Desde este domingo 8 de agosto, el Convento Santo Domingo y la Iglesia del mismo nombre no estarán más a cargo de los frailes dominicos. Es que se decidió que por nueve años no estarán más en la Provincia, debido a una reorganización nacional. Sin embargo no perderán la propiedad del convento y la Iglesia, mientras que por decisión del obispo de La Rioja, quedará a cargo como rector el padre Arturo Carabajal. El domingo a las 19.00 se celebrará la misa con el obispo Dante Braida, donde al finalizar se entregarán las llaves, formalizando la despedida de los frailes en la Provincia.
En estos días se realizan diferentes actividades en torno a un hecho histórico para la vida religiosa y social en la Provincia. Se transitan los últimos días de los frailes de una orden que tiene 400 años de historia y presencia. Tras dos años de discernimiento y trabajo con la comunidad de Santo Domingo y la orden nacional se decidió la partida de los frailes por el término de nueve años en La Rioja. Sin embargo los grupos seguirán funcionando y se presume que contagiarán del carisma dominicano, con una apertura diocesana a distintos lugares de la diócesis.
En declaraciones realizadas a NUEVA RIOJA, el fray Daniel Gordillo comentó que a partir del domingo 8 de agosto, el convento estará a cargo del rector Carabajal y hasta el 10, los frailes quedarán como huéspedes. Ese día partirán a sus nuevos destinos.
"La decisión, que se hace por segunda vez, porque entre el '60 y '70 se fueron los frailes y luego retomaron, se debe a un motivo de reorganización nacional. La orden asumió un nuevo horizonte, que es Chile, quien ahora pertenece a la provincia argentina de San Agustín. Eso implica reorganizar las fuerzas y enviar frailes también a esos destinos. La comunidad de frailes seguirá acompañando a la distancia a las comunidades, siempre en coordinación con el padre Arturo", sostuvo. Por ende, se presume que algún fraile esté presente en las fiestas de Santo Domingo, la Virgen del Rosario y San Martín de Porres. "Es un hasta luego, un hasta pronto, porque aquí está la fuerte presencia de la comunidad laica", reforzó conceptos.
"La partida de los frailes tiene un tinte esperanzador, más allá de la tristeza de la partida, porque hay mucha nostalgia. Es la presencia más antigua del país", sostuvo.
Actividades
Desde el 25 de julio hasta el 8 de agosto se realizan diferentes actividades, ante un evento de esta magnitud. Se contó con la presencia de San Nicolás, en un encuentro que se realizó en la esquina de Joaquín V. González y Pelagio B. Luna, mientras que luego también se recibió la visita de la comunidad de la Virgen del Merced, junto a San Nicolás y Santo Domingo.
Para este sábado, a las 18.15 también en esta misma esquina emblemática del centro capitalino se realizará el encuentro con las Imágenes de San Francisco Solano, San Francisco de Asís y se esperará la llegada del Niño Alcalde desde las Padercitas.
Luego se dirigirán hasta el Convento Santo Domingo, para el Rosario y la misa presidida por los padres franciscanos. Posterior a ello, el guardián y comunidad de frailes franciscanos, en el marco de los 800 años de Santo Domingo, han decidido regalarle los ornamentos nuevos, que serán vestidos al finalizar la misa, con la presencia de la retreta de la Policía de la Provincia.
Para el 8 de agosto, a las 17.00 saldrá en caravana, con la banda del Ejército, para despedir las Imágenes del Niño Alcalde, San Francisco de Asís, San Francisco Solano y Santo Domingo. La peregrinación móvil partirá por Lamadrid, Bazán y Bustos hasta Tajamar, luego por Rivadavia, Güemes. San Nicolás de Bari hasta 25 de Mayo y se retomará por Pelagio B. Luna. A las 19.00 se celebrará la Misa en el Atrio, que será transmitida por Canal 9 y redes sociales. "Se decidió elegir un lugar solemne porque tiebe la puerta de madera que fue tallada por los pueblos originarios y la fachada característica de piedra. En esa misa, presidida por el obispo, nos despediremos y entregaremos las llaves del convento. Allí asume como rector el padre Carabajal", concluyó.
Su historia en La Rioja
La Orden de Predicadores es una familia religiosa fundada por Santo Domingo de Guzmán y confirmada por el Papa Honorio III en 1216.
Las crónicas de los frailes dominicanos datan desde las andanzas del primer misionero dominico, fray Alonso Trueno, en tierras riojanas en los primeros meses de 1553. En 1587 los dominicos establecieron casa en Tama, trasladándose a su actual solar con la fundación de la ciudad de La Rioja, que había sido puesta por su fundador bajo la protección del mártir dominico San Pedro de Verona, primer patrono de La Rioja.
Desde entonces, con algunas breves interrupciones, los frailes dominicanos estuvieron presentes en la vida del pueblo riojano, ejerciendo su vocación misionera de predicadores del Evangelio. Muchos patronos dominicos de localidades de la provincia, especialmente en los Llanos, dan testimonio de su presencia.
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