En la tarde de este domingo falleció doña Rosa Silva, lo dieron a conocer los familiares a través de las redes sociales.
La Chaya del Arbolito de San Vicente comunica con profundo dolor el fallecimiento de nuestra querida vecina y amiga Chayera Doña Rosa de Silva. “Acompañamos en este difícil y triste momento a nuestros amigos, Chacho, Kela, Roque, Mario y demás familiares.Y sus sobrinos Ruper, Fredy y Tumy.
“Que su alma descanse eternamente en Paz y brille para ella la luz que no tiene fin”
Guardamos los mejores recuerdos de los momentos compartidos, cuando la changada del Arbolito y tantos más, solíamos pasar tardes, siestas, noches, en su casa jugando al villar, metegol y villa. En aquellos tiempos cuando tenía su negocio por Pelagio B Luna, actualmente su domicilio. Hermosos momentos de tantas charlas y escuchar sus sabidurías y consejos. Abrazo Chayero y Vicentino a la eternidad Doña Rosa. Un Chayero/a nunca muere, queda su Alma Chayera entre nosotros y en febrero en una nube de harina y de albahaca baja a su tierra natal para acompañarnos”, recordaron.
Cabe resaltar que fue declarada como Ciudadana Destacada “Distinción Ciudad de los Azahares”, por parte del Concejo Deliberante de la Capital.
Trabajó como enfermera en el viejo Hospital de San Vicente, y siguió ejerciendo su profesión más allá de la fecha de su jubilación.
“Desde que llegó a la capital riojana desde Famatina, se dedicó a promover la cultura, realizando tejidos artesanales, destacándose sus trabajos en telar rústico, a dos agujas e incluso con una técnica ya casi olvidada como lo es el tejido con espinas”. Promovió la creación del Taller “Pichi Cuna”, desde donde con toda su familia sostienen la defensa de nuestra cultura, fue además formadora de sus hijos, hijas y nietas, heredando de su madre el trabajo artesanal. Doña Rosa abrió las puertas de su casa para recibir a los Alféreces a caballo cada 31 de diciembre, y es la principal organizadora de “La Chaya de Doña Rosa” que se lleva a cabo en el mes de febrero en calle Pelagio B. Luna antes de llegar a Av. Perón de esta ciudad.
Bajo un proyecto del entonces concejal Walter Montivero es que se le pudo hacer este homenaje en vivo a Rosa Herrera, sin duda alguna una hacedora de la verdadera identidad de la riojanidad. Más allá de la dolorosa pérdida, su legado vivirá en cada febrero, cuando la harina y la albahaca borren todas las diferencias sociales y nos convierta en el verdadero ser riojano, alegre y con mucha chaya,
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