El lunes 1 de septiembre se confirmó el cierre definitivo de la fábrica INCA en la ciudad de Chilecito, lo que dejó sin empleo a 23 trabajadores. La medida fue comunicada luego de un fin de semana en el que la empresa Nihuil S.A., responsable de la planta, ofreció retiros voluntarios a todo el personal.
La Secretaría de Trabajo de la Provincia, a cargo de Miriam Espinoza, confirmó la decisión y explicó que la fábrica venía atravesando una crisis prolongada que se reflejó en audiencias de conciliación, reducción de la jornada laboral y disminución de los salarios, medidas que habían sido aceptadas por los empleados en un intento de sostener la producción.
La incertidumbre sobre el futuro de la planta se instaló días antes, cuando circularon versiones extraoficiales sobre el posible cierre. Finalmente, las sospechas se confirmaron y se oficializó la decisión empresarial de cesar sus actividades en Chilecito.
El impacto de la medida se siente en la comunidad local, donde la pérdida de estas fuentes laborales genera preocupación entre las familias afectadas y en el sector industrial riojano. Autoridades laborales aseguraron que se acompañará a los trabajadores en la transición.
Este nuevo cierre se suma a un escenario complejo para el empleo industrial en la provincia, donde ya se registraron antecedentes similares con plantas textiles que debieron bajar la persiana por la caída de la demanda y los problemas financieros.
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