Los empleados de la reconocida fábrica de calzado Puma, emplazada en el Parque Industrial de La Rioja, han alzado su voz en reclamo por mejores condiciones salariales y la denuncia de despidos injustificados. Ariel Laciar, uno de los líderes de esta lucha, dialogó con NUEVA RIOJA y expresó la necesidad urgente de convocar a sus compañeros para conseguir un salario digno y poner fin a la injusticia que enfrentan.
"Hoy en día el operario que está en Puma es un esclavo", afirmó Laciar, reflejando el sentir de muchos trabajadores que se ven atrapados en una situación laboral precaria. Desde septiembre del año pasado, los empleados han estado manifestándose por salarios justos, pero hasta la fecha no han obtenido respuestas satisfactorias por parte de la empresa.
La situación se agrava con los recientes despidos, entre ellos el de Ariel Laciar, quien fue despedido el jueves pasado. "Me acaban de despedir por luchar por esta causa", lamentó Laciar, destacando la retaliación que enfrentan aquellos que levantan la voz por sus derechos laborales.
Según datos proporcionados por los propios trabajadores, la fábrica Puma produce alrededor de 15 mil pares de calzado por día, lo que generaría ingresos suficientes para cubrir los salarios de todos los empleados y los costos operativos, incluyendo impuestos. Sin embargo, la falta de voluntad por parte de la empresa para negociar un aumento salarial o brindar algún tipo de bonificación ha exacerbado las tensiones.
En total, son 900 compañeros los que se encuentran en condiciones similares, enfrentando la misma lucha por un salario digno y condiciones laborales justas. Ante esta situación, los trabajadores exigen que se tomen medidas concretas para abordar sus demandas y poner fin a la explotación laboral en la fábrica Puma.
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