En el marco de celebrarse el 9 de julio, estudiantes del taller de panadería prepararon el locro patrio para el acto de la escuela, a las 7:30 de la mañana llegaron a la institución para dejar los ingredientes listos y empezar con la preparación. Delantales rojos y cofias del mismo color, identificaban al grupo de cocineros y cocineras a cargo de esta comida típica.
El objetivo de la actividad es la misma de todas las acciones que desarrollan los estudiantes que es demostrar sus destrezas y habilidades en cada uno de los talleres que ofrece la institución. En diálogo con La Red, la docente y licenciada en educación especial, Juana Suarez comentó que “estoy a cargo del taller de panadería tengo 13 alumnos entre varones y mujeres y estamos preparando el locro del 9 de julio. Esta actividad la venimos realizando por las fiestas patrias, iniciamos con el 25 y continuamos con esta fecha en donde los alumnos demuestran sus habilidades y destrezas en la cocina”.
“En este taller elaboramos todo tipo de panificación como panes de grasa, pan francés pizzetas, facturas, pastafloras, es decir que todo lo que se encuentra en una panadería nosotros lo podemos elaborar Estos productos lo solíamos hacer por pedidos, pero por una situación económica que nos afecta a todos no podemos comprar los insumos, solo hacemos las producciones para el desayuno y la merienda de los estudiantes”, agregó la docente.
Asimismo, explicó que “los chicos traen de acuerdo a sus posibilidades su materia prima para hacer productos y la llevan a sus hogares para disfrutar con su familia. Necesitamos para continuar con nuestra actividad la materia prima como la harina, azúcar, grasa manteca aceite y salsa, si tendíamos disponible estos insumos podríamos realizar ventas como hacíamos antes”.
En tanto, la profesional indicó que “Como nueva iniciativa, propusimos tomar pedidos para que los chicos realicen los productos, para ello los interesados deben pasar por dirección con tiempo de antelación para hacernos sus encargues. Solicitamos los insumos en cantidad, no cobramos la mano de obra, sino que lo quedamos con los insumos que sobran. Con eso estamos saliendo adelante, con la gente que nos conoce, que sabe de nuestros productos, y nos compran siempre, solo pedimos los insumos.
“Lo que más nos solicitan son las pizzas, los panes caseros, las pastafrolas y bizcochuelos que son nuestras especialidades. Es un placer verlos trabajar, que los jóvenes con sus capacidades puedan elaborar un producto y lo pongan de manifiesto diariamente en cada actividad. Ponen en práctica todo lo que aprendieron uno como docente los estimula para que puedan hacer y logren todo lo que se propongan”, sumó.
Además, destacó que “Los estudiantes ingresan a los 14 años hasta los 25 de acuerdo al nivel de capacidades que tienen los estudiantes y en base a eso se los evalúan y egresan con un certificado. Nosotros de la escuela integral laboral los formamos para la vida, es amplia nuestra formación. Ellos pueden ir a trabajar para la vida, pueden ordenar y limpiar una oficina, pueden trabajar en un supermercado en un centro de salud, porque las habilidades que les enseñamos es para la vida, y en cualquier lugar pueden desenvolverse como empleados”.
“A ellos les cuesta mucho conseguir empleo para jóvenes con discapacidades y uno se llena de alegría cuando sabemos que nuestros egresados encuentran un trabajo. Tenemos alumnos con debilidad mental moderado, otros tienen discapacidad psicomotriz, también tenemos sordos, con autismo, y no hay alegría más grande que verlos trabajar, tenemos egresados que se encuentran trabajando en panaderías, en atención al cliente y para nosotros es un gran logo”.
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