fazenda, nuestro grupo también está ligado, como dije, a la obra, a la Fazenda, a nuestro carisma, el grupo Esperanza Viva tiene 24 años”.

“Nació con la idea de acompañar a todos aquellos jóvenes que pasaban por ese caminar en la Fazenda y para que tengamos un lugar donde encontrarnos afuera en el mundo, el grupo había nacido en principio para todos los jóvenes con adicción, igual que la Fazenda, pero ahora la Fazenda también acoge a personas que tienen problemas no sólo con la adicción, sino también con el juego o problemas que tienen personas que están en estado depresivo y aquí en el grupo recibimos también a todas esas personas, no excluimos a nadie, incluso al que sea de otra religión porque aquí recibimos a todos, aquí amamos, y acogemos y escuchamos a todas las personas, así que yo las invito y bueno les deseo de corazón lo mejor y que conozcan a Dios sobre todo”, detalló.

“Fue creado para eso, sí, pero después fue creciendo tanto que va más allá de esto de una persona solo con adicción, porque la idea también es tratar de prevenir, para nosotros la misión más que todo sería prevenir la droga, porque ese es el santo remedio, porque ya después que el hermano ya cae, si es necesario, tratamos para apoyarlo, y como decimos en los momentos de reunión, no podemos dar consejos ni hacer referencias sobre la vida del otro, no”, agregó.

“Eso ya se quiere, que sea cuando termine la reunión, afuera. Aquí no es un momento de, como decimos, una charla de café, nada. Fue un momento muy importante, no, como una persona cuenta su experiencia de vida”, acotó.

“Aquí está para el otro ser un significante, pero como es tan importante y tan grave el dolor, tan grave el dolor que lleva, que es comparado con otro que no sea nada, no. Por eso tenemos que tener mucho respeto siempre y escuchar, sobre todo. Porque a veces nos distraemos y estamos aquí por esos momentos, son esos teléfonos importantes, no, porque ahí comienza el cambio de uno”, aclaró.

“Escuchar por amor también al otro, porque, así como a mí me gusta que ustedes me escuchen, yo también los debo escuchar a ustedes con amor y así inclusive no puedo estar, cuando uno habla está tomando con el teléfono, o leyendo, o haciendo otra cosa, no. Así que eso siempre tengan en cuenta, no, que todo lo que hacemos lo tenemos que hacer por amor, no. Y lo más importante es que nuestra misión no es como la fazenda, es el grupo como compartido”, remarcó.

“Nuestra misión es acercar a los hermanos más y más a Dios, no acercarnos solo al grupo o a la Fazenda. Porque como le digo, el grupo y la Fazenda es de pasajeros en nuestra vida. Dios no, Dios está para siempre”, agregó.

“Por eso no se olviden que la esperanza siempre tiene que estar puesta en Dios, en Dios siempre, no tiene que estar puesta en Jesús, ni en la Fazenda, ni en Jesús, ni en el sacerdote, lo que está en conciso en el ambiente es que Dios nos da, no, pero la misión nuestra es acercarnos cada día más a Dios, no, porque mañana no sabemos si la Fazenda deja de existir o el grupo, pero la palabra de Dios va a estar para la Vida Eterna, no. Por eso no nos confundimos, no, siempre en realidad tenemos que estar puesta en Dios. Ojalá Dios nos dé esa esperanza, y siempre que podamos seguir perseverando en la Fazenda, en el grupo, no solo esa, porque va a pasar mañana, no”, aconsejó.

“Así que, bueno, eso hermano, no, que siempre la esperanza, yo no pienso que la tenga puesta en Dios, no, como le compartía yo a una de las hermanas, es que el ser humano, por las fragilidades que tiene, tiende a fallar siempre. Si nosotros ponemos la esperanza nuestra en un ser humano, vamos a perder nosotros, yo siempre digo, vamos a perder nosotros, bueno, yo, yo amo a mi mamá, a mi hermano, también a mi otro hermano que todavía está en la adición, pero mi esperanza no está puesta en ellos, mi esperanza está puesta en Dios”, indicó.

“Debemos dar siempre ese testimonio de que es Dios, Dios es el que nos salva, no nos salva ni la Fazenda, ni el coordinador, ni el padrino, Dios es el que nos salva, y nos convierte en hombres nuevos es Dios, así como a ustedes las puede convertir en madres y mujeres nuevas”, sintetizó.

“Acompaño aquí al grupo Esperanza Viva de La Rioja, nuestra misión es acompañar y acoger a todas aquellas personas que, como dice el nombre del grupo, no tienen esperanza, que se sienten mal, o que no le encuentran rumbo a su vida, el fin nuestro es encaminarlo, tratar de acompañarlo y acercarlo más al Señor, a Dios que es nuestro guía, que siempre tiene que ser nuestro guía en nuestra vida, y nuestra esperanza viva es Dios, nosotros aquí somos sólo herramienta de Él, así como también de la Fazenda dentro somos herramienta de Él, aquí a mí en la Fazenda pude conocer ese amor y esa misericordia de Dios y ahora lo trato de poner en práctica aquí en el grupo”, subrayó.

Contó que este grupo “Esperanza viva” nació fue tras terminar la Fazenda su caminata y luego tiene su espacio y su momento, porque como era nueva la Fazenda, terminaba su año y luego no tenían otro momento para vivir eso que me habían enseñado las Fazendas. Así que por eso se hace nuestro grupo Esperanza Viva.

“Algo importante que muchas veces se confunde, nos confundimos aquí nuestro grupo no es un grupo de oración, no es un grupo de adoradores, no es un grupo que la misión es juntar el fondo o bienes para la fazenda. Si se puede vivir yo sea, pero nuestra misión no es esa. Eso para no confundir las cosas, sino nuestro grupo es ser esperanza, compartir experiencia de vida, experiencia de la palabra. Esa es nuestra misión hoy en día. Bueno, cada vez se va formando más profundamente el cariño y van saliendo cosas nuevas que tenemos que experimentar”, remarcó.

“Pero nuestro grupo no es un grupo que venimos, por ejemplo, sí, hace un momento de oración, pero no es que estamos rezando nomás por los familiares o algunas personas que tienen adicción. A mí eso no entra, es algo más allá, en algo más grande. Es compartir experiencia de vida, poner en común nuestra alma, compartir experiencia de la palabra, porque el que sabe paso por paso ya sabe que lo único que nos puede salir a nosotros es vivir la palabra”, profundizó.

“Porque si nosotros no vivimos la palabra, nosotros nos vamos a caer. Eso está más que claro. Ya no hay que hacer ningún experimento científico ni nada. Es fácil vivir la palabra y nos mantenemos de pie. Aun así, viviendo la palabra, nos podemos caer. Pero el amor de Dios, si nosotros conocimos verdaderamente ese amor de Dios, nos volvemos a levantar, porque volvemos a buscar herramientas, volvemos a buscar esa luz de donde Dios nos sacó de la oscuridad. Bueno, como saben, la mayoría aquí de personas son personas que tienen familia o tienen problemas de adicción, pero no es admisión que sea para esa persona exclusiva”, concluyó.

DIÓCESIS DE LA RIOJA fazenda

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